El artista marplatense Rubén Montoya lanzó un EP: “Natem”
Es parte de su proyecto solista “Sinruido” y contiene canciones bajo el pulso electrónico en las que predominan el violín y la guitarra.
La cuarentena por la pandemia del coronavirus significó un momento de introspección para crear. Y el multifacético artista musical Ruben Montoya amplía y aborda nuevos horizontes con su último EP “Natem”. El nuevo material cuenta con el protagonismo del violín y una guitarra que son procesados gracias a loops envolventes.
“Sinruido” es el proyecto solista del músico Rubén Montoya, que viene trabajando en la escena del indie experimental hace dos décadas en el proyecto grupal Luzparís. También pasó por diversos estilos como pop, folklore y tango en La Modesta Orquesta Típica, lo cual hizo que su construcción artística aborde diferentes géneros musicales, y a su vez, los entrelazara.
En su último proyecto solista, que nació “en solitario, como un pedido de auxilio transformado en grito de resistencia”, Rubén se muestra solo, pero acompañado por miles de sonidos, como un ejército de una persona, donde su violín y guitarra son procesados por loops envolventes y atravesados por moduladores que expanden el aire, convirtiendo el sonido de secuencias nocturnas en un cómodo viaje de beats analógicos bailables.
“Natem” es un EP de tres canciones que se pueden escuchar a través de las plataformas virtuales: Spotify, Apple Music, Deezer, Youtube, Soundcloud. El material fue compuesto, producido, grabado y mezclado por “Sinruido” en estudios Torino 3000, Mar del Plata, entre febrero y mayo del 2020. El EP fue masterizado por Matías Arano en estudios Una Nube, Santa Clara del Mar, y el trabajo de arte estuvo a cargo de Carla Bresciani, Ecuador.
Este formato “reducido” pero a la vez abundante, lo llevó a explorar diversos paisajes y culturas, de donde se impregnaron las frecuencias y sintonías características de cada territorio que colaboraron en la mutación de “Sinruido”.
De su gira por Perú, Ecuador y Colombia no solo imprime los colores tímbricos de los instrumentos de cuerdas como el charango, guitarra y violín, sino también las melodías hipnóticas rituales de comunidades nativas. Por otro lado, absorbió las rítmicas atmosféricas cargadas de tensiones sintetizadas que experimentó en su gira por España, Italia, Alemania, Inglaterra y Holanda. Este viaje le dio el último toque de pulso electrónico a su nueva obra.
