Jueves 28 de marzo | Mar del Plata
27/09/2015

Gustavo Sala: “Al humor es necesario que lo puteen”

El historietista marplatense fue el elegido por Trimarchi para diseñar la estética en estos 15 años del evento. “Que me convocaran como imagen central me hizo caer de orto”, fue la explicación más sincera del artista que le quitó cualquier solemnidad al mundo del rock con sus tiras.

Gustavo Sala: “Al humor es necesario que lo puteen”
(Foto: QUÉ Digital)

Hay quienes dicen que es un genio, un groso, un distinto. Otros lo putean, lo tildan de xenófobo, de escatológico y de asesino serial de la cultura. Puede que todos tengan razón. Gustavo Sala no conoce de grises ni se mide ni un poco a la hora de hacer una historieta. Desde sus viñetas dispara contra todo y se ríe de toda la escena del rock nacional o internacional.

¿Viste todos esos muñequitos extraños que están en el Polideportivo por Trimarchi? Bueno, son 15 niñas bonitas hechas por Gustavo Sala, quien tiene su propia visión (como todos los demás) de lo que es (y no es) bonito. El marplatense que la rompe con trabajos que aparecen en Página 12, La Nación, Barcelona, La Rolling Stone, Inrockuptibles y más fue el encargado de diseñar la estética por los quince años de uno de los eventos de diseño más importante del mundo. “En Trimarchi siempre me sentí de otro universo y que me convocaran como imagen central me hizo caer de orto”, dijo Gustavo, mientras caminaba perdido por el anillo del Polideportivo entre firmas de ejemplares y fotos con fanáticos.

-¿Sos la niña bonita del diseño? 

-No soy ni niña ni bonita. Soy el veterano feo del diseño y ni siquiera eso, porque esto del diseño gráfico es universal y lo estoy mirando desde un lugar muy particular. Estoy acostumbrado a la historieta, al humor gráfico, es otra fauna.

-Y el sábado encima te tocó dar una charla ¿Cómo fue?

-Dar una charla en un lugar como este fue una grosería, con una pantalla interplanetaria. Estoy todo el tiempo mirando cómo se comporta esta fauna a la que pertenezco más o menos sí y más o menos no.

-Cada tanto alguien se te ofende con tu humor ¿Existe algún límite?

-Cada tanto pasa alguna cosa que reabre la pregunta, se discute, se agota y se vuelve a preguntar: “¿Se puede joder con todo?” No hay ninguna respuesta definitiva. A partir de lo de Charlie Hebdo y la masacre en Francia el tema se puso en el tapete. Si hay que tener respeto por algunos temas, si todo es válido. Yo creo que se puede hacer humor con todo. Depende después del público que te siga y el que no, de que te conozca y de que no. El humorista no debe pensar en si ofende a alguien o no. Vos tenés que pensar en lo que hacés legítimamente. Los límites serán el medio en que publicás y su editorial, y  después bancártela.

-Y si el medio no permite siempre existe Internet, dónde termina todo y dónde se acabó ese límite editorial ¿Cómo ves eso?

-Hoy con Internet, que es una anarquía virtual espectacular, vos ponés algo y al hacerlo público hay mucha gente que te puede putear y eso es favorable. Al humor es necesario que lo puteen. No podemos pretender que todo el mundo sea algo familiar que se banque todo. El humorista necesita al indignado,  que muchas veces tiene razón. El humorista tiene que hacer lo que quiera y el lector tiene que ofenderse si le parece conveniente.

-Sos un observador mordaz de la cultura y contracultura rockera ¿Tu top tres de músicos para hacer chistes?

-El Indio y Spinetta son una tentación permanente. Y tengo como un fetiche con Elton John y esa peluca, esa parafernalia. A mí me gusta más él como personaje que como música. Me gustan mas sus anteojos que sus canciones.

Tal vez, Gustavo Sala con su humor cada tanto se vaya al carajo, pero es que no tiene otro lugar a donde ir.

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27/09/2015