Jueves 25 de abril | Mar del Plata
06/11/2015

Hortensia, comedia kitsch de un mundo donde se puede ser feliz

La película de los directores Diego Lublinsky y Álvaro Urtizberea participa de la competencia nacional del Festival Internacional de Cine. “El mejor premio es si a la gente le gusta, si se ríen de esta película”, dicen los realizadores.

Hortensia, comedia kitsch de un mundo donde se puede ser feliz
Los directores Diego Lublinsky y Álvaro Urtizberea junto a los actores de Hortensia. (Foto QUÉ Digital)

Un hombre muere electrocutado al intentar abrir una heladera setentosa. Un pibe engaña a su novia con una amiga de ella y cree que la relación no está perdida. Hortensia, huérfana, cornuda, adorable y tierna busca ser feliz en un mundo absurdo que no respeta las leyes sociales con las que nos manejamos. Armada con una lista en la que figura encontrar un novio rubio como su padre y diseñar los zapatos más hermosos del mundo, se debate entre realizar objetivos que le permitan controlar su vida o seguir lo que su corazón manda..

Hortensia, de los directores Diego Lublinsky y Álvaro Urtizberea, es una de las cintas que se encuentran en la competencia nacional de esta trigésima edición del Festival Internacional de Cine. La película -una suerte de prima lejana de la querida Amélie- es una comedia de cine autor, naif y esperanzadora, en un mundo que le hacen falta chicas con zapatos brillosos de charol como Hortensia.

Lublinsky y Urtizberea están contentos y relajados. Ya pasó el estrenó de Hortensia por el Festival y a la gente le gustó, llenó las salas y la crítica hizo eco de esto. “El festival está muy bien organizado, tiene una selección de películas buenísima y nos tratan perfecto. A la gente le está gustando la película por lo que estamos muy contentos“, confiesa Diego.

“El marplatense hace mucho uso del Festival y lo disfruta. Me impresiona la buena onda de la gente. Como te “abrazan”, el público es muy cálido, agrega Álvaro.

“Hortensia –cuenta Lublinsky- parte de una comedia con un tratamiento particular, no es algo tradicional. Hay un mundo muy particular desde el arte y las actuaciones. Todo es muy particular“. “Es un mundo particular -dice Urtizberea para redondear la idea de su compañero- se va alejando cada vez más del realismo que conocemos, no sabíamos si iba a resultar o no. Lo que nos pasa en estos días, que recibimos buenas críticas, es muy estimulante”.

El mundo que recorre Hortensia tiene, según Urtizberea, “paralelismos” con nuestro mundo. “Creo que Hortensia tiene una lista de objetivos y los va a cumplir. Creo que si uno haría una lista e intenta vivir con esa rigidez es muy difícil que logre interactuar con el mundo de una manera que lo haga feliz. Hay paralelismos que cada uno tiene que encontrar”, remarca el director de fotografía de la película.

Las cosas que pasan en la película son cosas que les pasan a humanos, a todos nosotros. Que el novia la deja, que se muere alguien, trabajar por objetivos…”, dice Lublinsky.

En el fondo somos todos tontos y nos conectamos con tonterías“, dice Álvaro de alguna manera para responderle a Diego algo que nunca preguntó. “Intentamos hacer una película que no apunte al hemisferio del espectador que se ocupa de la parte intelectual, tampoco buscamos un sentimentalismo apoyado en la música para que la gente llore. Generamos un universo que nos parece gracioso, que nos gustaría que el espectador vaya conociendo de apoco y que conectemos en ese punto”, expresa.

Para los directores, si bien Hortensia está en competencia nacional, el “mejor premio es si a la gente le gusta. Si se ríen de esta película”. “No va a ser mejor película si obtiene el premio, como tampoco va a ser peor si no lo obtiene. La película no sería peor con palos de la crítica, seguiría siendo la misma película”, concuerdan, aunque, también reconocen que “un premio siempre ayuda a que la película se pueda ver”.

Cuando el Festival finalice, Hortensia será estrenada el 19 de noviembre en Capital Federal y Rosario. Diego Lublinsky y Álvaro Urtizberea también son los encargados de distribuir la película, ya que no lograron que un distribuidor se hiciera cargo de esa etapa.

“Un distribuidor nos dijo. `De esta ya tengo varias películas´. ¿Qué será `de esta película´? Que no venden entradas por ahí es. La distribución en Argentina es muy complicada para el cine autor, por eso el apoyo del Incaa es fundamental”, asegura Lublinsky.

“Se hacen 150 películas por año, la calidad subió mucho. Estamos pasando un momento excelente a nivel nacional y en comparación con el resto de la región. Sabemos cómo hacer un buen producto, pero no podemos llegar al público“, reflexiona finalmente Urtizberea

Ver más: , , , , ,

06/11/2015