Viernes 19 de abril | Mar del Plata
01/03/2021

La temporada teatral en pandemia, “empática, solidaria y de acompañamiento”

Productores y referentes de salas de teatro independiente trazaron un balance sobra la actividad que busca el respaldo estatal para seguir durante el año.

La temporada teatral en pandemia, “empática, solidaria y de acompañamiento”
(Fotos: ilustrativas / Qué digital)

Este verano los espectáculos artísticos se vieron atravesados por la pandemia de coronavirus, los protocolos sanitarios y un aforo reducido que afectó económicamente a un sector que venía de diez meses de inactividad. Ante este escenario, Qué digital conversó con productores y empresarios que definieron a la de 2021 como una temporada de “resistencia”, y al mismo tiempo, artistas y referentes de salas de teatro independiente aseguraron que la temporada teatral fue “empática, solidaria y de acompañamiento”.

Artistas, productores y gestores culturales al inicio de la temporada ya habían advertido que este verano no sería comparable con los anteriores pero que había que acompañar la reapertura de salas ya que significaba una apertura simbólica.

Y uno de los empresarios teatrales que más acompañó el espíritu de “resistencia” fue Carlos Rottemberg. “Se impone trabajar para la temporada teatral y musical de Mar del Plata 2022 en todos sus circuitos. Desde los teatros públicos, el quehacer independiente local y los teatros más grandes, todos, se vieron reflejados en la peor temporada de su historia”, apuntó el reconocido empresario teatral al conocer la decisión del Circo La Audacia de despedirse de Mar del Plata por la imposibilidad de sostener el proyecto.

“La situación es gravísima”, compartió en diálogo con Qué digital Viviana Ruiz responsable de El Séptimo Fuego e integrante de la Red de Salas de Mar del Plata, quien agregó: “El Circo La Audacia integraba la red de salas teatrales de Mar del Plata. En determinado momento nos dijeron que se retiraban y que habían tomado la decisión de cerrar el circo, de bajar la carpa lo cual nos ha dado una profunda tristeza. No deja de hacernos reflexionar acerca de la precariedad y la situación de abandono que sufre toda la cultura en nuestra ciudad”.

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Al respecto de la temporada teatral, Ruiz sostuvo que “sin dudas ha sido empática, solidaria y de acompañamiento”, teniendo en cuenta que desde diciembre, marplatenses y turistas han podido disfrutar de espectáculos teatrales y musicales tanto en el sector comercial como estatal e independiente. “En realidad abrimos por el valor simbólico que significa poner nuestra actividad de pie, sabiendo que el recurso económico no va a venir por ahí que tendremos que seguir peleándola este año, en búsqueda de más solidaridad, más empatía y seguir organizades en distintos colectivos que nos permiten trabajar y poder vislumbrar alguna salida”, reconoció la actriz y directora.

La pandemia de coronavirus cambió usos y costumbres, particularmente al presenciar un espectáculo, ya que desde el ingreso el público tiene que cumplir con un protocolo, completar una declaración jurada, se le aplica alcohol en gel, le toman la temperatura y tiene que mantener el distanciamiento y respetar el uso de tapabocas.

“Cumpliendo con todo esto hemos podido celebrar por lo menos la comunión, el encuentro de teatro presencial con espectadores en vivo, el aplauso final que realmente es conmovedor”, estableció Viviana Ruiz.

En este marco, Carmen Domínguez –referente del Centro Cultural América Libre y de la Asociación de Trabajadores del Teatro (Attra)-  junto con compañeras y compañeros teatristas trazaron un balance en el que hicieron hincapié en que se trató de una temporada en el marco de una pandemia. “Por un lado es más positiva de lo que se esperaba, las salas tuvieron convocatoria de gente, los espectáculos funcionaron bastante bien, las salas que abrieron cumplieron con los protocolos sanitarios y eso trajo tranquilidad para artistas y el público”, consideró. Y en este sentido ratificó que “el teatro con protocolos es seguro”.

Por fuera del contexto, la docente y actriz sembró un interrogante: “¿Es algo que se puede sostener en el tiempo?” e inmediatamente respondió que, a su parecer, eso es “inviable”. “Todas las salas y les teatristas están subsistiendo, no están viviendo”, resaltó.

Como aspecto positivo, esta temporada teatral productores y quienes gestionan salas independientes coincidieron en que el público tenía muchas ganas de asistir a ver espectáculos. “Hay que poner en la balanza que hay un Estado que no registra y no hace. Pero por otro lado hay una comunidad de teatristas, vecinos y vecinas que acompañan porque como dijimos todo el año pasado, la salida es colectiva”, apuntó Domínguez.

REACTIVAR LA ACTIVIDAD CULTURAL MÁS ALLÁ DE LA PANDEMIA

Ante las medidas de aislamiento por el avance de la pandemia de coronavirus, diferentes colectivos artísticos consolidaron redes para organizarse frente a la crisis socioeconómica. “Las salas venimos trabajando de una manera mancomunada en tratar de organizarnos para tener apoyo y hablar con funcionarios tanto de provincia, como de Nación para lograr algún tipo de apoyo pero hay que tener en cuenta que estos apoyos generalmente no son fáciles de obtener. Requieren de una estabilidad administrativa”, reflejó Viviana Ruiz.

En este marco, junto con titulares de otras salas teatrales independientes y trabajadores de la cultura consideraron que tras un año regido por la pandemia y las medidas de aislamiento, hoy es necesario “volver a producir cosas nuevas”. “Se está trabajando de una manera tan acotada que hay que lograr que la actividad vuelva a ser completa”, aseguró Domínguez.

Sin embargo, dadas las condiciones epidemiológicas actuales la referente del América Libre advirtió: “Va a seguir siendo un año difícil porque seguimos atravesades por la pandemia. Seguramente vamos a seguir conviviendo todo el año y tiene que haber políticas municipales, que no hubo, provinciales que fueron muy pocas y nacionales que muchas veces no llegan”.

En cuanto a los programas y beneficios que pudieron obtener por parte del Estado, referentes de distintos espacios coincidieron en que “el Municipio no ha realizado ningún tipo de aporte eficaz”. Al respecto, la titular de El Séptimo Fuego describió que el Fondo para el Turismo y la Cultura fue distribuido por la Provincia, a través de los municipios. “Esto hizo que en nuestro distrito tuviera una demora en pagarlo de cuatro meses, llegó tarde, mal y en cuotas. La distribución no fue transparente, no sabemos exactamente a quiénes llegó y a quiénes no. Fue el único apoyo importante que no alcanzó para pagar las deudas de luz que tenemos las salas”, evidenció.

“En la Red de Salas somos 15 de las cuales solo pudimos abrir las puertas 6. Hemos sido muy cuidadosos pero la verdad es que esta situación nos excede. Arrancar después de tener las salas cerradas 10 meses con este pequeño aforo no es más que un salvavidas de plomo. La verdad es que llegamos en muy malas condiciones”, describió Viviana Ruiz.

En este marco, referentes de la cultura de la ciudad se refirieron a la falta de política pública en relación a la cultura y sus trabajadores. En este sentido definieron como “una vergüenza” que se haya archivado el proyecto para declarar la Emergencia Cultural. “En la red estamos trabajando también con una red de provincia, se está pidiendo en toda la provincia y en el país a través de la Unión de Teatristas Independientes Argentina (UTIA) y Mar del Plata, como siempre, cajonea y mandó a archivo el proyecto que se presentó”, expuso Ruiz.

Y en esta misma línea agregó: “No significaba más que un esfuerzo político, es solo la decisión política para enunciar que la cultura está en emergencia y de ese modo poder facilitar algunas cuestiones para que artistas tuvieran acceso o de apoyo. Y es algo que está pasando en muchos municipios”.

Por su parte, Carmen Domínguez planteó que hay una línea política en la ciudad a la que “no le interesa lo que representa la cultura y menos la cultura popular que viene de abajo hacia arriba y realmente tiene el valor y la significancia que tiene con la formación. Todo eso se ve atacado”.

En el Centro Cultural América Libre, están evaluando como otros espacios realizar talleres ya que el año pasado no pudieron hacerlo de manera presencial y más ahora que la gente empieza a salir y, en la mayoría de los casos, adoptaron los cuidados. “El tema es que dar talleres implica más gente laburando y mayores gastos para los espacios y hay que pensar cómo cubrirlo”, expuso.

“Hay talleristas que para tener un sueldo más o menos digno, por los protocolos y los grupos reducidos, van a a tener que estar trabajando el doble o el triple de lo que fue el 2019 porque no les va a alcanzar”, analizó Domínguez.

“Si no se piensa algo para el 2021 hay muchos espacios que van a cerrar porque realmente no se puede sostener y no hay subsidio que valga teniendo en cuenta que para acceder a algunos hay que cumplir con ciertos requisitos”, explicó.

Por último, la referente del Centro Cultural América Libre planteó que hay un sector político que contempla a la cultura como una forma de expresión. “Son muy pocos los que hablan de trabajadores que entienden que hay gente que vive su vida detrás de la cultura”, concluyó.

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01/03/2021