Las Pastillas del Abuelo, fiesta de Locura y Realidad en Once Unidos
Las banda se presentó en la noche del domingo ante cerca de dos mil personas en Mar del Plata, en un show de casi dos horas que incluyó los clásicos y las versiones de su más reciente material, “Vivo de Pastillas”.
“Que salga el Piti, LPQLP…” se escuchaba a lo lejos al ingresar al predio del Club Once Unidos. Es que los auténticos seguidores de Las Pastillas del Abuelo -quienes siguen a la banda por todo el país- no esperarían callados. Tanto lo pidieron que al fin, pasadas las 22 y con algunos problemas técnicos en batería, Piti Fernández y compañía aparecieron para estrenar nuevo escenario en la ciudad después de haber realizado en diez años más de veinte shows en GAP. Ante un Once Unidos colmado, se escucharon los primeros acordes de “Tantas escaleras” y el público vivió abajo durante casi dos horas la fiesta que los músicos propusieron desde arriba.
A lo largo de los años, los shows de LPDA evolucionaron tanto en su puesta de luces como en sonido. “Hoy la prolijidad es una virtud”, había dicho Piti en su charla con QUÉ Digital. A pesar de haber salido a escena pasadas las 22 con inconvenientes técnicos en la batería, las Pastillas demostraron una vez más su crecimiento durante los veintidós temas que sonaron esta noche, uno detrás de otro, casi sin tomar aire para continuar.
”¿Quién no conoce al gran Pandolfi?”, preguntó Piti mientras invitaba a subir al escenario a Javier Pandolfi, baterista de La Beriso, a quien su colega pastillero, Juan Comas, cedió lugar para hacer “Qué es Dios”, canción homenaje a Diego Maradona y que además refiere a la guerra de Malvinas, justo la noche anterior a un nuevo aniversario del desembarco argentino en las islas. Más tarde llegaría en “Enano” el músico Mariano “Cachín” Invernizzi, guitarrista y voz del grupo Manjar, que ofició de soporte en la previa.
Además de los temas más recientes y hoy por hoy inamovibles de la lista como “Absolutismos” y “Creatividad”, dijeron presente también algunos clásicos como “Loco por volverla a ver”, “Chacarera”, “Vuelta de tuerca” y “Osiris”, entre otros.
Sobre el final llegó “Skalipso” para recordar los inicios de la banda porteña en 2003. “Había que salir de GAP. Gracias por esta fiesta, con el doble de gente”, lanzó contundente Piti en una noche de pocas palabras y mucho rock.
Tras una breve despedida, y ante el pedido del público, el bis fue el cierre perfecto de la mano de “El Cowboy”, con todos los presentes obligados a sentarse en el piso. “Ya conocen este juego, acá manda Bochi”, repetía Piti mientras esperaban que el guitarrista diera la señal para poder volver a ponerse de pie. Pasada la medianoche, Las Pastillas se despidieron de Mar del Plata. “Qué fiesta, papá”, dijo Piti una vez más.
