Viernes 19 de abril | Mar del Plata
17/06/2018

“No soy un héroe, solo un tipo de teatro que trabaja con pasión”

Lo dijo Pepe Cibrian Campoy en una entrevista íntima con QUÉ Digital, en la que habló sobre “Drácula Rock”, el regreso a la actuación junto a Nito Artaza y Cecilia Milone y sus cincuenta años en la comedia musical.

“No soy un héroe, solo un tipo de teatro que trabaja con pasión”
(Foto: archivo / QUÉ Digital)

A veces abro wikipedia y me sorprendo de la cantidad de obras que he hecho. Realmente soy un fanático de mi trabajo y eso me mantiene más vivo que nunca.

José Pepe Cibrián Campoy

El 13 de mayo de 1948 -en medio de una gira teatral en La Habana, Cuba- la actriz Ana María Campoy daba a luz a José Pepe Cibrian, hijo del reconocido actor José Cibrian. Así de mágica, así de teatral comenzó la vida de una “obra maestra” que hace cincuenta años deja huella en un género poco valorado, como lo es en Argentina la comedia musicalPasaron setenta años y el maestro de grandes musicales como “Drácula” sigue apostando al teatro, a los artistas federales  y por sobre todo a la comedia musical, que vuelve a ser motivo de su vista a Mar del Plata con un seminario y pruebas para aquellos que quieran formar parte de “Drácula Rock”, pieza que estrenará en Buenos Aires el año que viene.

“Mis abuelos eran actores de legua, muy pobres, iban por los pueblos armaban un tablado y hacían la función para poder comer. Un día de grande le pregunté a mi mamá si actuaba por vocación y me respondió: ‘No lo sé Pepe, nací así. No sé si tengo vocación, solo sé que no sé hacer otra cosa’”, recuerda para QUÉ Digital.

La de este mes no será la única ni la última visita del artista a Mar del Plata, ya que aseguró volver a la ciudad para las audiciones del musical “La jaula de las locas”, obra en la que volverá actuar junto a su “hija artística” Cecilia Milone y que también lo llevará a compartir escenario con Nito Artaza. El estreno de la megaproducción será en diciembre en el Teatro Atlas de Mar del Plata.  

PEPE CIBRIAN 03 MILONE

– Son siete generaciones de teatro en tu familia, ¿qué crees que heredaste de ellos artísticamente?

– Lo que heredé fundamentalmente es una convicción por lo que hago. La pasión, la ética, la búsqueda.  Mi mamá (Ana María Campoy) no fue reconocida por años, porque mis abuelos eran actores de legua, eran pobres e iban por los pueblos, armaban un tablado y hacían la función para poder comer, mi mamá tenía cuatro años y actuaba. Un día de grande le pregunté si actuaba por vocación y me respondió: “No lo sé Pepe, nací así. No sé si tengo vocación, sé que sé hacer esto. No se hacer otra cosa”.  

– ¿Cómo llegaste a la comedia musical, tomaste la posta y levantaste la bandera de un género poco valorizado en nuestro país?

–  Nací en un teatro y di mis primeros pasos en el Teatro Colón de Bogotá. Amo el teatro y no se vivir de otra manera, por eso soy pasional y ese el motivo que me genera estar haciendo cosas a pesar del cáncer. Calculo que me atravesó fuerte ver un ensayo en el que estaba trabajando mi padre en “La bella dama”, hasta trajeron escenografía de Estados Unidos y recuerdo que el coreógrafo tenía una de esas lapiceras con luz y yo me sentía en la NASA. Seguramente ese registro me impactó tanto que cuando comencé profesionalmente yo quería ser protagonista a como dé lugar y en lo que fuere, ya sea el mejor mecánico o el mejor kiosquero.

– Y llegaste a  ser protagonista dirigiendo varios de los mejores musicales argentinos…

– Dirigir comedia musical es muy complejo. Como director hay que tomar las decisiones de muchas cosas; principalmente que el actor tiene que saber el texto y este sonar con musicalidad. A ese actor hay que explicarle que hay miles de cambios de luces, de vestuario y tiene cambios vertiginosos. Todo esto con manejo de escenografías, vestuaristas y manejar toda la parafernalia se hace muy difícil.  Por ejemplo, le pasó hasta el gran director Agustín Alesso que dirigió un musical y le salió mal. Porque es muy complicado dirigir el género.

– Desde que estrenaste en 1970 “¡Mundo pobre, querido!” en Mar del Plata, llevas más de 70 estrenos a nivel internacional ¿qué sentís al apostar al potencial artístico local?

– Venir a Mar del Plata me recuerda a mi primer amor porque debuté en esta ciudad a los 19 años, en “La Oda” que no era un teatro sino un garaje en construcción de un edificio y ahí papá me armó una especie de café concert, estrené mi primer espectáculo y fue muy mágico para mí. Volver después de tanto tiempo para dar este seminario implica nuevamente hablar de teatro y traccionar desde allí. Yo en los seminarios doy herramientas para ayudar a que el actor interprete una canción, un personaje. No necesito cantantes correctos porque quiero hacer otro tipo de musical.

– En su momento, cuando se aprobó la Ley de Matrimonio Igualitario te casaste ¿cómo vivís los debates actuales, como la despenalización y legalización del aborto?

– Hay que luchar por los derechos, al menos así vivo la vida y por eso estoy a favor y feliz con que salga la ley de despenalización del aborto. Respeto a las personas que no están de acuerdo, por eso somos demócratas, pero nadie es menos que nadie por opinar distinto. Somos un país eleccionista que solo piensa en las próximas elecciones pero si dejáramos eso de lado y solo se pensara en el país y lo que necesita todo sería distinto. Los políticos son individualistas y se fijan en sus propios intereses, se fijan en cosas como la suba del dólar, si Messi sale campeón -sin desmerecer el trabajo de la selección- mientras la gente se muere de hambre. Yo estoy acostumbrado a esto porque hace 70 años que lo vivo.

Volver a Mar del Plata después de tanto tiempo para dar este seminario implica nuevamente hablar de teatro y traccionar desde allí.

– Y en este contexto, ¿las políticas culturales pasan a un segundo plano?

– No existen porque la cultura no da votos ¿Sabés cuál es la única política cultural de nuestro país? La gente, la cultura la hace el pueblo y no los gobiernos. Históricamente ha sido así. No tengo recuerdos de un gobierno que haya apostado con políticas culturales fuertes. Hoy a un estudiante de arte le preguntás si conoce a Chaplin y el 100% sabe pero si le preguntas sobre Niní Marshall la cosa cambia, son menos los que conocen la historia cultural que los trae a querer estudiar y formarse de esto. Insisto la cultura la hacen los pueblos y no los gobiernos. Porque esto es histórico, a los políticos no les interesa hacer apuestas a la cultura con programas que valoren económicamente lo que hacemos.

El destacado actor, dramaturgo, y director, maestro de la comedia musical en Argentina asegura que su estado de salud tras la aparición del cáncer es bueno: “Estoy mejor, más recuperado. La verdad que no es agradable que te digan que tenés cáncer, todos sabemos que nos vamos a morir pero cuando te dicen así te cambia el panorama, y en vez de preguntarme: ‘¿por qué a mí?’, me pregunté: ‘¿para qué a mi?’”

“Inicié una pelea, tuve la suerte de que lo detectaron a tiempo, de seguir luchando por la vida y eso fue gracias a poder tomar decisiones. Por eso estoy feliz de encarar estos proyectos para compartir lo que sé y aprendí, en vez de ser ahora polvo quemado. No soy un héroe, solo un tipo de teatro que trabaja con pasión”, finaliza agradecido José Pepito Cibrián Campoy.

  DEL CLÁSICO A “DRÁCULA ROCK” 

“Drácula”estreno en 1991 en el estadio Luna Park. Pepe Cibrián junto con Ángel Mahler habían creado una bestia artística que cautivó al público durante cinco temporadas. Más de dos millones de personas vieron el musical, no sólo en Argentina, sino también en Brasil (2000), Chile (1992 y 2008) y España (1994).

DRACULA 00

“La realidad es que cambió la historia  del género musical argentino y por Drácula se abrieron muchas escuelas de comedia musical en el país. Los lugares artísticos hay que inventarlos como lo hice yo”, recuerda Pepito Cibrian a horas de comenzar las audiciones para “Drácula Rock” que estrena en el 2019 en Buenos Aires con un elenco seleccionado a través de audiciones en  diferentes regiones del país.

Es una versión que no tiene nada que ver con la anterior y además hago pruebas para ‘La jaula de las locas’ porque quiero completar el elenco con gente de Mar del Plata, porque vamos a hacer una temporada de cuatro meses y si da después iremos a otros lados, no soy especulativo con que me va a salir más barato sino porque hay artistas bárbaros”, agrega.

De todos modos, y como el gran apasionado que es, Cibrián siempre pelea para que se reconozca la comedia musical en Argentina: “Tengo todo porque luché para eso, estoy feliz de estrenar el 19 de diciembre y volver a actuar. Confío en Nito Artaza y en mi hija artista Cecilia Milone para hacer el musical ‘La jaula de las locas’ en el Atlas. Me gusta trabajar con gente que se rompe el alma y se pone la camiseta”.

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17/06/2018