Entrevista para no entender al “Hombre Orquesta”
Martín Buscaglia es uno de los grandes, raros e interesantes exponentes de la música uruguaya. “Como Hombre Orquesta, la índole es ninja”, expresó en marco de su paso por la ciudad.
Martín Buscaglia es imprevesible. Su universo musical es parte de muchos universos musicales, todos inventados por él. Definamos a Martín Buscaglia. Imposible. Entendamos a Martín Buscaglia. ¿Para qué? Disfrutemos, entonces, a Martín Buscaglia. Bueno, toca esta noche, a las 21.30 en el Café Teatral Emilio Alfaro del Auditorium.
El uruguayo se presentará en la ciudad con su formato “Hombre Orquesta“, un show en el que samplea diferentes instrumentos, agrega sonidos intervenidos y así logra las melodías de sus canciones. En otras palabras, es un caos manejado a la perfección por alguien que parece saber cómo se maneja el caos.
Entendamos, de alguna manera, a Martín Buscaglia, desde sus geniales respuestas a preguntas poco originales. A continuación la entrevista por mail completa, sin editar, sin desperdicio.
-¿Cómo funciona el show de “Hombre orquesta”?
-Un músico. Algunos instrumentos. Canciones y palabras.
-Disciplina. Entrega. Reciprocidad. Refocilo. Glosolalia.
-¿Qué sentís cuando estás en el escenario? ¿Cambia tu sentimiento si te presentás solo con guitarra, como “Hombre orquesta” o con banda?
-Lo Divino.
-Cambia el énfasis, los focos de concentración.
-Solo con la guitarra me siento orquídea.
-Como Hombre Orquesta, la índole es ninja.
-Tocando con el quinteto, soy Manimal.
-¿Cómo fue hacer un disco a dúo con Antolín? ¿Qué te pareció haber trabajado con él?
-Lo que aprendí de hacer discos es que tiene sentido solo si al hacerlos aprendés. De no ser así es un desperdicio de tiempo.
-Con tantas canciones hechas y tanto recorrido. ¿Qué te inspira para componer?
-La manifestación fractal del universo.
-¿En qué estás trabajando en este 2016?
-Es un secreto.
-¿Qué opinás del valor o lugar que la sociedad le da a la cultura?
-Mero entretenimiento, zombificación, panis et circenses. Desde los gobiernos, sean del sesgo que sean, se promueve a ese fin, de modo unánime. Y también hay una pobreza en ese sentido producto del advenimiento generacional de las camadas post – pop art, y post-post-modernas. Entonces ahora, como nos hace recordar a nuestra infancia y adolescencia, y tenemos la memoria contracultural de lo que significaba gustar de ellos, es un acontecimiento artístico mundial por ejemplo un nuevo capítulo de Star Wars, o un enésimo concierto de alguna banda highlander. Es la venganza de los nerds, lo cual parece simpático pero al final hace que todo caiga en el sarcasmo, que es hermano del desdén y vive al lado de la pobreza de espíritu, la cual trabaja para la maldad y su amiga de la infancia, la esclavitud.
