Pedro Aznar: “El principal sueño es poder conmover a otros”

Pedro Aznar se define como “múltiple, versátil, curioso”. Pedro Aznar se define, porque ni toda la crítica especializada del país podría definirlo de la misma manera: músico, poeta, fotógrafo, sommelier, hacedor de vinos y vaya a saber uno qué más. Pedro Aznar define que el don que posee es “para compartir con los demás”, mientras que los demás, callamos, escuchamos, disfrutamos y lo definimos como lo que es: un genio.

La último vez que Pedro Aznar vino a la ciudad, fue en el marco de su gira “A la carta”, en donde se volvió una suerte rockola para sus fanáticos, que le pedían las canciones que querían escuchar. Fue un éxito. Este sábado, desde las 21, realizará un show en donde repasará su carrera con temas especialmente elegidos por él y su banda, más algunas sorpresas del disco que se viene para este año.

-¿Cómo fue la experiencia de tocar los temas que te pedía el público?

-Me sorprendió gratamente alguna selección de canciones. No solo pedían las más conocidas, sino también otros temas menos exitosos que le dieron una linda promovida al show.

-¿Cómo será el set de este sábado?

-El repertorio fue elegido por la banda. Es música que nos gusta mucho tocar, son canciones potentes que la gente disfruta muchísimo. Además, estrenaremos dos canciones del próximo disco: “Refugio” y “Última pieza”.

-¿Cuál es la motivación para seguir creando canciones?

-La composición se nutre de todo lo que uno vive, piense y siente. Es una interacción con la vida de todos los días y con la imaginación. Se nutre de las dos cosas. No solamente es lo que pasa en la vida, en todos los días, sino que también tiene que ver con tus sueños, anhelos, esperanzas, fracasos. Todo eso es material que se moldea y se convierte en canción.

-¿Algún sueño dentro de la música que te quede cumplir?

-El principal sueño es poder conmover a los otros como a mí me conmovió la música desde que era chico. Cada vez que escuchaba determinados artistas me sentía tocado en el corazón, inspirado, estimulado. Ese es el sueño, esa es la meta. Felizmente se va logrando.

-¿Te sorprendió o conmovió algo nuevo que hayas escuchado?

-Mirá, yo muchas veces escucho radios de internet en las que no sé qué es exactamente lo que suena ni me tomo mucho el trabajo de ir a ver qué es, lo dejo sonando y hay cosas que me llaman la atención. De lo último que escuché y sí reparé fue la banda de sonido de la película Her, el nombre de la banda empieza con A (NdE: la banda es Arcade Fire).

-¿Cómo definís una buena canción?

-Una buena canción tiene que comunicar algo potente. Puede ser cualquier emoción, desde la alegría hasta la furia, el dolor, la esperanza, el desengaño, cualquier emoción potente comunicada potentemente. Esa es la primera condición.

-¿Y qué más te parece que tiene que tener?

-Y musicalmente tiene que poder expresarlo de una manera contundente. Con contundente digo deliberadamente abierto. Se puede ser contundente con dos notas o con setecientas. Depende de cómo las organices y de la maestría que tengas para acomodar ese caudal de notas. He escuchados cosas increíblemente sencillas que me han partido el corazón. Y he escuchado cosas increíblemente sofisticadas y complejas que también me llenaron de cosas el alma. Pero depende de lo artista que sea el que está atrás de eso.

-Entonces potencia y contundencia. ¿Esas son las claves?

-La potencia de un artista se mide en el poder de comunicación que tiene. Si del otro lado pasa algo realmente conmovedor, si el que lo escuche ya no es el mismo después de escuchar eso. Aunque sea de una manera pequeña, aunque no sea un terremoto.  Pero que haber escuchado algo no te deje igual que antes, que te haya cambiado algo.

–Hermosa mirada del arte.

-Te tiene que hacer reflexionar, repensar algo. Abrir el mundo.

Foto Facebook Pedro Aznar, de Diego Ortiz Mugica.

LOS INSTRUMENTOS DE PEDRO

Pedro Aznar toca el bajo y lo hace hablar, agarra la guitarra eléctrica y la hace gritar o llorar y cuando pasa sus dedos por un piano se siente el susurro de esas notas perfectas. Tal vez haya algo que haga mal, pero no lo sabemos ni importa.

-¿Qué instrumentos disfrutás más tocar?

-No tengo mayor preferencia en realidad. Tampoco me dan lo mismo. Cada instrumento es una palabra de un gran lenguaje y cada uno tiene sus resonancias. La guitarra eléctrica tiene un poder –valga la redundancia- de electrificar muy fuerte. La guitarra eléctrica es una herramienta de choque. Es un shock eléctrico. Y bien usado te lleva a otros mundos, otros lugares.

-Últimamente se te ve más con la guitarra.

-La guitarra eléctrica la vengo disfrutando cada vez más y en los últimos años la vengo usando cada vez más yo mismo. Mi guitarrista eléctrico quedó un poco relegado por mi bajista, mi guitarrista acústico, mi pianista y, por supuesto, por mi vocalista.

-Claro, es que cuando le dicen a uno “Pedro Aznar”, automáticamente uno te piensa con el bajo.

-Sin embargo la guitarra fue mi primer instrumento. Lo primero que aprendí a tocar. Mi primer instrumento eléctrico fue la guitarra. Y en estos últimos años lo he retomado y hay un disfrute muy visceral de tocar la guitarra eléctrica. Lo disfruto mucho

-¿Te hacía falta esa furia contenida en una guitarra eléctrica?

-Furia o caricia. Con una guitarra eléctrica te pueden acariciar el oído. Se pueden lograr timbres exquisitos y delicados. Y también puede ser una soprano a todo volumen.

LOS TRAJES DE PEDRO 

Aznar se mantiene en movimiento. Siempre entre discos y conciertos. Participó de eventos tan disímiles como el Festival Nacional de Folklore, el Festival Viña del Mar para homenajear a Gustavo Ceratti y el Festival Lollapalooza. En todos fue aplaudido.

-¿Cómo te sentís al ser invitado en eventos de folklore, pop y de rock?

-Creo que es parte de una amplitud de criterio y parte de encarar todo lo que hago con un profundo respeto. Soy un convencido de que un músico es como un actor y cada actor tiene roles que les quedan bien y otros que es mejor que no se meta. Y creo que eso es verdad de casi cualquier actor. Hay algunos que son más versátiles que otros, pero creo que hay un rango. Y creo que hay un estilo y me parece que un músico lo que debe hacer es reconocer ese estilo y saber cuáles trajes le quedan mejor. Y esos ahondarlos, profundizarlos, meterse de lleno, conocer la historia de esos roles o estilos musicales y llevarlos al máximo de autenticidad y de expresión. Pero no creo que se pueda hacer todo. Y ese es parte del secreto de poder hacer una cantidad de cosas bien. Creo que tenés que distinguir cuáles son las cosas que podés hacer bien y poner todas las fichas ahí.

-¿Y a vos qué traje te queda mejor?

-Son varios, no es uno solo. Soy un tipo multiple, versátil, curioso. Y creo que en eso radica gran parte de mi signo personal, en esa intersección de cosas: soy músico, soy poeta, soy fotógrafo, soy sommelier y hacedor de vinos. Por nombrar algunas cosas que profesionalicé. Y todas esas cosas informan a todas las demás, y las atraviesan, les comunican cosas y las enriquecen.

-¿Responde a algo esa amplitud tuya?

-Es parte de una inquietud muy potente, de una necesidad de expresión muy grande y de saber reconocer que cada don que te dio la vida lo tenés que atesorar, honrar y lo tenés que dignificar conociéndolo en profundidad y llevándolo al máximo de tus posibilidades. Y ofreciéndoselo a otros, porque en definitiva la meta es esa. No es para que lo quedes vos, es para que lo compartas con los demás. Es para, de alguna manera, ir escribiendo el libro de tu vida junto con los otros y comunicarles tus experiencias y decirles: “esta es mi historia, acá está si te sirve y me gustaría conocer la tuya”.

EL TRAJE DE POETA

Pedro Aznar tiene dos libros de poesía publicados: Pruebas de fuego (1992) y Dos pasajes a la noche (2009) en donde su sensibilidad no respeta estructuras y hay poemas dedicados a George, a la vida, al arte, al mundo que ve por su ventana.

-¿Cuál es la diferencia entre escribir un poema y una canción?

-La letra de una canción generalmente favorece la repetición periódica, la repetición rítmica o de rimas. Es algo que suena bien al oído, que el oído espera y busca. Incluso cuando la rompés a la rima, si la justificás de una manera inteligente, el oído dice: “Ah, mira que guacho”. Y esa sorpresa de cuando encontrás la belleza en algo que es asimétrico y en algo que deliberadamente se sale del canon es una chispa en la cabeza del que escucha.

-Claro, en la canción buscar la sorpresa y no caer en el lugar común. Pero, entonces ¿qué posibilidad te da la poesía que no te da una canción?

-En la letra de las canciones, aunque rompas la métrica, tiene que haber cierta métrica. En líneas generales, he escritos canciones con verso libre que jamás respetaron estructura. Pero la música también termina siendo una música a rítmica libre y a melodía libre y, para cada línea, tenés que escribir una melodía distinta. Pero creo que, a líneas generales, la canciones más contundente son las que tienen dos o tres ideas muy buenas, muy sencillas y muy concisas. Tanto musicalmente como líricamente. Y que se potencian con la repetición de estructuras generales.

-¿Y el poema?

-En el poema libre, en el poema que yo escribo libremente, escribo con la métrica que yo quiero, buscando una cierta musicalidad. Lo que busco es una cierta musicalidad de ritmos, de palabras, una sonoridad y una comunicación potente de ideas, pero no me detengo en repetir métricas. Salvo cuando se usa como un recurso poético.

UN GENIO SOLO

Pedro Aznar fue parte de Serú Girán, la banda de fines de los 70 y principio de los 80 formada junto a otros genios: Charly García, David Lebón y Oscar Moro. Luego pasó como multiinstrumentista por la banda de jazz estadounidense Pat Metheny Group. Y si bien grabó algunos discos con otros músicos, Aznar se manejó las últimas décadas como solista.

-¿Te gustaría volver a formar parte de un súper grupo?

-No lo sé, habría que ver qué propuesta sería. Puede ser interesante. Sí, por qué no. Cuando hicimos esa intervención con Roger Waters y Gustavo Ceratti volaban las chispas por todos lados. Podría ser.

-¿Se puede soñar con una vuelta especial de Serú Girán, como fue en el 92?

-Sería solo un sueño, pero quién sabe.

Pedro Aznar se define como “múltiple, inquieto, curioso” y también define a la cancón, a la música, al arte. Y nosotros solo podemos escucharlo, disfrutarlo y definirlo como lo que es: un genio. Este sábado a la noche tocará en Mar del Plata, para volver a cumplir su sueño de conmover al público con su música.

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