Miércoles 24 de abril | Mar del Plata
09/11/2014

Salamanca: una editorial marplatense de cómics de autor

La presentación será hoy a las 19 en el Museo MAR. El dibujante Roberto Fontana y el guionista Valentín Lerena destacaron al cómic de autor como refugio, el estilo gráfico y narrativo nacional.

Salamanca: una editorial marplatense de cómics de autor
Valentín Lerena (izquierda) y Roberto Fontana muestran los personajes.

La editorial de cómics de autor Salamanca hará su presentación esta tarde, a las 19, en el Museo MAR. “Lo interesante del cómic de autor es que nosotros le ponemos nuestra impronta, nuestra estética y nuestra crítica”, cuenta al respecto uno de los creadores de la editorial, el dibujante Roberto Fontana.

En el marco de la presentación de la editorial, la dupla formada por el dibujante Roberto Fontana y el guionista Valentín Lerena lanzará tres libros de la línea Salamanca, una leyenda de origen hispana que sitúa al diablo en una cueva desde donde enseña poderes mágicos a quienes ingresen. Los personajes de esta línea son El Rastreador, El Malevo y La Hechicera.

La idea de la editorial editorial surge allá por 2011, cuando la dupla Fontana-Lerena queda seleccionada para formar parte de una antología que publicaría la editorial porteña dedicada al manga, LARP. Entre tanta estética japonesa, Fontana-Lerena desembarcaron con las primeras historias de la línea Salamanca, que rescata la tradición, tanto en estilo gráfico como narrativo, del cómic nacional. “No tendría que decirlo, pero nuestra historia fue la única que tuvo buena crítica de la prensa especializada”, cuenta Lerena.

-¿Qué características tiene el trabajo que hacen?

Valentín Lerena: Una parte fundamental del laburo nuestro es la reflexión. Voy por ese camino en decir lo justo, lo mínimo e indispensable porque lo demás lo dice el dibujo. La narrativa hoy en día exige otros ritmos de lectura, no podés agobiar con lectura, ya que la historieta es básicamente visual.

Roberto Fontana: No queremos que sean novelas gráficas en las que el guionista pone diálogos y el dibujante acompaña con garabatos. Nosotros tomamos del dibujo japonés los silencios, lo que rodea, esa visión de la filosofía japonesa. Hay muchos cuadros sin diálogos en donde los personajes caminan, pasan, piensan.

¿Están bien divididos los roles en su trabajo?

RF: Sí. Los guiones son de Valentín y no se discuten y los dibujos son míos. Hay un respeto profundo por lo que el otro hace. Después nos juntamos y pulimos el trabajo.

-¿Es más difícil hacer un dibujo cuando hay mucho diálogo o poco?

RF: Cuando hay mucho dialogo hay poco dibujo, no me complica. El desafío es cuando no hay diálogo y hay que expresarlo con el dibujo. Ahí uno se la juega como dibujante.

¿A qué público está dirigida la editorial Salamanca?

VL: No nos ponemos la limitación del público, si bien nuestro material comparado con La pequeña Lulú parece recontra adulto, intentamos llamar la atención a un aspecto que tiene que ver con una revalorización con cuestión propias de la cultura.

RF: Lo interesante de este cómic de autor es que nosotros le ponemos nuestra impronta, nuestra estética y nuestra crítica. Eso nos da mucha libertad, pero sin tirar cualquier cosa en la calle. En la última convención que fuimos a Rosario muchos chicos de 15 y 16 años compraban nuestros cómics porque les llamaban la atención.

-Además de la línea Salamanca ¿Qué otros títulos tienen o en que otros están trabajando?

VL: Hace poco publicamos Yuta Noir, una colección de historias donde la inspiración pasa por otro lugar: historias de marginalidad, crónica policial que nosotros llevamos para otro lado. Donde los victimarios se vuelven víctimas.

RF: Tenemos un libro terminado, dibujado y todo listo para sacar en breve. Serán 120 páginas de historias que van por fuera de salamanca.

¿De qué tratará?

-Serán historias de la ciudad, de trabajo, de personas que buscan trabajo o que trabajan de algo, y eso los lleva a un quiebre, a un extremo o transformación. Roberto trabajó en un código gráfico en cada relato y todo ambientado en distintas épocas.

¿Van a ampliar la editorial a más autores?

VL: Sí, pero manteniendo la proximidad física con la editorial. Nos gusta la idea de intercambiar, discutir, ver los avances en papel. Se genera como una relación de cierta docencia, nosotros que tenemos más experiencia vamos conduciendo a los autores nuevos.

RF: Queremos que Salamanca tenga esa impronta de gaucho, de argentino de juntarse y verse las caras. Como dice Valentín, en el cómic no hay escuela, no hay universidad, tenés que ser un bicho callejero muy observador y crítico. Nosotros somos muy críticos de nuestro trabajo y de la editorial.

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09/11/2014