Jueves 25 de abril | Mar del Plata
04/01/2018

“Salerno”, un biodrama con puerto de partida

En el marco del ciclo de teatro independiente “La banda del la gorra”, el biodrama “Salerno” sube a escena en el Teatro Melany. En esta entrevista, su autora y protagonista, Bibiana Ricciardi, cuenta detalles íntimos de la obra.

“Salerno”, un biodrama con puerto de partida
(Foto: Prensa "Salerno")

Dos mujeres, una madre y su hija, recorren una ciudad que podría ser Salerno sin moverse del espacio escénico, asumiendo que el escenario es tan Salerno como cualquier otro lugar. Un viaje en el tiempo y en el espacio detrás de las huellas del padre/abuelo, de los retazos de recuerdos que han quedado diseminados por las paredes como las marcas que dejan la esquirlas de una bomba. Madre e hija se enfrentan en repetición cíclica, un combate que replica el de la madre con el padre eludido y que puede adivinarse que continuará de generación en generación.

 “Salerno”, el biodrama ganador del concurso Teatro Post 40, es una de las apuestas fuertes dentro de “La banda de la gorra”, el ciclo que en esta temporada 2018 lanzó el Centro de Arte a RadioCity+Roxy+Melany y en el que diariamente, a partir de las 20, se podrá disfrutan de teatro a la gorra e independiente, una alternativa a las producciones comerciales.

Con dirección del escritor y director Luciano Olivera y protagonizada por Bibiana Ricciardi, autora del texto, y Chiara Borrini, la obra está estructurada a través de proyecciones de videos grabados en un viaje mítico que realizaron ambas a principio de 2017, a Salerno, la tierra del padre/abuelo. Olivera y Ricciardi son dos realizadores audiovisuales de larga trayectoria en el medio televisivo nacional y la entrada a este espectáculo es gratuita -pueden retirarse los tickets a una hora antes- y al finalizar la puesta en escena las actrices pasarán la gorra.

En una entrevista con QUÉ Digital, Ricciardi habla de la puesta en escena en el Teatro Melany, del desafío de actuar junto a su hija Chiara y de su búsqueda personal en este biodrama, que pudo ser un documental o una película, pero se transformó en una pieza de teatro documental autobiográfico.

– ¿Cómo surgió Salerno?

-“Salerno” surgió a partir de un viaje. Mi padre nació en Salerno, Italia, vivió allí la Segunda Guerra Mundial, y luego emigró con su familia a Argentina. El relato de aquella tierra lejana era mítico, no nos hablaba mucho de su ciudad natal, pero siempre prometía que nos llevaría. Somos muchos hermanos, era muy caro. Sin embargo, ya anciano, invitó primero a mi hijo mayor y luego a mi hija Chiara Borrini (16 años), coprotagonista de la obra, a visitar la ciudad. Esta segunda vez, la de Chiara, resolví viajar yo también. Me costeé mi propio viaje, solo le pedí alojamiento. La experiencia fue fuerte. Y yo la registraba como podía con mi teléfono.

Al volver a Buenos Aires, sabía que tenía algo conmovedor entre manos pero aún no sabía qué. Soy documentalista, creí que sería una película. Pero también soy dramaturga y pronto empezó a imponerse este formato de teatro documental autobiográfico que estrenamos ahora.

– ¿Por qué elegiste llamarla así?

-Bueno, Salerno es la tierra mítica. Podría ser Vigo o Padova. Da igual. Es la tierra de los ancestros, que en mi caso están en Salerno, una ciudad tan parecida a cualquiera de las otras. Los argentinos bajamos de los barcos, poco importa de qué puerto hayan zarpado esas naves. 

Una obra breve, de 45 minutos que cuestiona también los límites. Indaga en las fronteras embarradas que separan conceptos tan vagos como realidad y ficción, madre e hija, teatro y video. Se parte de una pregunta: “¿Qué tan representable es lo que representaremos?”. Sobre el escenario no hay actores profesionales sino una madre y su hija. Ninguna de las dos ha actuado en teatro antes, aunque ambas tienen cierto entrenamiento cercano a la actuación en distintas disciplinas. Un combate generacional sobre escena a partir de la herencia paterna.

– Es la primera vez que actuás y subís a escena con tu hija ¿cómo vivís el desafío?

-Eso sí que fue tanto más complicado. Es sorprendente, pero actuar no me ha estresado tanto. Se presentó como algo tan natural que no me lo tuve ni que preguntar. Eso tiene el biodrama. En la obra yo soy yo, por qué no hacerlo, entonces. Lo que nos pasó a ambas en el camino es que después de algunos meses de ensayos ambas dejamos de ser esas que habían sido retratadas inicialmente. Porque las personas crecemos y mutamos, pero también porque la realidad es inaprensible. Si se puede retratar deja de ser verdad. Creo que tomar conciencia de eso nos ayudó a superar el miedo.

Y después está el tema de que somos una madre y su hija adolescente haciendo de una madre y su hija adolescente. O sea, hemos tenido un año agitado. Si no hubiera estado allí el director, Luciano Olivera, articulando entre ambas no estaría aquí contestando estas preguntas, creo.

– ¿El director fue fiel al texto?

– Absolutamente. Aunque como es también escritor sugirió algunos cambios y yo lo escuché muy atentamente como autora porque respeto mucho su criterio.

– ¿Qué busca trasmitir la obra? ¿A qué tipo de público está dirigida?

-No creo que la obra busque transmitir nada. Un par de días antes del estreno me pregunto obviamente por qué. Por qué necesito hacerla, por qué me someto a esos nervios, por qué la incluyo a mi pobre hija en mis delirantes búsquedas creativas. Supongo que una respuesta acertada es porque no puedo evitar hacerlo. Eso quiero decir con mi obra. Que el escenario, el arte, son vehículos maravillosos de sanación. Compartir el crecimiento de mi hija arriba del escenario es una de las más maravillosas maneras que se me podrían ocurrir de ser  la madre que puedo ser.

La obra es apta para todos. Pero es indispensable para madres e hijas, y padres con hijos o hijas. Y abuelos y abuelas ¿Quién no tiene una espina vieja clavada en el pie?

PROGRAMACIÓN COMPLETA DEL CICLO 'LA BANDA DE LA GORRA'

Durante todo el verano, el Teatro Melany del Centro de Arte a RadioCity+Roxy+Melany ofrece el ciclo “La banda de la gorra”, una apuesta al teatro independiente, con funciones a la gorra que podrán disfrutarse todos los días desde las 20, en San Luis 1750.

* LUNES

“Penélope en viaje”, de C. Dangelo y M. Marán, con la actuación de Carina Zelaschi.

* MARTES

“Puré de Alejandro”, textos de A. Urdapilleta y dirección Gustavo Lazarte, con la actuación de Germán Romero.

* MIÉRCOLES

“Así de simple: no sé quien sos pero te sigo buscando”, de Ignacio Bresso y Sofía González Gil, con dirección de Sofía González y la actuación de Ignacio Bresso, Lala Rossi, Magdalena Pardo, Jorge Seleme, Julia Dorto y Francisco González Gil.

* JUEVES

“Salerno”, de B. Ricciardi, con dirección de Luciano Olivera y la actuación de Chiara Borrini y Bibiana Ricciardi

* VIERNES

“Música del viento”, de M. Elordi, con dirección de Merceditas Elordi y la actuación de Sofía González y Patricio Paz.

* SÁBADO

“Benilde”, de P. Suárez, con dirección de Gonzalo Pedalino y la actuación de Agustina Gioe, Mabel Julieta Freije y Beatriz Javier.

* DOMINGO

“Ensayo de clowns”, de “Las Chalupas”, con dirección de Carina Zelaschi y la actuación de Rosa Moreno, Elizabeth Gautin, Elena Laje, Norma Susana Alonso y Marta Castagna.

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04/01/2018