Shinkaleros celebra diez años con un ciclo de recitales por streaming a beneficio
Este domingo tendrá lugar el cuarto evento con el objetivo de ayudar a quienes gestionan el comedor “Alto Guiso”, en el barrio San Eduardo de Chapadmalal.
Shinkaleros es un grupo musical que emergió de los barrios de Chapadmalal y se encuentra cumpliendo 10 años como banda. Fieles a su espíritu y más aun en el marco de la pandemia por el coronavirus, decidieron festejar realizando una serie de recitales por streaming y a beneficio de la comunidad de distintos barrios del sur. En esta oportunidad, el evento será para ayudar a quienes llevan adelante la organización del comedor “Alto Guiso” en San Eduardo.
“El proyecto se gestó en los barrios de Chapadmalal hace diez años”, afirmó Marcelo Lorenzoni en una charla con Qué digital y sumó: “En julio del 2010 empezamos a ensayar y por eso desde julio del 2020, en medio de esta situación, estamos realizando estos festejos una vez por mes a beneficio y articulando con los colectivos barriales que en pandemia se están dedicando a monitorear cuáles son las necesidades de alimentos, sanitarias y de vivienda” .
En este contexto, el próximo domingo 1 de noviembre Shinkaleros realizará un recital a beneficio del comedor “Alto Guiso” de San Eduardo. El evento será trasmitido en vivo por la página de Facebook Shinkaleros Folklore Quichua.
Si bien la propuesta tuvo que ser postergada por la lluvia de este domingo, desde la banda invitan a que se sume gente del barrio porque se trata de un espacio abierto lindero a la huerta “La Colonia”, que se encuentra en el límite de Santa Isabel y San Eduardo, junto al arroyo Chapadmalal. De los cuatro recitales virtuales, este es el primero en el que convocan “a que se arrimen quienes están cerca a escuchar música y quien se anime a bailar alguna chacarera o samba”
Hay que recordar que este recital es a beneficio del comedor “Alto Guiso”, que está trabajando en el barrio San Eduardo hace tres años y en el marco de la pandemia la asistencia que brindan en el lugar se volvió “una herramienta indispensable” para las familias. Actualmente el comedor cocina para unas 60 personas, tres veces por semana. “Tuvimos que suspender las meriendas por falta de recursos como el horno o insumos básicos: harina y huevos”, lamentaron a través de Facebook. A su vez, para seguir dando respuesta a la demanda vienen cocinando con cocina a leña, un recurso que no abunda por lo cual también surgió la necesidad de conseguir un horno y garrafas.
“Su referente, Ailén, y las chicas que la ayudan vienen trabajando hace un par de años en su propia casa y está totalmente colapsada”, explicó el músico. Con esfuerzo, lograron que les cedieran un galpón de San Eduardo, que tiene el techo totalmente destruido. Por lo cual lograron conseguir los materiales, chapas y tirantes necesarios para su construcción pero ahora necesitan “concentrar manos”, resaltó Marcelo: personas que solidariamente se comprometan para garantizar la construcción del techo y luego poder realizar una instalación eléctrica para que “las chicas puedan ir a cocinar a ese lugar”.
Hay mucha gente que está colaborando para que se haga realidad el nuevo espacio para que funcione “Alto Guiso”. “Este domingo vamos a concentrar toda la energía, para organizar la jornada en la cual nos juntemos a ayudar”, sumó el músico.
SHINKALEROS: “SOMOS UN GRUPO QUE TRABAJA CON LA CULTURA DEL BARRIO”
Shinkaleros surgió hace diez años y su nombre tiene dos significados. “Uno ex profeso y el otro lo trajo la vida, el misterio del azar”, definió Marcelo Lorenzoni. En estos años recorridos el grupo musical se fortaleció en el barrio donde se gestó el proyecto gracias al apoyo tanto de diversas instituciones como de la comunidad del sur de la ciudad. “Nos hemos vuelto un grupo regional, identitario y con orgullo. Sabemos el rol que estamos cumpliendo en Chapadmalal: somos un grupo que trabaja con la cultura del barrio”, consideró.
El músico destacó el rol social que vienen desarrollando en cada barrio de Chapadmalal, que cuenta con personas que felizmente se ocupan de monitorear y dar respuestas. “Todos sabemos que hay necesidades, pero hay gente que se organiza para ver qué falta a cada familia”, reconoció. Y gracias a esa gestión, Shikaleros viene realizando un recital en cada barrio en los que han trabajado en esta década: Los Lobos, La Estafeta, Santa Isabel o San Eduardo del Mar.
“Lo que estamos haciendo en el marco de la pandemia es lo que ya veníamos haciendo. Nuestra forma de trabajar no ha cambiado mucho, salvo por las presentaciones en vivo. Nunca fuimos una banda bolichera o peñera. Siempre nos mantuvimos cómodos trabajando en los barrios del sur“, definió el artista.
Desde su origen, Shinkaleros ha colaborado en el fomento de la cultura de Chapadmalal. Es que, Marcelo Lorenzoni vivió siempre en la zona y recuerda que veinte años atrás no había “ningún punto de encuentro o peñas”. “El grupo Shinkaleros, junto con otros colectivos, ha ayudado a desarrollar un espacio y de expresión cultural”, sostuvo.
“Siempre manifestamos que el medio natural era lo que ayudaba para mantener y sostener la salud psíquica y emocional. La música siempre fue la excusa, como punto de encuentro”, subrayó el músico sobre los inicios del grupo y la decisión de participar en las actividades sociales.
Las primeras acciones tuvieron lugar para visibilizar la problemática de las fumigaciones en los barrios del sur de Mar del Plata: “Ahora es un hecho y la gente de nuestros barrios sabe que en los campos aledaños las fumigaciones no se pueden hacer”.
Pero además, en estos diez años de recorrido, el grupo folclórico participó de acciones para denunciar situaciones de violencia o abuso que tuvieron lugar en el barrio, como así también en las vinculadas a las denuncias sobre el avance de proyectos privados sobre los espacios públicos. “Fue el caso de la Playa Paradise en el cual se estaba planificando un proyecto industrial contaminante y no solo participó Shinkaleros, sino otros colectivos culturales que se fueron gestando estos años como parte de la identidad cultural”, sumó.
Así, en el marco de la pandemia, las acciones de Shinkaleros se ven reforzadas y hasta la banda se siente “más empoderada”. “La salud estaba primero, los espacios públicos, la naturaleza, la distancia en los lugares donde vivimos, que corra el aire y fundamentalmente que las ideas sean propias y no que se peguen de tanta información que se copia y pega de los medios”, sostuvo el referente de la banda.
En definitiva, el grupo de música folclórica nunca se sintió cómodo en peñas o espectáculos en espacios cerrados y esto los motivó a organizar en febrero “La Teleseada”, donde bandas y familias se encuentran para disfrutar al aire libre de numerosos espectáculos. “Este año esperamos poder realizarla, estamos realizando un protocolo y contamos con el apoyo de instituciones”, cerró Marcelo de cara a la próxima temporada de verano.
