Viernes 29 de marzo | Mar del Plata
09/07/2018

Totó Castiñeiras, más allá del clown del Cirque du Soleil

“Trabajar con una idea tan simple y con una maquinaria me interesó enseguida”, indicó para QUÉ Digital el marplatense que lleva a cabo la rutina cómica en “Sép7imo Día – No Descansaré”.

Totó Castiñeiras, más allá del clown del Cirque du Soleil
(Fotos: prensa Cirque Du Soleil)

Pasan los días y comienza el descuento para recibir por primera vez al Cirque du Soleil con su espectáculo “Sép7imo Día – No Descansaré”, dentro del reino musical de Soda Stereo el espectáculo combina la magia soleil con la energía explosiva pop rock de la emblemática banda argentina y sumerge al público en su simbolismo y su poesía.

El espectáculo que por ahora tiene programadas funciones para el viernes 3, sábado 4 y domingo 5 de agosto en el Estadio Polideportivo “Islas Malvinas” cuenta con 36 artistas de 14 nacionalidades diferentes: Canadá, Dinamarca, Japón, Reino Unido, Rusia, Ucrania, Francia, Kazakhstan,Estados Unidos, Bélgica, España, México y Argentina. El marplatense Guillermo Totó Castiñeiras -desde 2004 integra la compañía del Cirque du Soleil- plasmó su creatividad en el número “Sobredosis de TV” y contó detalles de su trabajo artístico para QUÉ Digital.

Cirque du Soleil viene armado desde Montreal y con una idea muy clara de qué quieren de resultado; pero lo mío era bastante abierto, no sabíamos cómo era ese dispositivo, ni qué rutina se iba a hacer. Fue cómo una búsqueda de eso y fue bastante trabajoso hacerlo”, confiesa Totó Castiñeiras quien -como actor- desarrolló su trabajo en teatro, circo, calle, bares y televisión.

En un majestuoso despliegue físico y artístico del Cirque du Soleil, “Sép7imo Día” conjuga un mundo fuera del tiempo. “Estar con Soda Stereo es como estar adentro de una burbuja, es como seguir viajando en un planeta independiente”, resume Castiñeiras. El show es un lugar donde las emociones se entremezclan y fluyen como una marea, marcando el pulso de las canciones más entrañables de la banda.

– Vuelven de una gira centroamericana ¿cómo se preparan para Mar del Plata?

– En realidad suena a que viajamos un montón pero no fue tan atosigante la gira y por suerte tuvimos bastante tiempo como para hacer otras cosas. Acabamos de terminar en Paraguay y volvimos a Argentina, que tenemos estas tres semanas de descanso. La verdad es que no lo pienso demasiado en términos de volver a Mar del Plata, es como seguir de gira.

Me encanta hacer el espectáculo así que la verdad es que si bien soy de allá y hace unos años volví con un espectáculo, siento que el laburo más fuerte llegó cuando me fui de Mar del Plata. Pero sí, hay una emoción bien de vincular lo artístico con haber empezado allá y de haber como tocado un poco de oído mis primeros laburos allá; es volver al lugar donde uno creció.

Digamos que en este espectáculo en particular, si bien hay una rutina mía que me encanta hacer, sigo estando dentro de una maquinaria que es la del cirque y estar con Soda Stereo es como estar adentro de una burbuja, es como seguir viajando en una planeta independiente.

Así que es muy lindo, va a ser una fiesta y va a estar buenísimo porque voy a estar cerca de la familia y porque es volver allá -que hace bastante que no voy- y supongo que estaré caminando las viejas rutas, dentro de esta gira reloca, que es gigante.

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 SOBREDOSIS DE TV 

Dentro del espectáculo “Sép7imo Día”, Toto Castiñeiras le pone el cuerpo a la rutina cómica y se puede apreciar en pantalla gigante. Este acto evoca la sobredosis de información como consecuencia de la proliferación de los canales y las series de televisión durante la década de los ’80. El personaje Corazón Roto, eco nostálgico de la Argentina predemocrática, pierde su sentido de identidad en una vorágine de efectos de cámara que rememora el slogan orwelliano “El Gran Hermano te está mirando”.

 – Así que el número no sólo lo interpretás, sino que también lo armaste…

– Sí, el número lo armé en Buenos Aires, me llevó más o menos tres meses, trabajé a partir “Sobredosis de TV” y armé una rutina. Fueron meses arduos de laburo. El Cirque du Soleil viene armado desde Montreal y con una idea muy clara de qué quieren de resultado; pero lo mío era bastante abierto, no sabíamos cómo era ese dispositivo, ni qué rutina iba a hacer. Fue cómo una búsqueda de eso y fue bastante trabajoso hacerlo.

Pero por otro lado, el circo tiene esta posibilidad de que uno pide lo que sea y el circo está dispuesto a poner lo que uno plantea en todo lo que es producción y desarrollo de lo que uno quiere.

En este caso pedí una pantalla de 10 metros y no pasó mucho tiempo hasta que la tuve para trabajar.  Digamos que hay mucha confianza en  el laburo de uno y enseguida se materializa esa idea que uno tiene y por más delirante que suene, detrás hay una compañía que sostiene. 

– De todos los temas de Soda elegiste “Sobredosis de TV” ¿por qué?

– Me parecía que para armar y entrar con un cuerpo cómico esta buenísimo el tema, ya que habla de una época que ya pasó: la televisión, porque ahora estamos adictos a los teléfonos. En ese momento era la televisión, me remitió a un pasado (los ’80 o ’90) y si bien la reminiscencia ya estaba en el tema, además se podía plasmar algo de la impronta artesanal que tenían Gustavo Cerati, Charly Alberti y Zeta en los comienzos. Los videoclips en esa época eran otra cosa.

Trabajar con una idea tan simple y con una maquinaria me interesó enseguida; y por el tema de la adicción, de la ansiedad con patologías que nos viene bien a los payasos para trabajar. Dentro de lo psicodélico y delirante de Soda, este tema tiene algo muy concreto y visual con muchas referencias para trabajar lo emocional.  Soda empieza a hablar y a tirar data.

– ¡Y te caen fichas!

– Claro, y vas viendo qué quieren decir, de qué hablan. En “Sobredosis de TV” está muy claro desde el título de qué se habla, es bien simple. Y está bueno para el cómico trabajar desde lo simple para que el público conecte fácil también y sepa desde el comienzo de la rutina de qué se trata. El diálogo y la conexión con el público son más fáciles así; es una rutina corta, dura cuatro minutos, no hay tiempo.

– Se presentan el 3, 4 y 5 de agosto por ahora ¿cuándo empiezan con los ensayos y esos detalles para amigarse con el espacio?

– Solemos tener una semana de entrenamiento y de ensayos y hay unas pasadas técnicas que son variables donde cada uno va y trabaja su rutina hasta dejarla en el punto óptimo para estrenar. Los acróbatas entrenan aparte, tienen sus espacios de entrenamiento porque ellos arrancan con el cuerpo al toque. Yo arranco desde la cabeza para ubicar la cámara en el lugar donde vamos a hacer la rutina. Lo técnico hay que armarlo de antemano y en eso el circo es bastante obsesivo y puntilloso, sobre todo con el tema de la seguridad. 

– ¿Cuánto de obsesión y puntillismo, disciplina y responsabilidad tenés en tu trabajos?

– Sí, lo obsesivo sería un problema pero es un poco incontrolable e inherente a lo artístico o lo que uno hace. Si una compañía como el Cirque du Soleil no fuera tan obsesiva con lo técnico, sería un problema por la cantidad de espectáculos y de artistas que tiene a cargo.

El estar obsesionado en estos trabajos, es también estar alerta y todo el día presente en lo que hay que hacer, un poco tomando lo que ves, lo que escuchás y vas percibiendo de la gente. Y la disciplina- de estar presente y hacer- me parece fundamental en cualquier actividad: hay que dedicarle tiempo a lo que uno hace.

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Por fuera del Cirque du Soleil, Toto Castiñeiras apuesta al teatro independiente con obras como “Gurisa”, aun en cartel y premiada por el Instituto Nacional del Teatro (2017. La pieza es la parodia de un romance, un culebrón campero. La acción transcurre en una Pampa reconocible y familiar, una Pampa ancestral, infinita pero vulgar. Los personajes femeninos habitan sutilmente en los cuerpos masculinos. Seis mujeres arquetípicas de la historia argentina son interpretadas por hombres. Todas ellas enredadas y embarradas en los límites del género y la inmensidad de sus fronteras.

– ¿Cómo sigue tu año con “Gurisa” y “Las de Barranco”?

– “Gurisa” sigue todo el año y en octubre nos vamos de gira por las provincias, quizás salgamos del país; esta todo armándose. Y con “Las de Barranco” estamos preparando el retorno, esta obra lo que tiene es que se adapta y va circulando por los teatros de Buenos Aires, a diferencia de “Gurisa” que se instaló en un lugar que es el más óptimo para el espectáculo.

Además, estoy ensayando mi obra para marzo 2019 que estrenaremos en la sala 25 de mayo en Urquiza. Eso se está armando, es una obra que escribí y dirigí, en la que se fusionan los elencos de “Gurisa” y “Las de Barranco”. Era algo que nos debíamos, una deuda pendiente. Así que en septiembre termino con “Sép7imo Día” pero es un tiempo para armar, estrenar el otro proyecto y seguir con el trabajo.

– Recordando tus inicios en Mar del Plata y grupos como La Farfala ¿volverías a armar una obra unipersonal o un grupo en Mar del Plata?

-No sé, puede ser. En el 2012 volví a hacer “Finimondo”. Nunca sé si volvería a trabajar allá pero tampoco existen las certezas. Ojalá que la vida siempre me sorprenda trabajando en lugares donde pueda completarme y desarrollarme. Si es para divertirme, desarrollarme y crecer, que sea donde tenga que ser: Tandil, Mar del Plata o donde sea. La única certeza es desarrollarse.

DATOS CURIOSOS DE SÉP7IMO DIA - NO DESCANSARÉ
  • “Sép7imo Día” cuenta con 82 empleados de 18 países distintos (incluyendo 36 artistas)
  • Cada show cuenta con la asistencia de 20 “ángeles eléctricos”, los guías de aquellos que elijan disfrutar el show desde el campo parado, también llamado “Zoom Zone”.
  • En cada ciudad, convocan alrededor de 50 empleados locales.
  • “Sép7imo Día” viaja a través del continente americano con un total de 23 camiones que transportan alrededor de 60 toneladas de equipamento.
  • Este es el cuadragésimo (40) espectáculo del Cirque du Soleil y la cuarta colaboración creativa de la compañía canadiense con músicos de renombre internacional, como sucedió con The Beatles, Michael Jackson y Elvis.
  • El escenario cuenta con un formato innovador, se trata de un cuerpo esférico con forma de planeta 15 metros de diámetro, algo inédito para el Cirque du Soleil.
  • El escenario fue pintado a mano en la ciudad de Montreal y cuenta con una característica especial: la pintura utilizada es sensible a la luz UV. Esta particularidad puede apreciarse durante el acto “Luna Roja”.
  • Las manos que se aprecian tocando la batería durante el acto “Picnic/Vitaminas/Mi Novia” son las del propio Charly Alberti quien se sumó a colaborar con este detalle de las visuales del show.
  • “Sép7imo Día” cuenta con disciplinas innovadoras para Cirque du Soleil como cadena aérea, que puede apreciarse en “Ciudad de la Furia” y suspensión capilar, en “Luna Roja”.
  • La rueda del acto “Signos”, que está hecha de alumino, mide 5 metros de alto. La alfombra sobre la cual se realiza el acto mide 12 metros de diámetro
  • La flor del acto “En Remolinos” mide 4.3 metros de alto.
  • El acuario de “Hombre al Agua” mide 6.3 metros de alto.

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