Trimarchi, el caldero que integra las ramas del diseño
A una semana de que comience la edición 2018 Seba Acampante conversó con QUÉ Digital. “Buscamos una respuesta más holística del diseño”, apuntó el diseñador, quien con su equipo apuesta fuerte desde la autogestión.
A una semana de que comience la 18° edición del Trimarchi Diseño Gráfico (TMDG), sus organizadores están en pleno quilombo organizativo porque si hay algo que motoriza un evento de estas características es la autogestión. Es que el suceso reúne a diversas ramas del diseño y, por segundo año consecutivo, La Rambla será el punto de encuentro. “Hay un crisol de movidas que encuentran ahí una facilidad de expresión o de multiplicar sus mismas posibilidades y potenciarse en esa colectividad. El Trimarchi pasó a ser un caldero de resignificarse colectivamente”, señaló Sebastián Acampante Valdivia para QUÉ Digital.
Este año el Trimarchi tendrá lugar el próximo viernes 2, sábado 3 y domingo 4 de noviembre en su nueva locación: La Rambla y los diferentes espacios que brinda el Teatro Auditorium, aunque en simultáneo también se realizan actividades en otros escenarios como el Museo MAR, Casa Bruzzone o la Casa del Puente, entre otros. A su vez, para los curiosos y quienes cuentan con un menor presupuesto, existe la posibilidad de abonar una entrada simbólica de $50 y sumergirse en las propuestas de distintos feriantes y expositores que ofrece Trimarchi.
Con la madurez que brinda organizar un evento de las dimensiones del TMDG, quienes integran la organización coinciden en una idea más amplia acerca del diseño y todo el tiempo buscan articular las diversas disciplinas como arquitectura, tecnología, gráfica y textil. En esta edición se podrá ver que “llegó la hora de tomar decisiones” y se abre el abanico tanto de teoría como de práctica para aquellos intelectuales que quieran ahondar en la búsqueda de su formación. Pero también, como todos los años, habrá espacios para distenderse y celebrar como son las fiestas Buenas Noches Trimarchi (BNT).
En esta oportunidad habrá más espacios en común, con actividades gratuitas, donde los asistentes tendrán la posibilidad de interactuar y conocerse o gestar posibles proyectos futuros partiendo de una visión más integral. “Apuntamos a un modelo de diseñador multidisciplinario, que la gente ya no se encasille tanto en una carrera sino que entienda un poco de todas y de cómo interactuar con otras”, señaló Valdivia.
Además, este año fue muy movido, según confió Acampante ya que quienes son parte de la cocina del Trimarchi DG participaron como representantes de Argentina en la London Desing Biennale, con un proyecto que integra diseño textil, arquitectura, gráfica y audiovisual junto con los oficios ancestrales. “Cuando nos pidieron una propuesta para la instalación pensamos que tenía que responder al modelo de diseñador que estamos apuntando. Entonces el equipo que armamos en vez de ser netamente gráfico tenía una diseñadora textil, una diseñadora audiovisual, un programador y un diseñador gráfico”, graficó.
(Foto: Sol Marinucci)
-Siempre que termina una edición del Trimarchi comienzan a idear la próxima. A una semana de la edición N° 18 ¿cómo llegan?
– Estamos en ese plan. La Rambla está muy bien, es muy diferente, veníamos de 15 años de hacerla en el estadio, entonces el primer día del año pasado estábamos bastante comparativos. Todo el tiempo estábamos recordando lo que pasaba en el estadio y lo que teníamos ahora. Hicimos muchos paralelismos, al haber muchos escenarios en simultáneo se nos complicaba hacer un balance porque no veíamos a toda la gente junta.
– Se perdió la cosa de manada pero la esencia del Trimarchi continúa…
– Sí, perdió esa cosa de “vamos todos para acá, vamos a la fiesta” y gana un poco más la planificación y los lazos que se generan ahí son más por afinidad. Quien elige cierta charla quizás está rodeado de 600 personas que están en un plan y en otra sala hay mil personas que están en otro plan. Y en los cruces se van interrelacionando. Hay mucho de lo multidisciplinario cruzando las diferentes doctrinas como es la arquitectura, el diseño textil, la indumentaria, la tecnología y eso prospera mucho más a la hora de cruzar profesionales para tratar de llegar a este modelo integral del diseñador que tenga una visión más holística.
– ¿La idea de complementar lo académico está más presente?
– Es muy loco que cuando estás estudiando no tenés mucho vínculo con profesionales de otras carreras, incluso Arquitectura muy pocas veces se estudia en el mismo edificio que Diseño Gráfico; hasta están en diferentes edificios. Arquitectura suele compartir con Diseño Industrial pero no con Gráfico. Programación es muy difícil que esté con Textil pero después en los proyectos profesionales las ramas del diseño están interactuando todo el tiempo. Entonces el evento está haciendo esa sinapsis que faltaba y está sucediendo de a poquito.
TRIMARCHI 2018: DE LA MANADA A LA MADUREZ
Quienes llegaron a comprar sus accesos a tiempo podrán disfrutar de la exclusiva en otro escenario, con la participación especial de invitados como Jonathan Barnbrook, quien acompañó gráficamente a David Bowie durante los últimos 15 años de su carrera o de Andy Ristaino, quien es el lead character designer de “Adventure Time”. Además estará presente Anil Aykan, investigadora de Budapest y delicadísima diseñadora editorial, quien viene a mostrar su análisis de la presencia del diseño en las diferentes luchas sociales de la mujer, partiendo de las sufragettes y su lucha por el voto.
A su vez, estará también en la ciudad George Manta, quien presentará su primera compilación de posters en formato editorial, al igual que Martín Varbaro. “Trajimos piezas de Japón, Inglaterra, Alemania, Manta hizo la curaduría de todo eso y montamos esta muestra que son más de 100 pósters de bandas súper abiertas que van desde MGMT, pasando por Massive Attac, Pearl Jam, hay piezas de toda la escena musical”, detalló Seba Acampante.
– Parte del estado madurativo de esta edición tiene que ver con los días temáticos, con arquitectura, textil y tecnología…
– Sí, y a la vez en paralelo los tres días de diseño gráfico. Y todos los días alguna actividad complementaria de esas otras actividades. Por ejemplo: el viernes quienes asistan a la parte teórica de arquitectura, al otro día hacemos una parte práctica en la Casa del Puente con un recital de piano, croquis, una situación más relajada pero de poner manos a la obra de lo que se habló. Lo mismo pasará con tecnología, el sábado va a haber una actividad más lúdica o descontracturada con cerveza tirada, charlas más cortas en otro espacio y el domingo será más académico. El domingo diseño se complementará con un desfile. La gente va a tener cada día una actividad más para hacer: una más recreativa y otra de formación más específica.
– Y en paralelo, el público puede acceder a conocer los stands y exposiciones…
– Sí, además sumamos un espacio de proyecciones en 8 mm, en formatos un poco más analógicos, hay un montón de pibitos que están indagando en estos formatos que quizás no conocieron generacionalmente, los están redescubriendo y están haciendo movidas con esta tecnología y nos parecía que estaba bueno darle un espacio a esa escena que esta latente. Habrá un set de experimentación sonora; como se da en lo audiovisual se está dando con las máquinas de ritmos, los sintetizadores, toda esta movida de nativos digitales que incorporaron las computadoras para hacer música pero están descubriendo que antes se hacían con máquinas y las están implementando.
Son escenarios más chicos para contener a escenas curiosas y mostrar lo que se está haciendo hoy con métodos más analógicos. También vamos a sumar una exposición de diseño industrial que hasta ahora no había, y este año se suma una de mobiliario y luminaria argentina, muy linda, contemporánea y curada por Santiago Rolón, que es de un estudio de diseño local.
Después tenemos un espacio de entrevistas abiertas donde la gente que no tiene acceso a las conferencias porque ya se agotaron o por alguna razón en particular, tiene una segunda chance de verlas con una entrada súper accesible de $50.
Algo nuevo de este 2018, en relación a lo que fue Trimarchi en el Estadio Polideportivo Islas Malvinas, será la Feria de Foodtracks. “Abrimos más la parte gastronómica para que sea más como un paseo”, consideró Acampante, quien destacó la iniciativa de armar dos circuitos en paralelo. “Un circuito enfocado en la parte académica, más profesional y un circuito mucho más abierto de actividades gratuitas, inclusive este acceso de $50 por los tres días. La idea es generar el paseo dominical estirado a un fin de semana curado por una cuestión de diseño estética pero que también se alinee con el contexto nuevo que es La Rambla”, explicó.
-Para abrirlo también a un público que no es conocedor de estas disciplinas en particular pero quiere curiosear…
– Tal cual, es que el dialogar con este espacio como es La Rambla y también lo que nos generó abrir el Club Tri, nos abrió mucho a la comunidad el tener actividades gratuitas casi todos los días de la semana. Hay gente que viene a estudiar, a preparar un examen, a leer, a merendar, a escuchar una banda, a jugar juegos de mesa o al ping pong. Como que hay toda una situación social muy abierta y Trimarchi era, de repente, una situación más hermética de ghetto dentro de un estadio amurallado. Había una contradicción y es lo que quisimos abrir y desde el evento acompañar ese crecimiento social que ganó con el club. Para que la ciudad dialogue más con Trimarchi o con su estructura.
– Si tuvieses que definir al Trimarchi 18 años después de los primeros en Tío Curzio y las experiencias del estadio ¿cómo lo harías?
– No sé (risas). Es un congreso multidisciplinario pero creo que también hay algo muy copado desde el género usina, catalizadora, amalgama. Hay un crisol de movidas que encuentran ahí una facilidad de expresión o de multiplicar sus mismas posibilidades y potenciarse en colectividad y ese caldero, creo que el Trimarchi pasó a ser un caldero, de resignificarse colectivamente.
– En tiempos de crisis, Trimarchi pareciera que abre cada vez más el juego ¿les tiembla el pulso a veces?
– Siempre, muchísimo. El bolsillo nos pega patadas como diciendo “qué hacen”. Además perdimos un montón de apoyos, no los tenemos prácticamente. Siempre había un apoyo nacional, provincial y municipal. Y no está ninguno hace dos años. La cultura está teniendo una soltada de mano fuerte y ahí gana mucho sentido el concepto del underground; muchas veces se traman un montón de estructuras que funcionan en simultáneo de manera a veces imperceptible, emergente, de resistencia.
Seba Acampante y Gustavo Santaolalla (Conferencia Trimarchi 2017)
Cuando no hay una crisis cultural no hay una necesidad de interacción, simplemente (las cosas) suceden, prosperan y cuando hay una situación crítica esa comodidad se ve afectada. Y está sucediendo que ese entramado está interactuando mucho. Por ejemplo este año vamos a realizar actividades con Casa Bruzzone, con el Museo MAR que siempre tuvo alguna que otra movida, con galerías más emergentes, con el Festival Desde el Mar, con el Festival de Jazz. Entre todos los que estamos haciendo algo para sostenernos, para que se mantengan las cosas funcionando.
Finalmente el diseñador gráfico Sebastián Acampante destacó la importancia de apoyar este tipo de eventos de la forma más simple, que sería participando. “Es importante que el público se enteré de qué se trata Trimarchi. Sobre todo en arquitectura, tecnología y textil siento que todavía no sabemos cómo comunicarles lo bueno que está porque no tenemos una llegada tan directa”, admitió el preofesional, quien también confió que, en cambio, la apuesta en diseño gráfico es siempre muy grande: una vez que se lanzan a la venta los tickets, se agotan: “La gente lleva muchos años de ver que hacemos contenido de calidad, se copan, aprenden, crecen. Pero en las otras temáticas somos un nombre nuevo y venimos de una profesión nueva. Diseño Gráfico al lado de la Arquitectura es una profesión muy emergente”.
LONDON DESIGN BIENNALE
– ¿Cómo resultó la experiencia en la Bienal de Londres?
-Fue increíble, de repente fue raro estar ahí convocados en ese plan de ir a representar a la Argentina en una de las bienales más trascendentes de diseño gráfico específicamente. En Milán está la Bienal de Diseño del Mueble, en Venecia la de Arte y la de Diseño no tenía propiamente un lugar y Londres tomó esa posta, así que era toda una situación. Además Argentina históricamente nunca había sido convocada entonces también tuvo cierta presión llegar ahí.
– ¿Qué propuesta llevaron?
– Buscamos e intentamos representar al país desde una forma bastante entrañable y lo que quisimos mostrar fue un legado precolombino del diseño porque el diseño argentino siempre tuvo una cuestión bastante europea o se caracteriza mucho por la trascendencia que tiene de mirar para afuera y hacer al estilo suizo, alemán, ingles. Nos pareció interesante no seguir subrayando ese arquetipo del diseño sino jugar un poco con los orígenes. Hicimos talleres con la comunidad wichi en Formosa que tiene una geometría increíble, una grilla y todo un legado visual súper fuerte que esta acá antes de que Argentina sea un país y está muy arraigado.
