Viernes 29 de marzo | Mar del Plata
08/07/2018

Un solo de piano con Juan Robles: “La música me enamora”

El joven compositor, recientemente convocado por el mítico Billy Bond para formar parte de su último proyecto musical, conversó con QUÉ Digital acerca de sus raíces, su presente y su prometedor futuro.

Un solo de piano con Juan Robles: “La música me enamora”
(Fotos: QUÉ Digital)

Juan, hijo del reconocido cantante marplatense Daniel Robles, tiene tan solo 15 años, pero ya lleva 13 arriba de los escenarios. Una tarde invernalmente gris, en un rinconcito del clásico café El Argentino Bar -ubicado en Chacabuco y 20 Septiembre- el joven compositor compartió su gracia para embelesar los oídos de QUÉ Digital y además contó cómo fue la experiencia de ser convocado por el mítico Billy Bond para formar parte de uno de sus últimos proyectos musicales.

Jazz fusión, blues, tango, rock progresivo, candombe, cumbia; distintos géneros musicales que se entremezclan en las fórmulas estilo laboratorio en las que Juan Robles trabaja para Lagarto Invisibleun trío de rock progresivo y jazz fusión que rompe esquemas hace dos años. En su mirada se distingue una idea firme, la pasión por la música brota por los poros y eso sin dudas se traduce en los gestos que acompañan su relato. Así, poco a poco aparecen los grandes referentes que lo influenciaron. “Mi viejo, Silvio Rodríguez, Horacio Salgán, Charly García y Bukowski” , resume Juan.

“La guitarra siempre me gustó, nunca fui un negado pero sin saberlo sabía que no era mi instrumento”, recuerda. Dos años después y al ver la película del Ray Charles (2004) Juan Robles -con tan solo con 8 años- se enamoró y le anunció a su papá que quería tocar el piano. Así fue cómo empezó a estudiar con Mariano Siccardi.

Juan Robles -un adolescente que pese a su corta edad ya cuenta con una trayectoria de trece años entre escenarios, ensayos y métricas- apuesta a hacer y ese impulso fue, justamente, el que lo acercó al mítico Billy Bond, quien produjo una sesión histórica con fines solidarios: recaudar fondos para Alejandro Medina, bajista de Manal, que se recupera de un trasplante de hígado.

En este proyecto participaron figuras como Dante Spinetta, Héctor Starc, Black Amaya, Daniel Melingo, Hugo Fattoruso, Rubén Rada, Gillespi, Marilina Bertoldi, Juanito Moro, Las Bodas Químicas, entre otros. “Lo de Billy Bond es lo más reciente y lo más fuerte. Gracias a la experiencia y la gente que me acompaña pude llegar relajado a grabar”, confía Juan.

-¿La música está en tu ADN?

– Sí, por mi viejo y todo su entorno; compartí bares desde chico con grandes músicos de la ciudad que fueron los que me influenciaron y de a poquito, sin querer, me fueron metiendo fichas en la cabeza.

JUAN ROBLES PIANO  (3)

Mi viejo es una figura muy fuerte en mí, como cualquier chico quería seguir sus pasos. Y por otro lado, no es falsa modestia pero me gusta subirme al escenario, el aplauso, escribir canciones; y no solo esa parte que ve el público. También me gusta mucho la parte oscura: la de estudiar, investigar, escribir el tema, hacer las métricas, buscar sonidos. El proceso de laboratorio es el que más disfruto. 

– Cuando sos chico funcionás un poco cual esponja y absorbés conocimientos ¿Qué recuerdos tenés?

– Muchísimos, de ensayos, de ir a ver a mi papá tocar. Tenía más o menos tres, cuatro años y me acuerdo que tocaba con él, subía con un banquito y una guitarrita roja, en todos sus shows estaba ahí y si no iba me ponía a llorar. Pero viene por ahí, el entorno musical fue lo que me metió y me enamoró desde un principio. La música me enamora; fue natural igual, nunca me di cuenta.

 – ¿Nunca te sentiste forzado o pensaste que quizás no era algo tuyo?

– No, nunca sentí que no era lo mío; forzado, sí. Pero no por la música que siempre me gustó y  fue algo que quería hacer. Arranqué estudiando guitarra con Ezequiel Valdez, Agustín Luna y después Damián Villalba. Y la verdad es que nunca fui realmente bueno para estudiar. Me cuesta muchísimo. Me acuerdo de un día particular -mi viejo lo sabe y siempre lo hablamos- tenía cinco años más o menos y recuerdo que se enojó porque no estaba estudiando nada y enojado me dijo: “Ahora vas a estudiar y ya me lo vas a agradecer”

Pasaron diez años y Juan Robles no solo le agradece a su papá con todo el corazón sino que se afianza como un artista dispuesto a crear y a romper con las estructuras solemnes de la música. Es por ello que su rutina difiere mucho de la de un adolescente de 15 años: no solo va a la escuela y estudia música sino que a su agenda le agrega tocar en diversos escenarios. En la actualidad estudia con Gustavo Molinari, un “gran pianista de la ciudad”, como lo define el joven.

– El camino se empezó a hacer más pofesional…

–  Desde que empecé a tocar piano fueron pasando cosas, quizás más subterráneas que el público no conoce. Gracias a todas las personas que fui conociendo, los que vinieron por el lado de mi viejo hasta los que vinieron porque me mandé solo en un camino que no conocía. Cuando armamos Lagarto Invisible al conocer a Jacko y Estannis, se me fue abriendo la cabeza, empecé a componer por culpa de ellos (risas).

JUAN ROBLES PIANO  (5)

 LAGARTO INVISIBLE 

Lagarto Invisible es una banda de rock progresivo y jazz fusión marplatense que surgió en 2015 bajo el comando de  Juan Robles en piano y voz, Estanis Cettour en bajo eléctrico y Julián Garmendia en batería. Surgió como una banda de covers de rock nacional, pero luego fue mutando. “Nunca pensé en escribir canciones hasta que un día los chicos se cansaron de que lleve temas de Charly García para hacer”, rememora. Y a partir de ahí surgió un punto de inflexión, que derivó en el rock progresivo.

Al recordar cómo arrancaron con la banda, Robles confiesa: “Fue todo muy loco, porque después de una semana del primer ensayo con Lagarto tocamos automáticamente en Abbey Road. Y en menos de un año grabamos en Home Town Studio con canciones nuestras. Fue otra experiencia que nos cambió la vida musical a los tres”.

Su proyecto comenzó con la formación del trío que atravesó muchos cambios. Un hito que marcó a la joven banda fuer al salir sus primeros videos en YouTube. “Cuando salieron las primeras publicaciones, Eruca Sativa compartió en sus redes el material y eso nos llevó a un público”, resume agradecido el pianista y compositor marplatense.

Actualmente, sus presentaciones se dividen en bares, teatros y festivales independientes. Una de las fechas que tienen programadas para este año será el próximo 18 de agosto donde los Lagarto Invisible subirán al escenario para compartir la noche con “Huevo”.

– ¿Cómo llegó la propuesta de formar parte del proyecto de Billy Bond?

-Es lo más reciente y una de las cosas más fuertes que me pasaron, gracias a esas grabaciones que hicimos de Lagarto con Fredy Álvarez. Hace dos años y medio se las mandé al contacto que me habían pasado y no me dio bola. Al menos eso creí.

“Seguí mi vida, seguí tocando con Lagarto que se dividió; mil cosas pasaron hasta que hace un mes me llega un mensaje de Billy Bond, me pide el número y me llama”, cuenta emocionado Juan.

La situación podría integrar una escena delirante; recién despierto de una siesta el joven pianista de 15 años recibe el llamado, nada más y nada menos, que de Billy Bond. “Hola Juancito, prestá atención”, pronunció la voz particular del otro lado del celular y agregó: “No sé si estaás al tanto de este proyecto; Alejandro Medina está muy enfermo y trabajamos en este compilado para recaudar fondos”. Totalmente a ciegas, pero confiando, el pianista adolescente cortó y se relajó pensando en aprender bien las canciones. “Por la adrenalina no había escuchado bien el día”, reconoce Juan, pero algo intuitivo lo alertó y Bond le reconfirmó que lo esperaba en el estudio de Ion, en el barrio Balvanera de Buenos Aires, al día siguiente.

La adrenalina volvió a subir y Juan llamó a su papá para avisarle que tenían que viajar de urgencia a Buenos Aires. “A la tarde me pasó a buscar por la escuela y salimos para Buenos Aires”, relata. Al llegar al legendario estudio Ion en plena capital porteña, padre e hijo ignoraban lo qué iba a suceder. “Fui a tocar y si no salía no pasaba nada. Conocí el estudio y enseguida me dijo que arrancamos a grabar”, relata aun sorprendido.

Juan conocía las canciones, aunque no las había escuchado, y enseguida conectó: iba ser parte del proyecto en el participan figuras como Fito Páez, Charly García, Dante Spinetta, Fattoruso, Marilina Bertoldi y Poxyran, entre otros y se puso a disposición. Se sentó en el piano y grabó dos temas –“Conscientemente” y “Para qué nos sirve”- en un clima muy cálido de trabajo.

 NO VA A PARAR, YA NO QUEDAN DUDAS 

“Desde que volví de grabar con Billy no paré. Se vienen muchas cosas interesantes”, detalla cuasi inconscientemente el pequeño gran músico Juan Robles. Con una madurez innata que lo posiciona como una piedra preciosa en la cultura local, no deja de sorprenderse y valorar los diversos procesos en este camino recorrido. “En este último tiempo pasó de todo. Empecé a tocar tango con mi viejo. Armé otro grupo Pasajeros de la Vía Muerta que después ensamblaron con Lagarto Invisible que volvió a cambiar la formación”, cuenta.

– En tu laboratorio ¿qué influencias musicales están presemtes?

Tango y jazz fue lo primero que escuché. Uno de las influencias más importantes es la de mi viejo Daniel Robles, más allá de que sea mi papá es fuera de lo común lo que escribe; Charly García en la etapa de Seru Giran, Fito, Cerati, Spinetta dentro de esta etapa; el Quinteto Real de Horacio Salgán.  Y en el plano internacional músicos notables como Chet Baker o Miles Davis.

Los contemporáneos que están muy buenos como Eruca Sativa, Usted Señalemelo, Perras On the Beach, Francisca y los exploradores y Huevo que me gusta muchísimo. Y acá en Mar del Plata Hombre Pie, Mercurio y Científicos del Palo, entre otros.

– Con estas experiencias en tu camino, ¿cómo percibís este presente cultural?

– Están destrozando la cultura, no porque haya cosas malas sino porque se cierran lugares. El país se cae a pedazos en todos los sentidos: económicos, culturales y sociales, porque todo es político. La cultura marplatense es muy buena, muy fuerte. Creo que la están destruyendo porque no hay tantos lugares para tocar, y los que hay se cuentan con una mano. Sin mencionar que los lugares que más o menos mueven gente suelen cagar al artista.

Finalmente, y más allá del presente, Juan reconoce que el ponerse a hacer es lo más importante y además es necesario dejar el ego de lado. “Quiero hacer algo nuevo y voy a seguir trabajando de a poco hasta que rompa la ola y pueda crear un sonido nuevo para los giles que dicen que ya no hay nada nuevo en la música. Estoy apuntando a que se puede hacer con la música; no me quiero ir de las raíces, ni de los géneros criticados, quiero mezclar y hacer algo nuevo con la música”, aspira.

Ver más: , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

08/07/2018