Viernes 29 de marzo | Mar del Plata
30/07/2017

“Dejé todo con todas las camisetas que jugué y defendí”

Leo Gutiérrez tuvo otra de sus noches soñadas. Esta fue diferente, no gritó campeón, pero jugó uno de los mejores partidos, acompañado de excompañeros y amigos del básquet.

“Dejé todo con todas las camisetas que jugué y defendí”
(Fotos: QUÉ Digital)

Claramente el show de anoche fue emotivo, Leo Gutiérrez tuvo su homenaje y junto a casi 50 compañeros y amigos jugó sus últimos cuatro cuartos. Fue su última vez con la camiseta de jugador, ya que en breve -para fines de septiembre- se lo verá con el buzo de entrenador dirigiendo a Peñarol, ese último club donde el cordobés ganó todo lo que disputo.

Hubo videos para recordar su carrera, su hija Morena lo sorprendió tocando el violín en una de las esquinas del Islas Malvinas y su hijo Francisco fue parte de uno de los cuatro equipos que jugaron. Obviamente estuvieron su esposa, su suegra y su mamá.

“Lo viví con mucha emoción. Cuando llegué estaba tranquilo, pero cuando tenía que salir me temblaba el cuerpo. Fue muy emocionante”, reconoció el más ganador de la liga nacional después de su última vez con el short y la sudadera.

Gutiérrez fue un ala pivot que la liga recordará por siempre, no por romper todos los records de triples y de partidos jugados, sino por haber dejado una huella en cada club que pasó.

Fue campeón con Olimpia, Ben Hur, Atenas, Boca Juniors y Peñarol: “Dejé todo con todas las camisetas que jugué y defendí, por eso también la gente me respeta y me quiere. En toda mi vida fue dejar todo e ir para adelante, por eso la gente me acompañó y me demostró su cariño siempre”.

DESPEDIDA LEO GUTIERREZ (6)

En cuanto a su última noche, el 10 relató cómo fueron los momentos previos y dejó en claro que “nunca me había puesto tan nervioso como hoy”. “Creo que una vez fue el quinto partido de la primera final de Peñarol con Atenas, fue shock grande, un golpe de adrenalina y emoción. Fueron cosas que me marcaron y este partido fue algo único, cuando estaba por salir a la cancha me temblaban las manos”, apuntó.

Hubo invitados de lujo, desde Nocioni y Scola de la Generación Dorada hasta excompañeros de Atenas y Peñarol.

“Se divirtieron todos. El Tato Rodríguez y el Pichi campana parece que nunca dejaron de jugar. Haber podido compartir un rato con todos mis amigos y excompañeros fue algo único y que nunca voy a olvidar”, reconoció Gutiérrez después de abrazar la pelota por última vez. Ahora lo podrá seguir haciendo, pero puertas adentro.

Ver más: , , , , , , , , ,

30/07/2017