En el segundo partido que disputó en el marco de la gira que emprendió días atrás por el litoral, Quilmes esta vez encontró el triunfo ante Echagüe por 90-62 luego del primer paso fallido ante Estudiantes. Desde el comienzo dominó el encuentro, lentamente fue estirando la ventaja y con grandes actuaciones de Eric Flor y Luca Vildoza, el Tricolor se quedó con la victoria.
A pesar de caer ante Estudiantes, los marplatenses fueron dispuestos a reponerse ante el conjunto de Paraná y así lo hicieron en el estadio Luis Butta. Los locales venían de caer en el clásico ante el mismo rival que superó a Quilmes.
Tras las tres derrotas de sabor amargo, Javier Bianchelli le encontró el funcionamiento a su equipo y este sábado a la noche logró dominar el juego desde un comienzo, pese a que el primer cuarto quedó en manos de Echagüe (19-16).
Ya en el segundo cuarto, Quilmes sacó una ventaja que logró estirar hasta el descanso. Así, llegó a la mitad del partido 10 puntos arriba (28-38) con la ratificación del éxito de la combinación Vildoza-Flor, la que más le resulto al técnico en lo que va del año. En los últimos encuentros fueron los máximos anotadores y son los dos jóvenes los que le dan ritmo al cervecero.
En el tercero, los de Mar del Plata se lucieron y con un goleo repartido y buena defensa estiraron la ventaja a 24 puntos. El partido ya parecía liquidado cuando el marcador, en el final del anteúltimo tramo del encuentro, marcaba (39-63).
En la recta final, los de Bianchelli mantuvieron la estrategia de juego y volvieron a sumar continuadamente. A dos minutos del cierre de la noche en el estadio Luis Butta, el Cervecero continuaba 26 puntos arriba, con la tranquilidad que el resultado ya anticipaba de cara al final.
Y así fue: todo para Quilmes, ya que el conjunto local expuso gruesas fallas en la defensa que los marplatenses no desaprovecharon. 62-90 indicó el tablero para sellar la recuperación del Cervercero, que venía cabizbajo de perder y ganó para llevar tranquilidad e ilusión al plantel y su hinchada.