Viernes 19 de abril | Mar del Plata
24/06/2018

Rusia 2018: el Fan Fest, un refugio para los que no tienen entradas

Desde Alemania 2006, la FIFA organiza en cada una de las sedes del Mundial, un espacio para que quienes no tienen tickets pueden ver los partidos en pantalla gigante.

Rusia 2018: el Fan Fest, un refugio para los que no tienen entradas
(Foto: FIFA)

 | Por Gonzalo Minaya, enviado especial

Desde Alemania 2006 a Rusia 2018, los miles de hinchas que no tienen entradas coinciden en los espacios públicos de cada una de las sedes donde se transmiten los partidos en pantalla gigante y además se puede disfrutar de diversas ofertas gastronómicas. Los detalles del Fan Fest de Moscú, en primera persona.

El espacio que la FIFA dispuso para los fanáticos en Moscú alcanza en los partidos más convocantes el límite de 25 mil personas de distintos países. Tiene una pantalla principal y tres a sus costados. De fondo, la imponente Universidad Estatal Lomonósov, un símbolo de la arquitectura soviética.

Para entrar al Fan Fest, hay que llegar con anticipación. Una hora antes es suficiente, excepto cuando juega el anfitrión, Argentina o México. Para esos partidos es necesario estar dos horas antes, por lo menos. En el camino, los metros no dan abasto, no soportan el peso y, en consecuencia, un traslado que lleva dos minutos de una estación a la otra se convierte en un viaje de cinco minutos, con dos o tres frenos de por medio en los túneles subterráneos y la cara de fastidio de aquellos moscovitas a los que poco les interesa el fútbol.

 EL FAN FEST DESDE ADENTRO 

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Para empezar, no se puede ingresar con alimentos ni bebidas porque adentro las venden. Los precios, por supuesto, son más caros. Medio litro de cerveza en un vaso coleccionable cuesta 300 rublos (4,75 dolares), la gaseosa 100 rublos (1,58 dólares). A menos de cien metros del ingreso, la FIFA tiene su tienda oficial. Camisetas, gorros, pelotas e indumentaria de casi todos los 32 países.

Todo hermoso hasta el momento de ir a los baños químicos, que no son más que tachos de 50 litros que no tienen salida. Es desastroso ingresar a uno de ellos dos horas después de la apertura diaria.

Al final del recorrido están las pantallas. Se ve perfecto de todos lados, pero el sonido es malo. Los himnos casi no se escuchan y el ambiente del estadio se siente muy lejano. La fiesta la hace la gente, el ambiente es festivo: miles de fotos, intercambio de camisetas y de banderas, y por supuesto cientos de vasos de cerveza.

Muchos vienen a la Fan Fest porque no consiguieron entradas o sólo para ver los partidos rodeados de buena onda. A las 23, hora en que termina el último encuentro del día, muchísima gente desconcentra hacia la peatonal que está detrás del Kremlin y de la catedral de San Basilio. El tumulto es impresionante, casi no se puede caminar y las góndolas de cerveza se vacían temprano.

El gobierno ruso se preparó bien para recibir a un millón de turistas, pero, como todo, el Fan Fest tiene sus pros y sus contras.

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24/06/2018