Crimen de Luciano Olivera: declara en Tribunales el policía detenido
Maximiliano González permanece aprehendido desde este viernes a la madrugada luego de que matara de un disparo en el pecho al adolescente de 16 años en Miramar.
El policía Maximiliano González (25) que permanece detenido por el homicidio del adolescente de 16 años Luciano Olivera ocurrido este viernes en Miramar fue trasladado este sábado a las 7.30 al edificio central de Tribunales de Mar del Plata donde se lo notificará formalmente de la acusación en su contra -homicidio agravado por haber sido cometido por un funcionario de una fuerza de seguridad- y se le dará la posibilidad de prestar declaración indagatoria ante la fiscal Ana Caro.
González permanece en calidad de aprehendido desde este viernes a la madrugada luego de que lo dispusiera la titular de la Fiscalía Descentralizada de Miramar tras ser notificada del homicidio del adolescente y, además, ordenara separar a la Policía Bonaerense de la investigación.
Desde ese momento comenzaron las tareas de investigación a cargo de la Policía Federal y de auxiliares del Ministerio Público Fiscal, dirigidas por Caro, en torno a la recolección de pruebas, además de la realización de la operación de autopsia.
Se espera que tras la declaración indagatoria del policía -también está en su derecho de mantener silencio- la fiscal pida formalmente al juez de Garantías Gabriel Bombini que convierta la aprehensión en detención.
Luciano Olivera fue asesinado de un disparo en el pecho por parte del oficial González en el marco de un insólito despliegue policial y persecución contra un grupo de jóvenes que jugaba al fútbol en las primeras horas de la madrugada del viernes.
La Comisión Provincial por la Memoria (CPM), en su rol como mecanismo local de prevención de la tortura, se presentó como particular damnificado institucional en la causa. De acuerdo a lo que reconstruyeron, Luciano regresaba a su casa en moto después de jugar al fútbol cuando quisieron interceptarlo en un operativo vehicular en las inmediaciones de la plaza central de Miramar.
“El joven no se detuvo, iba sin licencia y temía que le secuestraron el vehículo, y los policías a bordo de un patrullero comenzaron a perseguirlo. En la intersección de las calles 9 y 34, Luciano detuvo su marcha tras ser interceptado por otro móvil policial al que le habían dado aviso por radio de la persecución. El oficial Maximiliano González descendió de ese segundo patrullero y le disparó con su arma reglamentaria a la altura del pecho. El joven murió en el acto”, relataron
