Dos hombres de 35 y 37 años fueron condenados por enviar por encomienda 3 kilos de marihuana desde Oberá, Misiones, hasta Mar del Plata para su comercialización. El paquete fue detectado por un perro de Gendarmería en un control realizado en Entre Ríos.

La sentencia del Tribunal Oral Federal (TOF) de Mar del Plata la dictó en los últimos días el juez Martín Poderti al homologar un acuerdo de juicio abreviado suscripto entre el fiscal general Juan Manuel Pettigiani y las defensas de los dos acusados, un empleado del rubro de la construcción y un electricista y plomero.

En el fallo, además de imponerles la pena de cuatro años de prisión por ser coautor del delito de transporte de estupefacientes con fines de comercialización, el juez hizo lugar al pedido de que los dos condenados permanezcan cumpliendo la pena bajo prisión domiciliaria, tal como ya se encontraban mientras se tramitaba la causa.

Según se desprende de la sentencia, todo se inició el 14 de diciembre de 2022 cuando uno de los acusados envió tres bultos por encomienda desde el local comercial de la empresa Vía Cargo de la localidad de Oberá (Misiones) con destino hasta el local de la firma en Mar del Plata.

Sin embargo, la presencia de tres kilos de marihuana en los paquetes enviados fue detectada como parte de un operativo desarrollado por Gendarmería el 16 de diciembre en el acceso a la localidad de Guardamonte, Entre Ríos. Allí, un perro de la fuerza detectó la droga envuelta en goma y papel film.

A partir de ese hallazgo, desde el Juzgado Federal Nº1 de Concepción del Uruguay se dispuso la “entrega vigilada” de la encomienda por lo que una vez que los paquetes llegaron a Mar del Plata se esperó la llegada del receptor y fue detenido. A su vez, quien mandó la encomienda también fue detenido pero en un allanamiento realizado en su casa -también de Mar del Plata- el 8 de febrero de 2023.

Los investigadores, encabezado por la titular de la Fiscalía Federal N°1 de Mar del Plata, Laura Mazzaferri, concluyeron en base a los distintos elementos de prueba sumados a la causa -entre ellos conversaciones extraídas de sus celulares- sobre la intención de vender la droga por parte de los dos imputados por lo que finalmente se los acusó y condenó por el delito de transporte de estupefacientes con fines de comercialización.

A la hora de imponer el monto de cuatro años y de mantener la prisión domiciliaria, el fiscal y el juez valoraron la falta de antecedentes penales, situaciones personales sobre contacto familiar y proyectos laborales a desarrollarse mientras permanezcan cumpliendo la condena.