Juicio al “pastor” Hurtado: la sentencia se conocerá el 23 de diciembre
En la última audiencia antes del veredicto, la expareja de Hurtado brindó sus últimas palabras ante la Justicia. Sostuvo que en su casa “nunca hubo trata de personas”.
La sentencia del juicio contra el “pastor” Isaías Hurtado y su expareja, Patricia Padilla Coronado, acusados de ser autor y partícipe respectivamente de los delitos de trata de personas, abuso sexual con acceso carnal y amenazas que sufrieron más de 20 personas que participaban de las actividades en su secta, será el próximo 23 de diciembre, tal como informaron desde el Ministerio Público Fiscal. Asimismo, en la última audiencia se conoció la palabra de la acusada, que aseguró que “nunca hubo trata de personas”.
Además de conocerse el día de la sentencia, se dieron las últimas declaraciones de la acusada, Padilla Coronado, quien en primer lugar pidió “perdón” a quienes pudieron verse “afectados, dolidos u ofendidos por esta situación que estamos viviendo”. Además, sostuvo que en su casa “casa nunca hubo trata de personas”, y agregó: “Acogimos mucha gente en nuestro hogar, pero ninguna fue maltratada”. Asimismo, calificó al grupo de personas que integraban la secta como una “familia”.
En el cierre, habló de su rol de madre de ocho hijos e hijas: “No tengo otra vida”, señaló y sumó enseguida: “lo único que he hecho es cuidar a mis hijos”. “No sé cuál fue mi pecado, haberme casado con Hurtado, tener tantos hijos, pero para mí mis hijos son una bendición. Dios me ha sostenido todos estos años”, apuntó sobre el final.
Isaías Hurtado, el “pastor”. (Foto: Qué digital)
Cabe recordar que en los alegatos, el fiscal Federal Juan Manuel Pettigiani había solicitado una condena de 35 años para el “pastor” por los delitos de trata de personas en perjuicio de 23 personas, abuso sexual con acceso carnal en cuatro casos y amenazas que fueron proferidas a otras cinco. Y por otro lado, pidió la pena de 10 años para la expareja, por considerarla partícipe necesaria del delito de trata de personas.
Para el fiscal federal, durante el debate quedó demostrado que la secta que dirigían captaba “fieles” a través de mensajes religiosos para que se congreguen en su Ministerio y luego explotarlos laboralmente.
