Natalia Melmann: a la espera de la sentencia en el juicio contra el cuarto policía
Este miércoles el Tribunal en lo Criminal Nº4 definirá si condena o vuelve a absolver a Ricardo Panadero. Las claves del debate.
Con el foco de la discusión puesto en el valor probatorio que se le dará a un estudio de ADN y a la credibilidad que se le asignará a un testigo clave, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº4 de Mar del Plata dará a conocer este miércoles la sentencia del segundo juicio contra Ricardo Panadero, el cuarto policía acusado por el brutal femicidio de Natalia Melmann, cometido en 2001 en Miramar.
El segundo juicio contra Panadero, tras el primero realizado en 2018 en el que resultó absuelto y que más tarde fue anulado por el Tribunal de Casación, se llevó a cabo del 2 al 5 de mayo y este miércoles los jueces Néstor Conti, Mariana Irianni y Juan Galarreta darán a conocer desde las 10.30 el veredicto y, en caso condenatorio, la sentencia.
En el cierre del debate, la fiscal Ana Caro y los abogados de la familia de Natalia, Federico Paruolo y Yamil Castro Bianchi, pidieron que se condene al expolicía a la pena de prisión perpetua por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia, abuso sexual agravado con acceso carnal y homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y criminis causa, figura que representa que el asesinato se cometió para lograr impunidad.
Por su parte, el defensor Lautaro Resúa solicitó la absolución de Panadero al volver a sostener que no participó del hecho.
Paradero llegó a este segundo juicio en libertad y de cara a la sentencia se le prohibió salir del país y ausentarse por más de 24 horas de su casa. En caso de que se dicte una condena, la acusación pidió que se efectivice este miércoles su inmediata detención.
A partir de las 9, allegados y organizaciones que acompañan a la familia de Natalia Melmann, encabezada por sus padres Laura Calampuca y Gustavo Melmann, se concentrarán en la afueras de la sede central de Tribunales –en Tucumán y Brown– para seguir la lectura del fallo, que será transmitida por el canal de YouTube de la Suprema Corte, y para reclamar justicia, tal como lo hicieron a lo largo de las cuatro audiencias realizadas hace más de una semana.
CLAVES DEL SEGUNDO JUICIO
En el juicio no se discutió el brutal crimen ya probado y con sentencia firme contra tres policías condenados desde 2002 a perpetua (Oscar Echenique, Ricardo Anselmini y Ricardo Suárez) y un civil (Gustavo “Gallo” Fernández) sentenciado a 10 años. Lo que estuvo en discusión es si Panadero participó o no de los hechos. Es decir, si formó parte del grupo de policías que el 4 de febrero de 2001 a la salida de un boliche de Miramar introdujo a Natalia por la fuerza en un patrullero y la trasladó a una casa para violarla y asesinarla y después arrojar su cuerpo en el vivero municipal.
A partir de los elementos marcados por el Tribunal de Casación que llevaron en 2019 a anular la absolución de Panadero, el centro de la discusión pasa por el valor que se le dé al testimonio de un perito, Gustavo Penacino, que sostuvo que un vello púbico encontrado en el cuerpo de Natalia tiene una compatibilidad de un 97% con el perfil genético del acusado. Así lo declaró en el primer juicio y así lo ratificó en este segundo.
Esa evaluación se sumó a la de la perita oficial Mercedes Lojo que a lo largo de la causa dictaminó que ese hallazgo no podía ser determinante en la definición de identidad a partir de los resultados obtenidos en los estudios realizados.
Por su parte, desde la fiscalía valoraron que la profesional sostuvo que un índice de verosimilitud permitía estimar los resultados como 33 veces más probables que correspondan a Panadero que a otra persona y que, además, existen otros elementos de prueba “que dan la certeza que la parte científica no puede dar” de manera concluyente.
Para la defensa, en cambio, la prueba con la que se cuenta “no da certeza” al señalar que los profesionales en la materia sostienen que el valor de certidumbre para una pericia genética se presenta con resultados coincidentes en un 99.99%. Y así remarcan que por debajo de esos valores no puede considerarse estar ante una evidencia.
Por otro lado, la discusión también se basa en la credibilidad o no que le den los jueces al testimonio de un testigo presencial del momento del secuestro –fue de identidad reservada al inicio del caso por ser menor de edad– que reconoció en ese lugar a Panadero y a los otros tres policías ya condenados y cuya declaración en el primer juicio fue desacreditada por los jueces Jorge Peralta, Juan Manuel Sueyro y Fabián Riquet al argumentar contradicciones con otros testimonios.
La fiscalía valoró que mantuvo su misma versión durante 22 años, que se trata de un testimonio “absolutamente desinteresado” ya que no guarda relación ni con la familia Melmann ni con la Policía y que existen otros testimonios que sostienen lo afirmado.
La defensa, mientras tanto, planteó dudas y atacó su credibilidad al remarcar, entre otros puntos de su relato, que pese a que señaló a ocho personas como las que estuvieron presentes al momento del secuestro de Natalia -los cuatro policías más otros cuatros en torno a un auto particular- la fiscalía nunca avanzó con identificar quiénes eran las restantes personas y que incluso a uno de ellos el testigo lo identificó pero nunca se lo imputó ni convocó en la causa.
En los alegatos, de cara a la definición de los jueces, la fiscal Caro pidió que se valore la prueba -la producida en este juicio y la incorporada de los procesos anteriores- de manera “íntegra y conglobada” y “bajo el prisma de la violencia de género”, en tanto que el defensor Resúa consideró que cualquiera sea la “perspectiva desde la cual se mire el caso” las pruebas producidas “no son suficientes para doblegar el estado de inocencia”.
