Violencia familiar: por la cuarentena, prorrogan medidas de protección judicial
Una resolución de la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires autoriza la continuidad de las mismas, sin necesidad de ningún trámite, en tanto se mantenga el aislamiento social.
En el marco de las diferentes acciones llevadas adelante para prevenir situaciones de violencia de género o familiar durante la vigencia del aislamiento social, preventivo y obligatorio como consecuencia del coronavirus –y más allá de las políticas públicas, la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires resolvió prorrogar hasta el 31 de marzo la vigencia de las medidas cautelares o de protección “por situaciones de violencia familia, de género, restricción a la capacidad o adultos mayores”. Entre las mismas se encuentran la exclusión del hogar y la prohibición de acercamiento y contacto, entre otras.
En detalle, y a través de la resolución 12/20, la Suprema Corte de Justicia resolvió “considerar prorrogadas hasta el 31 de marzo del presente año y/o hasta que la situación de aislamiento social, preventivo y obligatorio cese, las medidas cautelares o de protección judicialmente decretadas (exclusión del hogar, prohibición de acercamiento y contacto, perímetros de exclusión, otorgamiento de dispositivos de alerta, internaciones, o cualquier otra que haga a la protección de las personas) por situaciones de violencia familia, de género, restricción a la capacidad o adultos mayores, salvo que el juez de la causa tome una decisión en contrario en el caso en concreto y/o que la propia víctima o parte solicite su cese o una medida distinta”.
En ese sentido, hace saber a las fuerzas de seguridad provincial y municipal de dicha circunstancia “a efectos de que cuando las víctimas requieran de su protección, sepan que las medidas oportunidades dispuestas se encuentran vigentes”. De esta forma, establece que la prórroga dispuesta “no deberá notificarse en cada causa judicial, a fin de evitar poner en peligro a la propia víctima por comunicaciones infundadas”.
Además, la resolución establece otro tipo de acciones, entre ellas la autorización a los Juzgados de Familia y de Paz -que días atrás, en el caso de Mar del Plata, expusieron la situación que atraviesan en relación a la alta demanda y la falta de recursos- a recibir denuncias por violencia familiar o de género provenientes de las respectivas comisarías “por cualquier canal telemático en los teléfonos oficiales, incluso utilizando la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp o equivalente” y para avanzar en ese marco en los pasos administrativos correspondientes.
Importante
Todas las medidas de protección judicial continúan vigentes.
Por resolución 12/20 de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires y mientras se mantenga el aislamiento social.
No es necesario realizar ningún trámite. pic.twitter.com/Ib2tX1QDP0— Políticas de Género MGP (@generomgp) March 21, 2020
En ese sentido, también se le pide al Poder Ejecutivo, tanto nacional como provincial y municipal, el trabajo conjunto para poder crear un ente u órgano de recepción de los pedidos judiciales y de coordinación “para evaluar las prioridades y programación de lo solicitado”, además de un especial cuidado en relación a los adultos mayores, población de riesgo ante la enfermedad de coronavirus.
Asimismo, se le solicita a las obras sociales, mutuales y prepagas que “arbitren y extremen los medios para poder informar e intercambiar eventualmente información con los jueces intervinientes” a los fines de optimizar la respuesta sobre problemas planteados en los procesos judiciales en la presente situación de emergencia.
Y en cuanto a los recursos, la Suprema Corte instruye a la Subsecretaría de Tecnología Informática a que provea de celulares adicionales a los Juzgados de Familia en turno, solicitando -en caso de no contar con ellos- la colaboración necesaria a los Ministerios de Justicia y Derechos Humanos y de las Mujeres, Políticas de Géneros y Diversidad Sexual. Y además, exige que esos números estén disponibles para conocimiento de la población y de las fuerzas de seguridad.
ENCIERRO Y VIOLENCIA: PREVENCIÓN Y MEDIDAS PARA EL ACCESO A LA JUSTICIA
Para las máximas autoridades judiciales, la realidad es que “las medidas de aislamiento dispuestas a fin de mitigar la propagación del COVID -19 y sus efectos, probablemente recrudecerán las situaciones, lógicas y prácticas de violencia familiar y de género a que se ven sometidas las personas en situación de vulnerabilidad en general y las mujeres en particular”.
Y en se marco, desde la Suprema Corte entendieron que “la combinación de ambas situaciones (encierro y recrudecimiento de las violencias), constituirá un obstáculo grave para el acceso a la justicia de las personas que se vean sometidas a las mismas”, teniendo en cuenta que muchas de las medidas de dispuestas con anterioridad a la emergencia y el decreto “pueden haber expirado, vencido o estén próximas a hacerlo, sin que la víctima -en el contexto descripto- haya podido urgir en debida forma su renovación o prórroga”.
Al respecto, el máximo tribunal bonaerense se hizo eco de la preocupación expuesta por los Juzgados de Familia y los de Paz en relación a la situación de las víctimas de violencia familiar y de género y la problemática de las internaciones por restricciones a la capacidad o de adultos mayores dispuestas.
Y por ese motivo, desde la Suprema Corte entendieron que resulta un deber de Estado “mantener la debida vigilancia y adoptar medidas positivas que resguarden y protejan a dichos colectivos”, lo que motivó la decisión de disponer una medida de carácter general por la cual se prorroguen “hasta 31 de marzo del presente y/o hasta que la situación de aislamiento social, preventivo y obligatorio cese, todas las medidas cautelares o de protección judicialmente dictadas en causas abiertas”.
Y en cuanto a los mujeres, entendieron que quienes se encentran en situación de aislamiento social, preventivo y obligatorio, “pueden ver dificultado o imposibilitado el acceso a los medios habituales de comunicación y denuncia de situaciones de violencia de familiar y/o de género”, por lo que justamente se habilitaron y reforzaron las vías de comunicación.
