Charlie Hebdo
Editorial QUÉ, en la radio
Quién iba a pensar, que en este siglo XXI, en un país con democracia y tan chic, hacer humor gráfico sería una profesión de riesgo. Los terroristas asesinos mataron en nombre de un dios, pero dispararon gritando en francés.
Han pasado horas y la noticia no para de asombrar. Doce personas asesinadas en París, dos policías, dos oficinistas y ocho periodistas. Si hay censura es porque hay poder en las palabras, es porque hay inseguridad, es porque hay miedo. Unos locos aplicaron con balas la forma definitiva de silenciar.
El fanatismo llevado a su máxima y pésima expresión. Defender con balas una idea o un dios demuestra que esa idea o ese dios es indefendible.
El humor gráfico es una sátira de la política, de la vida, de la religión. Esa sátira pone en evidencia un mundo con tantas falencias que es imposible tomarse en serio. El humor gráfico allana el camino para que el mundo duela menos.
