Esa otra policía
Editorial QUÉ, en la radio
Muchos dicen que la Policía Bonaerense está entongada con las mafias, que hay connivencia con el delito, que los jefes son corruptos, que participan en cada negocio. Lo dicen propios y extraños, lo dicen políticos en campaña, lo dicen, se dice que se sabe y no hay grandes soluciones a la vista. Ante este panorama apareció también la necesidad de las Policías locales, que le esquiven a toda esa superestructura ya caduca y viciada.
Hace un mes que la Policía local salió a la calle con sus uniformes relucientes. Hace un mes que unos 700 jóvenes están para protegernos, para cuidarnos. Pasó un mes, solo un mes desde que están en las calles y un policía local tardó solo cerca de un mes para quedar envuelto en una causa por un delito. Lo acusan de haber hecho una entradera.
Y ante esto, la sensación de que es todo lo mismo, pero con distinto nombre. Ante esto la desconfianza de la Policía local ¿No conocen mejor a sus tan solo 700 efectivos? ¿Entre tan poca gente ya hay corruptos? ¿No hay preparación que alcance?
Parece que hay otra policía dentro de la policía, dentro de cualquier policía. Esa otra policía funciona en todos los niveles, todo el tiempo. Se entra, parece, por la misma puerta y también entran por vocación; vocación de delincuentes.
La Policía local arrancó hace un mes, la ciudad necesita confiar y para eso hará falta mejorarla, depurarla, y, sobre todo, que los policías no sean delincuentes o peor.
