Transición
Editorial QUÉ, en la radio
Estos días que vienen serán raros y “raro” es una palabra amplia, muy amplia para esto que es como una gran mudanza, una mudanza de gobierno, de ideas, de ideología, de políticas, de moral.
Como en toda mudanza, hay cosas que se pierden y otras que aparecen. El que se va deja mucho de lo que no le sirve, porque para qué tirarlo a la basura si total se puede hacer cargo el otro. Y el que viene, debería llegar con todo depurado, con lo que sí o sí tiene que utilizar, con lo que necesita.
Las transiciones son raras, son lentas, son paulatinas. Pero no acá, no en este país en donde solo faltan 15 días para tanto cambio y Cristina tiene que embalar toda la quinta de Olivos, Scioli dejar listo su despacho en La Plata y Pulti agarrar sus bártulos e irse de la Municipalidad.
Mientras tanto hay tantos que miran, tantos que lamentan, tantos más que disfrutan. Y están también los que de a poco dicen algo, esos que se encuentran siempre agazapados, que estuvieron años entre sombras y ahora vuelven a aparecer y a querer ejercer presión.
Si la transición no es en paz, qué nos queda para después.
