Terminaron la excavación sin rastros de Fernando Lario
Los investigadores dieron por finalizado el operativo montado en un predio ubicado camino a Batán sin hallar elementos o restos humanos que permitan avanzar con la búsqueda.
La excavación en un predio de Valle Hermoso en el marco de la búsqueda de Fernando Lario fue finalizada este jueves sin hallazgos de consideración en la continuidad de la causa que investiga su desaparición: más allá de la heladera encontrada este miércoles, los efectivos policiales y municipales no encontraron material de relevancia, como podrían haber sido restos humanos arrojados al pozo de 18 metros.
A casi ocho años de la desaparición del arquitecto en Mar de Plata y luego de cuatro días de excavación con maquinaria y de manera manual, este jueves dieron por terminado el operativo luego de haber llegado al final del mismo: basura como envases de gaseosas con fechas de vencimiento previas a la desaparición del arquitecto fue el límite de los investigadores para seguir excavando en el lugar.
De esa manera, tal como era una de las posibilidades, el pozo de 18 metros ubicado en la vera de la Ruta 88 camino a Batán fue una línea investigativa más en el marco de la causa que busca determinar el paradero del exprofesor de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
“No se encontraron restos. Se llegó hasta el fondo del pozo y lo que se encontró fue material orgánico, plásticos, otros residuos, inclusive con fechas anteriores a 2012″, señaló la fiscal a cargo de la causa, Andrea Gómez, en diálogo con Qué digital.
De todas maneras, la fiscal aclaró que a lo largo de la excavación extrajeron muestras de tierra para ser analizadas por la Policía Científica, aunque descree que pueda llegar a arrojar un resultado distinto al del operativo finalizado este jueves.
La investigación se había direccionado hacia ese pozo de la Ruta 88 luego de un testimonio recolectado en el marco de la causa que hablaba de la existencia del pozo en el que podría haber sido arrojado el cuerpo de Lario
Ante la consulta de Qué digital, los investigadores descartaron los recientes dichos del abogado de la familia Lario, Julio Razona, quien había afirmado que el testigo en cuestión había declarado que el cuerpo de Lario había sido arrojado a ese pozo “con una heladera”. Es que si bien se encontró una heladera en el pozo en ningún momento ese detalle formó parte de la declaración.
El operativo originalmente sobre el predio ubicado en un camino interno de la Ruta 88 a la altura del Aeroclub se había iniciado hace tres semanas a partir de la declaración de testigos que aportaron nuevos datos en la causa, que desde noviembre pasado encabeza la fiscal Andrea Gómez, tras tres cambios de fiscalías ocurridos a lo largo de los años.
A partir del trabajo realizado hace tres semanas centrado en el objetivo de poder encontrar alguna pieza ósea o ADN sobre el pozo molinero de unos 18 metros de profundidad y 1.20 de diámetro, los especialistas de la Policía Científica, la Policía Bonaerense, la Delegación Departamental de Investigaciones y entidades municipales, corroboraron que esa línea de investigación, en virtud de estos resultados, fue descartada, aunque la búsqueda del arquitecto continuará.
Cabe recordar que desde el pasado lunes personal del Ente Municipal de Vialidad (Emvial) y de Defensa Civil -con la presencia de la policía, la DDI y de integrantes del cuerpo de Riesgos Especiales de la fuerza- retomaron los trabajos en torno al pozo y comenzaron una excavación Así, este miércoles al mediodía fue hallada la heladera (tipo exhibidora) que fue retirada -además de otros objetos- y se continuó con la excavación, que finalmente se fue retomada este jueves para llegar al fondo del pozo.
LA DESAPARICIÓN DE FERNANDO LARIO Y LA CAUSA
El 6 de julio del 2012 Fernando Lario pasó la noche con su novia, Carmen. Al día siguiente, el sábado 7, ella lo llevó a la Facultad de Arquitectura, ya que ese día había elecciones del claustro docente. El arquitecto se despidió de Carmen, entró a la Facultad y volvió a comunicarse con ella cerca de las 13.45. Habló por teléfono más de 5 minutos.
Las cámaras de seguridad de la Universidad registraron a Fernando Lario minutos después mientras caminaba dentro del edificio. Subió a la sala de profesores, bajó dos pisos por las escaleras y se dirigió hacia el pasillo que conecta Arquitectura con la Facultad de Humanidades. Justo ese día una de las cámaras dejó de funcionar. “Desde entonces no se lo ve más a mi hermano”, relató su hermana Laura tiempo después. No tenía auto y su moto estaba en arreglo. Al día siguiente, una joven encontró el morral del arquitecto en la zona de Los Acantilados.
En noviembre de 2017, a más de cinco años de la desaparición, el caso avanzó con nuevas pistas recolectadas y los investigadores -en ese entonces encabezados por el fiscal Fernando Castro- centraron la hipótesis en un posible homicidio en ocasión de robo. Pero ese rumbo no logró mayores avances en el caso.
En recientes declaraciones respecto a su tarea, iniciada en noviembre del año pasado, la fiscal Gómez señaló que si bien se mantiene la calificación de “averiguación de paradero” ello representa “solamente lo que figura en la carátula”. “Yo lo trabajo desechando el suicidio, en este caso lo trabajo como si fuera un homicidio porque así se deben trabajar los protocolos de desaparición de persona aún habiendo pasado ocho años y aún así lo han tratado mis colegas. Se han hecho innumerables tareas investigativas tendientes a la ubicación ya del cuerpo y ahora de los restos del arquitecto”, sostuvo.
