Caso Melina Briz: 18 años de prisión para Troncoso
El Tribunal Oral en lo Criminal 4 resolvió por unanimidad condenar al asesino de la joven balcarceña por “homicidio simple”. Previamente habían desestimado los pedidos de absolución. La fiscalía y la querella habían solicitado 24 años.
Ariel Troncoso fue condenado a 18 años de prisión por el asesinato de la adolescente Melina Briz, ocurrido en febrero de 2012 en cercanías de Balcarce. Para el Tribunal Oral en lo Criminal 4 Troncoso es penalmente responsable de “homicidio simple”. La fiscalía y la querella habían pedido 24 años, mientras que la defensa pretendía conseguir la desestimación del proceso penal.
Los jueces Jorge Peralta, Alfredo De Leonardis y Gustavo Fissore fueron unánimes en la sentencia. Además se mostraron contundentes al rechazar el pedido de absolución de Troncoso que había presentado el abogado defensor César Sivo, quien en su alegato había argumentado que hubo coacción inherente por parte de la policía cuando Troncoso había declarado.
En la audiencia estuvo presente Ariel Troncoso y su defensora Romina Merino, ya que César Sivo no presenció la lectura de la sentencia. También asistieron el fiscal Rodolfo Moure, la abogada querellante Adelina Martorella, el papá y la mama de Melina Briz y amigas y otros familiares de la víctima.
Los jueces explicaron que la investigación tenía una hipótesis y que esta era independiente a que Troncoso haya estado o no en contra de su voluntad en la dependencia policial de Balcarce. Para los jueces, la hipótesis de los policías y las sospechas eran válidas y razonables y, al igual que lo mencionado por el fiscal y la querella, la confesión de Troncoso durante el juicio fue solo para sustentar el pedido de la defensa de desestimar el proceso penal.
Uno de los elementos para explicar por qué no desestimaron todo el proceso penal fue la Doctrina del descubrimiento inevitable. El tribunal explicó que la doctrina se centra en comprobar si se podía alcanzar el mismo resultado, en este caso encontrar el cuerpo de Melina Briz al que según la defensa la policía llegó solo a través de una confesión ilegal, por medios legales, con pruebas legales. Para los jueces, el hallazgo del cuerpo de la víctima era “inevitable”.
En la sentencia, entonces, se rechaza la absolución de Troncoso y queda demostrada su autoría en el asesinato de Melina y que la mecánica fue por estrangulamiento.
Como atenuantes aceptaron los que detalló el fiscal al mencionar que Troncoso no presentaba antecedentes y que tenía buen concepto dentro de su comunidad.
En cuanto a los agravantes, el rechazo principal fue sobre el crimen, que para los jueces no fue premeditado. Por esto es que la condena fue menor a la pedida por la fiscalía y querella, que ya habían desestimado en los alegatos el pedido de “homicidio agravado por alevosía“.
Los jueces rechazaron los pedidos del fiscal Moure de acusar a familiares de Troncoso por falso testimonio y el de decomisar el automóvil donde Melina fue asesinada. Asimismo, también rechazaron abrir una causa por falso testimonio para un empleado de una estación de servicio que declaró haber reconocido al auto, la chica y el asesino, ese viernes 10 de febrero de 2012.
La familia de Melina Briz atenta a la lectura de la setencia. (Foto Kito Mendes).
TRES AÑOS DE DOLOR
Silvia, la madre de Melina, está sentada, escucha los argumentos de la sentencia. Tiene una foto de su hija, la acaricia con el dedo gordo, la busca. En su otra mano un rosario y una estatuilla religioso. El gesto, tal vez involuntario, es el de hacer la señal de la cruz en cada momento. Está en silencio, con lágrimas en los ojos. A una silla de distancia se encuentra Horacio, papá de Melina, que soporta cómo los jueces vuelven a recrear con palabras el asesinato de su hija.
Otra es la situación de Troncoso. Que carraspea, tose, mira al piso o a su manos. No intercambia miradas con nadie, ni con jueces, fiscal, o familiares de Melina. Tose y mira sus manos, esas manos con las que estranguló a quien era su novia.
Luego de dos horas de lectura, en la sala retumba la sentencia: 18 años para Troncoso. Y ese clima de silencio tenso, impaciente y agónico se rompe en llantos gritos e insultos. “Hijo de puta, cobarde ¡morite!“, le grita una amiga de Melina a Troncoso al escuchar la sentencia.
“Pensé que mínimo le daban 20 años. Pero bueno, hay justicia”, dice Silvia, la mamá de Melina y agrega: “La justicia llegó luego de tres años y dos meses. Yo quería escuchar la palabra condenado, es triste, pero hay que conformarse con eso”.
“Esperábamos un poco más, lo que hizo fue un asesinato y lo venimos sufriendo hace tres años para llegar a esto. Yo recuperar, no recupero nada”, declara Horacio, papá de Melina y agradece a la abogada Martorella, por acompañarlo en su “momento más difícil”.
La abogada que acompañó a la familia de Melina, Adelina Martorella, sobre la sentencia dice: “Para la familia ninguna sentencia, ningunos años serían suficientes. Desde lo profesional estoy satisfecha”.
El fiscal Moure también se mostró satisfecho y destacó el trabajo hecho por el Tribunal, que rechazó la nulidad del proceso y “se adelantó a futuros argumentos al explicar que a pesar que se anule parte del proceso, todo lo demás es válido“.
