Crimen de la beba: piden ayuda para encontrar a los padres
La Fiscalía autorizó a difundir las fotos de Lucía Sosa y Héctor Javier Picart, acusados de “abuso sexual agravado seguido de muerte” de su hija de 11 meses. Solicitan cualquier información para dar con ellos.
La Justicia continúa con la búsqueda de Lucía Sosa y Javier Picart, quienes se encuentran prófugos acusados de haber abusado sexualmente y matado a su beba de 11 meses, y autorizó a que se difundieran sus imágenes.
Desde la Fiscalía Nº8 a cargo de María Isabel Sánchez –quien además investiga el crimen de Lucía– piden a la comuinidad que ante cualquier información que puedan aportar comunicarse al 911 o a la Dirección Departamental de Investigaciones 0223-4949848.
Lucía Sosa y Javier Picart están imputados por “abuso sexual agravado seguido de muerte“. Este lunes la autopsia practicada sobre la beba de 11 meses confirmó que había sido violada antes de morir.
A mediados de 2013 la misma pareja ya había perdido a otro bebé cuando tenía alrededor de seis meses de vida en circunstancias que no quedaron claras y a raíz de eso perdieron la tenencia de otros tres hijos.
De acuerdo a las primeras informaciones, Lucía Sosa –quien se encuentra nuevamente embarazada- y Javier Picart desaparecieron el viernes de su casa, poco después de que trascendiera que la fiscalía había decidido investigar a la pareja, luego de que la autopsia confirmara el abuso sexual de la menor.
Lucía Sosa y Javier Picart no son ajenos a los medios. Su historia trascendió a fines de 2014 cuando comenzaron a reclamar la custodia de tres de sus hijos, tras la muerte de una bebé de alrededor de seis meses en 2013, en circunstancias poco claras. En ese entonces, la pareja tuvo el acompañamiento de la ONG En Red, que había realizado una campaña para reclamar que la Justicia de Familia volviera a poner a los niños al resguardo de sus padres.
En una entrevista con QUÉ, la pareja había denunciado “violencia y discriminación institucional”, dado que al momento de la muerte de la bebé los médicos aseguraron haber encontrado cocaína en la sangre de la pequeña, pero en cuatro autopsias no fueron hallados los rastros de esa sustancia.
