Desbarataron una banda que cometía salideras y robos
Cuatro personas fueron detenidas y hay dos prófugos. Además, otra persona quedó a disposición de la Justicia. En los últimos seis meses fueron cometidos al menos nueve delitos. Uno de los detenidos es un dirigente vecinal.
Tras seis meses de investigación, y en el marco de un trabajo llevado adelante por la Fiscalía Nº 13 y la Coordinación Departamental de Investigaciones (CDI) esta semana fue desbaratada una banda que se dedicaba a cometer salideras bancarias y robos. En ese contexto, cuatro personas fueron detenidas y otras dos se encuentran prófugas, acusadas de cometer al menos nueve hechos. Además, otra persona quedó a disposición de la Justicia por tenencia de arma de guerra y encubrimiento. El líder de la banda es un dirigente vecinal del barrio San Antonio.
De acuerdo a lo que explicó el fiscal a cargo de la pesquisa, Mariano Moyano, la investigación comenzó en mayo de este año a partir de un robo que se registró en una vivienda ubicada cerca de Sierra de los Padres y que fue perpetrado por integrantes de la denominada “Banda de los Juárez”.
En ese contexto, y a partir de la intervención de teléfonos celulares y de las tareas llevadas adelante en conjunto con el gabinete de robos agravados de la CDI (incluidos siete allanamientos) se logró la identificación de las seis personas -Martín Ismael Juárez, Marcelo Sáez López, Martín Claudio Marcet, Abel Pérez Toledo, Miguel Ángel Juárez, Diego Armando Juárez– quienes se dedicaban a cometer estos hechos.
Según se informó, los cuatros detenidos y dos prófugos están imputados por asociación ilícita, robo agravado y encubrimiento; dos de ellos tienen antecedentes penales y pedidos de captura, uno de ellos por un homicidio. Además, quien fue identificado como el líder de la banda, Martín Juárez, fue reconocido también como un dirigente vecinal del barrio San Antonio quien se postulaba a presidir la sociedad de fomento e incluso tenía vínculos con un funcionario municipal, cuyo nombre no fue revelado para evitar “entorpecer la causa”.
“Estas personas conformaban una asociación ilícita para cometer delitos contra la propiedad, salideras bancarias, robos en comercios y de vehículos en la vía pública con el agravante de que se les exigía a los propietarios de los vehículos la entrega de 30 mil o 40 mil pesos para devolverles el rodado y se les decía que si no pagaban el rodado iba a ser desguazado”, explicó Moyano.
A su vez, y en lo relativo a los allanamientos, el fiscal precisó que durante los siete procedimientos que se concretaron a fines de la semana pasada, además de secuestrarse vehículos, documentación, un arma y elementos de comunicación, también fue aprehendida otra persona -Ángel Rosendo Pérez- que tenía una pistola 9 milímetros con pedido de secuestro. Respecto a este aprehendido, la Fiscalía de Flagrancia le imputó el delito de tenencia ilegal de arma de guerra y encubrimiento.
En cuanto a la modalidad que utilizaba la “Banda de los Juárez”, la misma variaba de acuerdo al delito. En todos los casos, sin embargo, los integrantes de la asociación ilícita utilizaban la frecuencia policial. Incluso en uno de los videos y de las escuchas que forman parte de la investigación se puede escuchar a una de las personas mencionar que su tarea era “escuchar la música”, es decir, estar atento a la frecuencia policial.
LA NECESIDAD DE ENCRIPTAR LA FRECUENCIA
“Para nosotros esto es un nuevo ejemplo de que es necesario en el combate por la seguridad que los que tienen la responsabilidad encripten la frecuencia policial para evitar que estas bandas sigan operando”, sostuvo Moyano, quien además dijo que por estas horas se trabaja intensamente para dar con las dos personas que se encuentran prófugas.
Finalmente, desde la Fiscalía Nº 13 y la CDI le solicitaron a quienes hayan sido víctimas de robos de vehículos y hayan pagado el dinero pedido por los delincuentes que se acerquen tanto a la sede de la Fiscalía, en el octavo piso del edificio de Tribunales, como a la de la CDI, en Tucumán y Brown, para prestar declaración, ya que “fueron víctimas no solo de un robo sino también de la exigencia ilegítima de dinero”.
