Jueves 25 de abril | Mar del Plata
08/04/2019

El represor que quería salir a caminar y lo mandaron a usar una cinta

Fortunato Valentín Rezett cumple penas a perpetua y 25 años con prisión domiciliaria. Al argumentar “razones de salud” le solicitó a la Justicia salir a caminar tres veces por semana, lo cual le fue rechazado.

El represor que quería salir a caminar y lo mandaron a usar una cinta
(Foto: Marcelo Núñez)

El ex coronel Fortunato Valentín Rezett fue condenado por delitos de lesa humanidad a la pena de prisión perpetua en 2011 y a 25 años en 2012, y actualmente cumple sus penas en prisión domiciliaria. En los últimos días, y al alegar “razones de salud” le pidió a la Justicia de Mar del Plata poder salir a caminar tres veces por semana, algo que le fue rechazado. El juez remarcó que la actividad física puede concretarse cuando se traslada a atenciones médicas autorizadas o bien realizarse en su casa con elementos mecánicos, como una cinta caminadora.

La resolución ante la presentación realizada por la defensa de Rezett se produjo en los últimos días a cargo del juez del Tribunal Oral Federal y de ejecución penal, Roberto Falcone, y se centró en analizar el pedido para que el represor sea autorizado a realizar caminatas tres veces por semana por el lapso de una hora por “razones de salud” y para ello fue presentada una prescripción médica.

Si bien desde el Ministerio Público Fiscal plantearon antes de resolver su postura que se de intervención al Cuerpo Médico Forense a fin que se expida respecto al modo de la actividad física requerida, el juez entendió que “en virtud a la pena impuesta y la morigeración dispuesta para su cumplimiento –prisión domiciliaria-, la autorización requerida, desvirtuaría el régimen de prisión domiciliaria concedido y enerva el control que el suscripto debe ejercer sobre la ejecución de la condena que le fuera enrostrada”.

“Los egresos del domicilio deben ser excepcionales, limitados y debidamente autorizados”, sostuvo el magistrado.

Y sobre el caso concreto expuso que “la realización de la actividad física aconsejada por el médico tratante puede llevarse a cabo en oportunidad de efectivizarse los traslados periódicos (en Capital Federal) al Instituto Kinesiológico Especializado y al servicio de psiquiatría del Hospital Militar Central -mientras perduren sendos tratamientos- o (ser) suplida por ejercicios aeróbicos y/o elementos mecánicos tales como cinta caminadora o bicicleta fija en su domicilio”.

Fortunato Valentín Rezett fue condenado por Tribunal el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata el 18 de febrero de 2011 a la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio doblemente calificado por alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas en perjuicio de Ana Lía Delfina Magliaro.

La víctima había sido secuestrada en La Plata el 19 de mayo de 1976, llevada hasta la zona metropolitana, donde estuvo detenida en los centros clandestinos de detención El Vesubio (en La Tablada) y en la comisaría 34° de la Capital Federal. Luego fue trasladada por personal del Ejército hasta la AADA 601, en Mar del Plata. Allí fue recibida por Valentín Rezett. Y casi un mes después, el 2 de septiembre, su cuerpo fue encontrado acribillado en la vía pública, en el barrio Constitución. El cadáver de Magliaro tenía varios impactos de bala, y en su boca llevaba marcas posiblemente de tela adhesiva por haber estado amordazada. Además, el cuerpo daba cuenta de hematomas en las muñecas, el pecho y la vagina, y las marcas de quemadura de la picana eléctrica.

Por otro lado, Rezett fue condenado a 25 años de prisión en 2012 en el marco de la primera parte de la causa por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención “La Cueva”.

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08/04/2019