Femicidio barrio Belgrano: “Le decíamos que lo denunciara”
El tío de Elizabeth Maciel dijo que la pareja de su sobrina, Héctor Llanos, era violento y que más de una vez la había golpeado. Según sus familiares, el mismo día que la mujer fue asesinada iba a dejar al hombre que la mató.
Los familiares de Elizabeth Maciel, la mujer que fue asesinada el viernes a la tarde por su pareja Héctor Llanos en su casa del barrio Belgrano, dijeron que “el hombre era violento” y que más de una vez le habían dicho a la víctima “que lo denunciara”, sin embargo no constan denuncias contra él por violencia. Este nuevo femicidio en la ciudad dejó una mujer de 29 años muerta, a dos nenas de 2 y 7 años sin su madre y a todo un barrio que reclama justicia.
El viernes, alrededor de las 18, José se encontraba en su casa en la calle 230 y Tripulantes del Fournier. Fue sorprendido por su sobrina nieta, la hija mayor de Elizabeth, que fue corriendo a buscarlo porque su mamá estaba discutiendo con su pareja y la nena otra vez había escuchado gritos, golpes e insultos.
José intentó calmar a la nena. Esta situación ya se había repetido en más de una ocasión, pero como su sobrina nieta seguía asustada la acompañó hasta la casa de su mamá, a unos treinta metros de donde estaban, por la calle 230, cruzando Tripulantes del Fournier.
Cuando José llegó a la casa de Elizabeth la puerta estaba cerrada con llave. La llamó, pero no respondía nadie. Cuando empezaba a preocuparse y desesperarse un patrullero llegó. Junto con la policía entraron a la casa y vio el peor escenario imaginable: Elizabeth, su sobrina, yacía en el piso del baño, cubierta de sangre. Estaba muerta.
Héctor Llanos no estaba en el lugar, tras discutir con Elizabeth la apuñaló en el cuello, con una tijera y se fue del lugar. A las pocas cuadras un patrullero del Comando de Prevención Comunitaria lo vio, estaba ensangrentado y con una herida cortante en el brazo. Primero dijo que lo habían robado y después, le habría confesado lo que hizo a la policía, quienes pidieron refuerzos para revisar el lugar.
“Nosotros le decíamos que lo tenía que denunciar”, dice José sin poder procesar lo que le pasó a su sobrina, mientras mira como policías de diferentes áreas entran y salen de la casa donde ocurrió el crimen. “Era un tipo violento, le pegaba, la maltrataba”, remarca.
Según cuenta José, Elizabeth estaba cansada de la situación y pensaba dejar a Héctor ese mismo viernes. Si bien la casa era suya, pensaba abandonar el lugar con tal de no seguir viviendo con el hombre que la terminó asesinando, porque, según sus familiares, el sujeto se negaba aceptar una ruptura y abandonar el lugar.
Los familiares creen que la discusión se pudo haber originado justamente porque Elizabeth intentó dejarlo. Aunque imposible asegurarlo.
José dice que ahora el “asunto” pasa por las nenas, que tienen 2 y 7 años. El asunto pasa por contenerlas, por contarle al padre de ellas lo que sucedió y porque se haga justicia. “Este tipo no tiene que salir más de la cárcel, nos arruinó”, dice el hombre.
