Femicidio de Valeria Britez: condenan a perpetua a Escott
La resolución del Tribunal Oral N°2 fue en sintonía con el pedido de la fiscalía. La mujer de 34 años fue asesinada de un disparo en la cabeza en noviembre de 2016 por su pareja.
A 22 meses del femicidio, Walter Escott fue condenado este miércoles a la pena de prisión perpetua por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº2 por haber asesinado de un disparo en la cabeza a su pareja, Valeria Britez, de 34 años, en noviembre de 2016. La resolución de los jueces se produjo en sintonía con lo pedido por la fiscalía y en rechazo al argumento de la defensa de pedir una pena menor al querer demostrar que el disparo se produjo de manera “accidental”.
En el marco del juicio iniciado la semana pasada, los jueces Alexis Simaz, Néstor Contiy Roberto Falcone dieron a conocer este miércoles la sentencia que condenó a Escott a la pena de prisión perpetua. El hombre al momento del hecho gozaba del beneficio de la libertad asistida en el marco de una condena por robo y hasta semanas antes había tenido vigente una orden de restricción, pedida por la víctima.
La fiscalía, representada por Fernando Berlingeri –en reemplazo de quien realizó la instrucción, María Isabel Sánchez-, había pedido en su alegato que Escott fuera condenado a perpetua bajo la acusación de homicidio agravado por el vínculo y por ser un femicidio.
Por su parte, el defensor oficial, Eduardo Carmona, había solicitado una pena inferior al alegar que el disparo que terminó con la víctima de la mujer se había producido de manera “accidental” en el marco de una discusión.
EL HECHO
En el marco de una relación que había sido conflictiva y violenta, en la noche del lunes 14 de noviembre de 2016, en Soler al 10.900, Escott le efectuó un disparo en la cabeza a Valeria, quien falleció en el momento. De acuerdo al resultado de la autopsia, la víctima recibió un “disparo abocado”: su pareja le apoyó el arma en la cabeza y le disparó de manera directa, por lo que su muerte fue prácticamente inmediata.
Escott estuvo prófugo hasta el domingo siguiente a la noche, cuando finalmente lo detuvieron en la zona sur de la ciudad mientras iba en su auto, en el cual “vivía” desde ocurrido el femicidio.
Escott ya tenía antecedentes violentos: gozaba del beneficio de la libertad asistida por un delito contra la propiedad privada -robo agravado por uso de arma y en poblado y en banda- por el que había sido condenado a cinco años de prisión, de los cuales cumplió gran parte en el Penal de Batán. Seis meses antes del vencimiento de su condena, el Juzgado de Ejecución Nº 1 decidió otorgarle este beneficio.
Por otro lado, hasta el 3 de octubre de ese mismo año había tenido una orden de restricción para no acercarse a Valeria, tras la presentación de una denuncia por violencia de género bajo la órbita del Juzgado de Familia Nº 2.
