Femicidios: cinco juicios en 2018, cuatro condenas a perpetua
Cinco debates orales se llevaron a cabo durante 2018 bajo la acusación de femicidio. Los casos de Valeria Britez, Analía Aros, Analía Núñez y Jimena Silva terminaron con la máxima pena mientras que el de Lucía Pérez marcó una fuerte polémica.
Cinco casos llegaron a juicio durante 2018 en Mar del Plata bajo la acusación fiscal de femicidio. Cuatro de ellos, ocurridos entre noviembre de 2016 y abril de 2017, terminaron con condenas de prisión perpetua para cada uno de los acusados y el de Lucía Pérez -que alcanzó dimensión internacional- culminó con la absolución de los dos acusados por ese delito, ya que los jueces descartaron la existencia de violencia de género y contra la mujer en su muerte.
En el año en el que los reclamos del colectivo de mujeres se impuso en la realidad nacional y también local, en los tribunales de Mar del Plata fueron cincos los casos que llegaron a juicio bajo la figura acusatoria de femicidio y cuatro de ellos terminaron con la imposición de la pena de prisión perpetua para las parejas de las víctimas: Walter Escott fue condenado por el femicidio de Valeria Britez; Hugo Orlando Gutiérrez -que intentó hacer pasar el homicidio como un suicidio-, por el de Analía Aros; Lucas Espíndola -que también intentó simular un suicidio tras el asesinato-, por el de Analía Núñez; y Héctor Nahuel González por el de Jimena Silva.
En todos estos casos los fiscales Fernando Berlingeri, Leandro Arévalo y Andrea Gómez habían mantenido a lo largo de la causa la acusación por femicidio y habían pedido en cada uno de los juicios la pena de prisión perpetua, la única prevista para este delito.
Por su parte, en el caso de Lucía Pérez y tras haber llegado a juicio acusados por los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por resultar la muerte de la persona ofendida y favorecido por el suministro de estupefacientes en concurso ideal con femicidio, Matías Farías y Juan Pablo Offidani fueron absueltos por esa acusación, aunque sí fueron condenados a ocho años de prisión por venta de drogas a menores de edad.
VALERIA BRITEZ
Walter Escott fue condenado en septiembre a la pena de prisión perpetua por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº2 -compuesto por los jueces Alexis Simaz, Néstor Contiy Roberto Falcone- por haber asesinado de un disparo en la cabeza a su pareja, Valeria Britez, de 34 años, en noviembre de 2016.
En el marco de una relación que había sido conflictiva y violenta, en la noche del lunes 14 de noviembre de 2016, en Soler al 10.900, Escott le efectuó un disparo en la cabeza a Valeria, quien falleció en el momento. De acuerdo al resultado de la autopsia, la víctima recibió un “disparo abocado”: su pareja le apoyó el arma en la cabeza y le disparó de manera directa, por lo que su muerte fue prácticamente inmediata. Escott estuvo prófugo hasta el domingo siguiente a la noche, cuando finalmente lo detuvieron en la zona sur de la ciudad mientras iba en su auto, en el cual “vivía” desde ocurrido el femicidio.
El acusado ya tenía antecedentes violentos: gozaba del beneficio de la libertad asistida por un delito contra la propiedad privada -robo agravado por uso de arma y en poblado y en banda- por el que había sido condenado a cinco años de prisión, de los cuales cumplió gran parte en el Penal de Batán. Seis meses antes del vencimiento de su condena, el Juzgado de Ejecución Nº 1 decidió otorgarle este beneficio. Por otro lado, hasta el 3 de octubre de ese mismo año había tenido una orden de restricción para no acercarse a Valeria, tras la presentación de una denuncia por violencia de género bajo la órbita del Juzgado de Familia Nº 2.
ANALÍA AROS
Hugo Orlando Gutiérrez, el hombre que en marzo de 2017 estranguló y mató a Analía Florencia Aros -de 36 años- y luego intentó hacer pasar el hecho como un suicidio fue condenado a la pena de prisión perpetua por el femicidio en el marco del juicio realizado entre septiembre y octubre en el Tribunal Oral en lo Criminal N°2
De acuerdo a la investigación, el 21 de marzo de 2017 Hugo Gutiérrez ahorcó con un cable a Analía hasta matarla en el interior de la casa ubicada en French al 8100, donde ingresó alrededor de las 9.30 de la mañana de aquel día. El hombre luego de asesinarla la colgó en otro cuarto de la vivienda para simular un suicidio y así lo denunció ante la Policía por lo que el caso comenzó a investigarse como si se tratara de un suicidio. Sin embargo, tras el informe preliminar de los peritos desde la fiscalía establecieron que la víctima no se había quitado la vida sino que había sido ahorcada por lo que fue detenido.
“Analía se encontraba en su vivienda en construcción refugiándose en el contexto de violencia que vivía con este señor”, resumió la abogada que representó a parte de la familia de la víctima durante el debate. Inicialmente los investigadores supieron que Gutiérrez había sido denunciado por Analía horas antes por un episodio de violencia. Además, contaba con otras denuncias por violencia de género en 2012 y 2013 por parte de una expareja, con quien tiene tres hijos. Tras conocerse la decisión de los jueces, la mamá y las hermanas de Analía se abrazaron, sumamente emocionadas, y expresaron la tranquilidad de saber que se hizo justicia.
ANALÍA NUÑEZ
Lucas Espíndola, el hombre que en abril de 2017 ahorcó y mató a su pareja Analía Núñez -de 38 años- y luego intentó hacer pasar el hecho como un suicidio, fue condenado en noviembre a la pena de prisión perpetua por el Tribunal Oral en lo Criminal N°3, compuesto por los jueces Mariana Irianni, Juan Manuel Sueyro y Ana Fernández.
El hecho ocurrió el 27 de abril de 2017 en una vivienda del barrio Libertad, en Bolivia al 500. Inicialmente, la policía llegó al lugar luego de que el joven requiriera la presencia de efectivos tras asegurar haber hallado ahorcada a su pareja adentro de la vivienda. Según declaró, la joven estaba deprimida por lo que inicialmente se presumió que se trataba de un suicidio.
Sin embargo, cuando los peritos realizaron la inspección del cuerpo correspondiente a partir de su hallazgo sin vida, surgieron dudas respecto a la mecánica del hecho. Y luego las distintas pericias terminaron de confirmar que se había tratado de un homicidio: Espíndola la tomó del cuerpo, le colocó una soga en el cuello y le provocó la muerte por ahorcamiento.
JIMENA SILVA
Héctor Nahuel González, el joven de 27 años que llegó a juicio acusado de haber ahorcado con un lazo y matado a su pareja, Jimena Silva –de 20 años- en febrero de 2017, fue condenado en diciembre a la pena de prisión perpetua por el Tribunal Oral en lo Criminal N°1, compuesto por los jueces Pablo Viñas, Aldo Carnevale y Facundo Gómez Urso.
El cuerpo Jimena Silva fue encontrado el 22 de febrero de 2017 por la tarde en el Bosque Peralta Ramos, envuelto en una frazada y con signos de violencia y por el crimen la policía detuvo a los pocos minutos a González. El hallazgo se produjo en Don Arturo y Las Marías, cuando un grupo de personas vio el cuerpo de una mujer e inmediatamente llamó a la policía.
González era pareja de la víctima desde hacía cuatro años y tenía antecedentes de denuncias por violencia de género. Incluso, años antes había sido condenado y cumplido una pena menor en el marco de una causa por un robo en grado de tentativa y violencia de género que había denunciado la propia víctima. “Se cansaba de pegarle”, expresaron sus familiares, conmocionados, horas después del hecho y recordaron que luego de aquella condena, González y Jimena habían vuelto a estar juntos, en medio de un constante círculo de violencia de género.
LUCÍA PÉREZ
La existencia o no de violencia de género y contra la mujer y, en ese contexto, de un abuso sexual fue, tal como era previsible, la clave en la que se centró la sentencia que en noviembre dieron a conocer los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Mar del Plata en el marco del juicio que se llevó a adelante por el crimen de la adolescente Lucía Pérez (16), ocurrido en octubre de 2016, y tras el que fueron condenados a ocho años de prisión dos de los tres acusados pero solo por venta de droga, ya que los absolvieron por la acusación central. Para los magistrados, “no existieron elementos probatorios que permitan señalar que Lucía se encontraba en una situación de subordinación o vulnerabilidad”, “todo fue perfectamente querido y consentido” y “no ha existido ni violencia física, psicológica ni mucho menos cosificación“.
En un fallo que despertó numerosas críticas por parte de distintos sectores -teniendo en cuenta la trascendencia del hecho y el cuestionado desempeño de la fiscal inicial, María Isabel Sánchez- los jueces dejaron en claro que los imputados no fueron absueltos “por una cuestión de duda sobre lo que hicieron, sino porque la prueba ha ofrecido claridad en torno a la inexistencia de un abuso sexual con acceso carnal y de una responsabilidad (imputación) por la muerte de Lucía”.
Concretamente, los jueces condenaron a ocho años de prisión y multa de $135 mil a Matías Farías y a Juan Pablo Offidani por el delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad y en inmediaciones de un establecimiento educativo” y los absolvieron de la acusación del delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado por resultar la muerte de la persona ofendida y favorecido por el suministro de estupefacientes en concurso ideal con femicidio”. En ese sentido, señalaron que fueron absueltos de esos delitos “por no haber probado la acusación que ese hecho hubiera existido”. Por su parte, a Alejandro Maciel lo absolvieron, tal como había pedido la fiscalía, a partir de no haberse acreditado la acusación de “encubrimiento agravado”.
Si bien no fue bajo la calificación de femicidio, durante 2018 y diecisiete años después del brutal crimen de Natalia Melmann se abrió un nuevo capítulo en la dolorosa y desesperada búsqueda de Justicia por el homicidio de la adolescente, cometido en 2001 en Miramar cuando el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°4 -integrado por los jueces Juan Manuel Sueyro, Fabián Riquet y Jorge Peralta- decidió absolver a Ricardo Panadero, el cuarto policía acusado de participar del secuestro, violación y homicidio de la joven.
Según expusieron los magistrados, al “no haberse acreditado la acusación fiscal” durante el debate -debido a la existencia de “múltiples contradicciones” y al no haberse podido comprobar que el ADN hallado en el cuerpo de Natalia fuera del policía- no se probó “su coautoría en los hechos”.
Panadero había llegado al juicio acusado de ser autor de los delitos de privación ilegal de libertad, abuso sexual agravado y homicidio doblemente agravado por la participación de dos o más personas y criminis causa.
El de Natalia Melmann -que tras haber sido torturada y violada fue brutalmente asesinada en Miramar en 2001- fue uno de los crímenes más conmocionantes de la época. En octubre de 2002 los policías Oscar Echenique, Ricardo Anselmini y Ricardo Suárez fueron condenados a perpetua al ser considerados “coautores de los delitos de privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía y en concurso de dos o más personas para asegurar el resultado”.
