Homicidio en el barrio Jorge Newbery: los primeros indicios de la investigación
Los testimonios de vecinos y clientes de la víctima, los últimos movimientos de la hija y el yerno de la mujer asesinada y las cerraduras sin forzar, las claves de la reconstrucción de los hechos.
El asesinato de una mujer de 64 años en el barrio Jorge Newbery ocurrido este martes ya tiene dos aprehendidos, la hija y el yerno de la víctima, y con ellos unos primeros indicios y testimonios que por el momento guían la investigación y los convierten en los únicos sospechosos. Los testimonios de vecinos y clientes de la víctima y los últimos movimientos de los detenidos, en la mira de los investigadores.
Cuando el esposo de Mabel Brazuna llegó de trabajar a las 15 y encontró el cuerpo sin vida de su mujer con un disparo en la cabeza en un pasillo interno del domicilio de Bolívar al 8500 -donde además se encuentra la despensa que administra la pareja-, habían pasado unas tres horas desde el último cliente que había sido atendido en el lugar. Lo que pasó en ese lapso de tiempo es materia de investigación, aunque las primeras líneas que persigue el fiscal Juan Pablo Lódola parecen ser claras.
Por un lado, el desorden que presentaba la vivienda y la despensa, pero sobre todo el faltante de importantes cantidades de dinero de la caja en la que depositaba la pareja sus ahorros hizo que la fiscalía imponga la carátula de homicidio en ocasión de robo.
No obstante, en los primeros peritajes las aberturas del domicilio no estaban forzadas, e incluso encontraron las llaves tiradas en el pasillo interior de la despensa, lo que para los investigadores es indicio de que la víctima abrió voluntariamente la puerta a su o sus victimarios.
En cuanto al disparo, a pesar de tratarse de un arma de grueso calibre (que aún no fue encontrada), por el lugar concreto en el que fue hallado el cuerpo, los investigadores suponen que el ruido pudo haber sido contenido por las paredes del domicilio y la despensa, lo que dificultó a los vecinos advertir lo que pasó.
Las sospechas recaen directamente sobre la hija y el yerno de la mujer asesinada, a quienes por lo menos dos vecinos aseguran haber visto alrededor de las 14 en la esquina de la despensa, a pesar de que viven en otro barrio de la ciudad y que según las primeras averiguaciones no habrían tenido la mejor relación con la víctima. Incluso, cuando ya estaba trabajando la Policía en el lugar ambos jóvenes de 33 y 30 años se hicieron presentes en la despensa y fueron entrevistados por los oficiales.
Fue en ese momento cuando uno de los policías advirtió que el yerno tenía en sus zapatillas marcas de sangre y, sumada a la sospecha inicial, ambos quedaron aprehendidos y en las próximas horas se les tomará declaración formal ante la Justicia.
A la espera de los resultados de la autopsia que se practica esta tarde, otros estudios que el fiscal aguarda son los que determinarán si la sangre en el calzado pertenece a la víctima, como también los resultados de la prueba de dermotest para comprobar si alguno de los dos tiene restos de pólvora en sus manos y conocer también si ambos presentan signos de violencia producto de un enfrentamiento con la víctima.
