Jueves 28 de marzo | Mar del Plata
16/09/2015

Juicio por jurados: declararon inocente al “bueno”

Echarry fue considerado no culpable por 11 votos contra 1. En su alegato el fiscal había cambiado su acusación de “homicidio agravado” a “exceso en la legítima defensa”, mientras que la defensa había pedido la inculpabilidad.

Juicio por jurados: declararon inocente al “bueno”
El jurado 187 fue el presidente y el encargado de leer el veredicto. (Fotos: QUÉ Digital)

-Le pregunto al jurado ¿llegaron a un veredicto?

-Sí, llegamos. Nosotros, el jurado, encontramos al acusado no culpable.

El primer juicio por jurado de Mar del Plata terminó y los doce vecinos encargados de juzgar si Roberto Echarry había matado a Faustino González en el marco de la legítima defensa o no llegaron a la conclusión, en 11 votos contra 1, que el imputado es inocente de los cargos.

Dicho el veredicto, estallaron los llantos. Lloró Echarry, lloraron sus familiares, lloraron miembros del jurado y también de la defensa. Los flashes, instintivamente apuntaron a Echarry quien no pudo contenerse y habló:

No lo esperaba, sabía que la gente buena no iba a fallar. Para mí son todas buenas personas, tampoco esperaba estar enjaulado. No sé si lo merezco, pero me pasó. Yo estoy arrepentido todavía, era un ser humano igual. Le agradezco a todos”, dijo Roberto Echarry.

En las tres jornadas que duró el debate, se había ventilado, desde diferentes ópitcas, que Echarry es “buena persona” y que “no merecía” ir a la cárcel.

También hubo hechos objetivos para que la ley se aplicara, pero las emociones estuvieron siempre flotando en el recinto donde se llevó a cabo el juicio. Un recinto demasiado incómodo para este tipo de juicios, en el que se necesita más espacio para los jurados y también para familiares y personal de seguridad. Esto es algo que la Justicia deberá reveer a futuro.

Echarry llegó al juicio con arresto domiciliario y se fue en libertad, como un hombre “bueno”.

JUICIO POR JURADOS ACUSADO

Roberto Echarry rompió en llanto al lado de su abogada Romina Merino, quien se mostró conmovida.

QUE EL BUENO NO VAYA A LA CÁRCEL, PERO PAGUE

En su alegato final, el fiscal Marcos Pagella, había explicado que en el juicio “se vivieron situaciones atípicas”. “No hay familiares de la víctima pidiendo justicia, Echarry admitió que mató a González y el fiscal no es un inquisidor que apura al testigo, que busca generar errores”.

“No les pido que condenen a una persona buena que mató a otra mala. No es fácil hacer eso”, aseguró el fiscal dirigiéndose a los jurados. “No pido que manden al bueno a prisión, a alguien que había soportado décadas de agresión. Mandarlo preso a Echarry, por su edad, sería para toda la vida”, argumentó.

Es innegable que hubo calvario, que González maltrató toda su vida a su familia, que Echarry fue el sostén de los hijos de González. No puedo decir que González no abusó sexualmente de su hija, que abandonó a sus hijos, que agredía a su mujer”, continuó Pagella, quien no pudo esquivar a seguir en el terreno de “buenos y malos”.

En un terreno técnico, Pagella consideró que “ante la agresión de González, Echarry tenía tres opciones: irse del lugar, que no podía por el tamaño de González; defenderse con la pala, ocasionando un menor daño; usar el revólver y en vez de tirar al pecho tirar a otro sector”.

Echarry se excedió en los límites para defenderse. Lo más justo es condenarlo por ´homicidio agravado por el uso de arma de fuego con exceso en la legítima defensa´”, determinó el fiscal, quien cambió la calificación con la que había iniciado el juicio, que era la de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.

“Con eso tendrán la conciencia tranquila, sabiendo que un hombre bueno no fue condenado injustamente, pero sabiendo que Echarry responde a la ley”, les dijo el fiscal finalmente a los jurados.

ABSOLVER AL BUENO, EL CASTIGO DE LA PROPIA CONCIENCIA

El abogado defensor, César Sivo, había adelantado que “el caso no merecía otra alternativa que la no culpabilidad del acusado“, y en esa línea sostuvo su alegato.

No pudimos alejarnos de las emociones en este juicio de historias devastadoras. Pero no les pido que lo absuelvan por las emociones, sino por la justicia”, dijo Sivo en el comienzo de su alegato y agregó: “Hoy la sanción Echarry la tiene en su conciencia”.

En estos conceptos de buenos y malos, González estuvo preso y desde que salió de la cárcel desató un infierno en la casa. Violó a su hija, golpeó a sus hijos y su esposa y no paró de beber. No se cansó de buscar que lo mataran”, explicó el abogado defensor ante la mirada de los doce jurados titulares y los seis suplentes.

JUICIO POR JURADOS ABOGADO DEFENSOR CESAR SIVO

El abogado defensor, César Sivo.

No vinimos a construir un monstruo, existía. González era así”, aseguró Sivo y sostuvo que el 12 de agosto, cuando Echarry mayó a González, sucedió “entre la búsqueda de muerte de uno y la acumulación de dolor de otro”.

El abogado defensor “celebró” la objetividad del fiscal Pagella y aseguró que “no hay duda de que hay que declarar la no culpabilidad de Echarry”.

En un plano técnico, dijo que “sin dudas hubo agresión ilegítima de González, no hubo provocación por parte de Echarry” y que “no había hipótesis de peligro, había peligro concreto”.

Echarry no podía huir, y la pala no se le ocurrió que era para defenderse, era su objeto de trabajo. El revólver no era la mejor opción, era la única. No tiró a matar, tiró, tiró dos tiros. El segundo puede ser de rabia, pero después buscó una ambulancia y se entregó”, explicó el César Sivo.

No es un juego emocional, es un juego racional de pruebas. El castigo de Echarry es llevar en su vida el sentimiento de que mató a una persona”, finalizó su alegato Sivo, con una retórica que buscaba la razón, pero apuntó a los sentimientos del jurado.

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16/09/2015