Juzgan a pareja acusada de abusar y matar a su hija de 11 meses
Javier Picart y Lucía Sosa comenzaron a ser juzgados por el Tribunal Oral N°3 por el hecho ocurrido en octubre de 2016. La discusión se centrará sobre si existió o no abuso sexual.
A mediados de noviembre de 2016 una bebé de once meses murió en el Hospital Materno Infantil, luego de tres días de internación. La menor registraba varios ingresos por distintos motivos al nosocomio y sus padres en 2013 ya habían perdido a otro bebé cuando tenía alrededor de seis meses de vida en circunstancias poco claras. Cuando la Justicia ordenó la realización de una autopsia, el estudio dio cuenta de signos de abuso sexual y maltrato infantil. Desde ese momento los padres, Javier Picart y Lucía Sosa, se encuentran detenidos y este lunes comenzaron a ser juzgados acusados de “abuso sexual gravemente ultrajante agravado seguido de muerte”.
El Tribunal Oral en lo Criminal N°3 -integrado por los jueces Juan Manuel Sueyro, Fabián Riquert y Mariana Irianni- empezó a juzgar a los padres de la bebé de once meses, que se encuentran detenidos desde el 17 de octubre de 2016. La acusación está a cargo del fiscal Fernando Berlingeri -que reemplazó a María Isabel Sánchez tras un pedido de licencia psiquiátrica- y la defensa de la pareja la lleva adelante Laura Solari.
El principal punto de debate en el juicio, según adelantaron las partes en sus planteos iniciales, se centrará en la existencia o no de abuso sexual teniendo en cuanta distintas apreciaciones médicas sostenidas respecto a las lesiones encontradas en la beba.
Durante la primera audiencia algunos de los testimonios que se escucharon fueron los de profesionales de la salud que estaban en la guardia del hospital. Uno de ellos, entre otros puntos, expuso la sorpresa que les generó “la reacción de los papás” luego de que les notificaran la muerte de la pequeña “sin ningún gesto de dolor”.
Lucía Sosa y Javier Picart fueron detenidos pocos días después de la muerte de la pequeña y se produjo tras la intervención de una falsa asistente social, a quien la pareja le confesó estar muy asustada y así fue cómo la Dirección Departamental de Investigaciones y la Comisaría del Mujer dieron con su paradero y lograron aprehender al hombre y a la mujer.
Sosa y Picart habían desaparecido de su casa poco después de que trascendiera que la fiscalía había decidido investigarlos, luego de que la autopsia confirmara el abuso sexual de la menor. El procedimiento dio cuenta de lesiones en los órganos genitales de la beba -además de signos de maltratos- y de inmediato la fiscal ordenó la captura.
Al momento de ocurrido el hecho la pareja no era desconocida en los medios de comunicación. Su historia trascendió a fines de 2014 cuando comenzaron a reclamar a la Justicia de Familia poder recuperar la custodia de tres de sus hijos, que se la habían quitado tras la muerte de una bebé de alrededor de seis meses en 2013, en circunstancias poco claras. Es que al momento de la muerte de la bebé los médicos aseguraron haber encontrado cocaína en la sangre de la pequeña, pero en cuatro autopsias no fueron hallados los rastros de esa sustancia.
De todas formas y pese a los reclamos, en octubre de 2015 la Justicia había emitido una resolución mediante la cual denegó la restitución de uno de los menores a la pareja al entender que existió una falta de cuidado en relación al niño y teniendo en cuenta “las pruebas médicas del fallecimiento de una hermanita, la que había sido internada con restos de cocaína en su sangre”.
