Lucía Pérez, el juicio: se cerró el debate con los últimos testigos
Dos declaraciones vinculadas a los aspectos que contempla la violencia de género y tres de familiares y allegados a los acusados le pusieron fin a esta etapa del proceso. El viernes se escuchará el alegato del fiscal.
Con dos testimonios tendientes a apoyar la acusación en torno a la existencia de violencia de género y con otros tres de familiares y allegados a dos de los acusados, este miércoles se cerró la etapa de debate en el juicio que se lleva adelante desde la semana pasada por el crimen de Lucía Pérez, ocurrido en octubre de 2016. Ahora, este viernes se iniciarán los alegatos con las conclusiones y el pedido de pena del fiscal, Daniel Vicente. Luego, en el inicio de la próxima semana seguirán el particular damnificado, representado por Gustavo Marceillac, y la defensa a cargo de Laura Solari.
La audiencia de este miércoles en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 -compuesto por los jueces Pablo Viñas, Facundo Gómez Urso y Aldo Carnevale- contó con la presencia de los tres acusados. Matías Farías y Juan Pablo Offidani estuvieron presentes al igual que durante todas las jornadas anteriores y quien volvió a participar de las audiencias fue Alejandro Maciel, quien por problemas de salud sólo había estado durante el primer día.
La audiencia se inició con dos testigos propuestos por el abogado de la familia de Lucía y apuntó a buscar respaldo en torno a la acusación de violencia de género existente en el crimen. En este sentido, en primer lugar declaró una integrante del área de Abordaje Integral y Litigio Estratégico en Violencia de Género del Instituto Nacional de las Mujeres quien se explayó ante las preguntas del abogado sobre los indicadores para advertir violencia de género, los factores de riesgo que se pueden presentar en las víctimas -en este caso, la profesional entendió que ese factor podría ser el consumo de drogas- y reparó en el hecho de que la violencia de género no se limita a una relación previa existente entre el agresor y la víctima.
A su turno, y luego de algunos planteos técnicos sobre las expresiones de los testigos realizados por la defensa, se presentó como testigo la coordinadora del Observatorio de Violencia de Género de la Defensoría del Pueblo bonaerense, Laura Malacalza, quien tras las preguntas de las partes mantuvo una especie de “debate” -o intercambio de opiniones- con los jueces en torno a las distintas visiones sobre la definición de la existencia de una “desigualdad histórica de las mujeres”.
Por fuera de esa particularidad, la profesional profundizó definiciones respecto a las circunstancias de dominación y subordinación sobre la mujeres, reparó en que “no necesariamente la violencia deja huellas en los cuerpos” y profundizó en conceptos como la vulnerabilidad de las mujeres, con factores como la edad y la condición social. También, ante las preguntas del abogado, hizo alusión a lo que puede entenderse como “consentimiento libre” en las relaciones sexuales y estableció que “no se puede hablar de consentimiento ante condiciones de vulnerabilidad, como la edad o la clase social”.
TRES ALLEGADOS A LOS ACUSADOS Y LÁGRIMAS
El cierre de la séptima jornada del juicio y del debate estuvo marcado por el paso de tres testigos convocados por la defensa: la pareja de Juan Pablo Offidani y el psiquiatra y una de las hijas de Alejandro Maciel.
Todos ellos hicieron referencias conceptuales a los dos acusados y contaron cómo llegaron a relacionarse. La pareja de Offidani ahondó acerca de los problemas de adicciones del hombre, dijo que se mantenían hace muchos años y contó que llegó a estar un tiempo internado por ello. También, y en cuanto al hecho, la mujer declaró que el día previo del crimen Offidani le había mostrado en su celular la foto de una chica “que había conocido Farías”, y sostuvo que tras el hecho se había mostrado “preocupado” luego de haber ido a la casa de Farías junto a Maciel. En cuanto a definiciones de concepto, la mujer lo definió como “cariñoso” y dijo que su trato hacia las mujeres de su familia es “con mucho amor y cariño”.
A su turno, la hija de Maciel -que terminó su declaración entre lágrimas- contó los problemas de adicciones que atravesaba su padre y quien se había desempeñado, justamente, como operador de programas de adicciones -lo que lo llevó a conocer a Offidani- en el Centro Provincial de las Adicciones (CPA), aunque al momento del crimen de Lucía Pérez se encontraba con tareas pasivas.
Tras el paso de estos tres testigos y con la decisión de los acusados de no prestar declaración, los jueces pasaron a un cuarto intermedio hasta este viernes cuando se iniciará la etapa de alegatos, en la palabra del fiscal Daniel Vicente. Luego, en el inicio de la próxima semana seguirán el particular damnificado, representado por Gustavo Marceillac, y la defensa a cargo de Laura Solari.
