Lucía Pérez: piden perpetua para Farías y 18 años para Offidani
El fiscal Daniel Vicente mantuvo en su alegato la acusación por la venta de droga a menores de edad y en cercanías de una escuela y por abuso sexual en un contexto de violencia contra la mujer y de género.
En el marco del inicio de los alegatos en el juicio por el crimen de Lucía Pérez, el fiscal Daniel Vicente pidió la pena de prisión perpetua para Matías Farías, en tanto para Juan Pablo Offidani solicitó 18 años de prisión. El funcionario judicial mantuvo en su alegato la acusación por la venta de droga a menores de edad y en cercanías de una escuela y por abuso sexual en un contexto de violencia contra la mujer y de género. Previamente, en el inicio de su exposición, había retirado la acusación contra uno de los tres imputados, Alejandro Maciel, quien llegó al juicio acusado por “encubrimiento agravado”.
Fueron dos horas de alegato del fiscal Daniel Vicente -que fue designado para el juicio tras el desplazamiento de la fiscal María Isabel Sánchez- en las que, en primer término, afirmó que “el Ministerio Público Fiscal debe ser objetivo a pesar de ser parcial” y por eso anunció el retiro de la acusación contra Maciel -que llegó acusado de haber lavado y acondicionado el cuerpo de Lucía para ocultar el crimen- al remarcar que “no se ha podido probar ninguno de los extremos de la acusación” e hizo referencia a diversas declaraciones escuchadas en el juicio en ese sentido, desde el médico de la sala de salud que recibió el cuerpo hasta los peritos intervinientes.
Los padres de Lucía, detrás del fiscal Vicente Ya en el tramo más extenso de su alegato, Vicente se centró en fundamentar la acusación mantenida contra Farías y Offidani por las cuales pidió las penas de prisión perpetua y de 18 años, respectivamente: en el primer hecho, la tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad y por realizarse en cercanías de una escuela y, en el segundo, el abuso sexual con acceso carnal agravado en concurso ideal con femicidio, delito que le atribuyó a Farías en calidad de autor y a Offidani la de partícipe secundario. A lo largo de su exposición, el fiscal se apoyó en una pantalla para mostrar mucha de la prueba incorporada que tiene que ver con la pericia de los teléfonos celulares de los acusados y de la víctima –chats y fotos-. El segundo de los hechos -la muerte de Lucía Pérez- fue el que le tomó más tiempo de alegato e, inicialmente, el fiscal sostuvo que se trató de “un hecho complejo que ha tenido muchas idas y venidas” y apuntó en buena parte de los argumentos a “situaciones de vulnerabilidad en la violencia contra la mujer“, a una “relación desigual de poder” y así anunció que mantendría la acusación teniendo en cuenta la perspectiva de género. Asimismo, también en otro tramo de su alegato, Vicente apuntó contra la “hipocresía y desvergüenza” de los acusados al hacer referencia a las declaraciones prestadas a lo largo de la investigación. VENTA DE DROGA A MENORES Y CERCA DE LA ESCUELA En cuanto al primer hecho, que motivó la acusación tanto para Farías como para Offidani, el fiscal Vicente se explayó sobre los diversos indicios recolectados a lo largo de la causa y del juicio en torno a la finalidad de comercialización que tenía la marihuana y cocaína que fuera secuestrada de la camioneta de Offidani cuando se produjeron las dos detenciones en octubre de 2016. Uno de los argumentos más fuertes para sostener esta hipótesis fueron los mensajes de Whatsapp y fotos del propio Farías cuando aseguraba que vendía droga -“merca y porro”- tanto a Lucía como, en primer lugar, a una amiga.Asimismo, también quedaron en evidencia los mensajes en los que el acusado le enviaba fotos a las jóvenes de los paquetes de marihuana y cocaína que tenía listos para vender.En ese sentido, el fiscal remarcó el secuestro de diez recortes de nylon en la casa de Offidani y una balanza en lo de Farías, durante los allanamientos. En cuanto a las pruebas respecto a la venta de estupefacientes a menores de edad -uno de los dos agravantes incorporados a la causa- el fiscal hizo referencia a la declaración de una amiga de Lucía a quien Farías contactó y le dijo que “que encontrara amigas que le quisieran comprar”. Además, para el fiscal los imputados tenían conocimiento de ello por el hecho de ir a buscar el día previo al crimen a Lucía y a una amiga a la escuela y teniendo en cuenta la existencia de un chat en el que el propio Farías le preguntaba a una de las jóvenes cuántos años tenía y recibió la respuesta de 17 años. Por su parte, y respecto a la venta de droga en inmediaciones de un establecimiento escolar, Vicente se apoyó también en lo declarado por dos amigas de Lucía y por una imagen en la que se observa la camioneta de Offidani en la esquina de Juan B. Justo y Rivas (inmediaciones de la escuela a la que concurrían las menores), a algunos pocos minutos de su horario de salida. También hizo referencia a una búsqueda en Internet detectada en el teléfono de Farías en la que escribió “dónde queda la Escuela Media N° 3 del Puerto”. ABUSO SEXUAL AGRAVADO EN CONCURSO IDEAL CON FEMICIDIO El fiscal Vicente también dio por probado en su alegato el segundo hecho y el más grave -el abuso sexual agravado en concurso ideal con femicidio– por lo que acusó a Farías en calidad de autor y a Offidani en el rol de partícipe secundario. En primer término, hizo referencia a la coincidencia de todos los médicos que declararon en el juicio respecto a un acto sexual “brusco y violento” y a un causal de muerte “altamente probable” por “asfixia tóxica, con congestión y edema pulmonar, por el consumo de cocaína”. En ese sentido, el fiscal planteó a modo de introducción la existencia de diversas “situaciones de vulnerabilidad en la violencia contra la mujer” y remarcó que “Farías y Offidani se aprovecharon de esa situación”. Y en este marco, el funcionario judicial primero hizo foco en la situación de Lucía y en algunas situaciones que había atravesado hacía poco tiempo y que fueron conocidas a través chats incorporadas en la causa. Concretamente, mencionó una conversación con un amigo en la que ella remarcaba una mala experiencia que había vivido con un joven al que le había comprado droga y que la había llevado a tener relaciones sexuales con ella. E incluso el fiscal reparó en el hecho en el que el amigo de Lucía le había advertido “si los flacos se juntaban con ella solo para drogarse y coger”. Por otro lado, Vicente analizó las horas previas a que Lucía fuera a la casa de Farías, ya que la joven se había negado el viernes a ir con los ahora acusados e incluso en ese momento le mintió a Farías -a modo de excusa- por Whatsapp al hacer alusión a actividades y encuentros con otras personas aquella noche. “Ella le mintió a Farías porque no quería ir a la casa y no tenía la plata”, entendió el fiscal. Y leyó un mensaje de la joven hacia su hermano respecto a lo que había sido la compra de droga el viernes por la tarde y la insistencia de Farías para que fuera con ellos: “No me quería quedar a fumar con el loco, cero confianza”. El hecho de que el imputado le haya “cobrado” la mitad de la droga -la rebajó de $200 a $100- y le haya “fiado” la mercadería en el primer encuentro para tener un segundo fue valorado por el fiscal respecto a que “Farías tenía un plan: cobrarle, venderle más droga y accederla carnalmente”. Tras esos puntos particulares, el fiscal profundizó en lo que consideró fue “una relación desigual de poder”: entre un hombre de 23 años secundado por uno de 40 y una adolescente; entre un proveedor de droga que “no consume cocaína” y una adolescente adicta al consumo de sustancias -entre ellas cocaína-; y entre un proveedor que fía y le reduce el precio a una adolescente sin ingresos propios. Vicente remarcó en torno a la vulnerabilidad de la víctima que tanto Farías como Offidani sabían del consumo problemático de las drogas de la joven, que era menor de edad, que la habían provisto de droga en cantidad, que le habían “fiado” el primer pago, que la habían ido a buscar y que la habían trasladado. Asimismo, señaló que Farías pudo representarse el peligro que significaba su accionar. Por otro lado, se centró en el “modo de relacionarse con las mujeres” y en el rol cosificador asignado a los dos acusados y concluyó que ambos imputados comparten la misma idea “de cómo consideran a la mujer, que en este caso es víctima de la violencia ejercida por ellos”. El fiscal Vicente sobre el cierre de su alegato hizo mención a las declaraciones de Farías y Offidani en el marco de la instrucción y que fueron leídas en la primera audiencia del juicio. Así, habló de las “excusas” de los acusados y cuestionó que “si les preocupaba la integridad” de Lucía “no se entiende cómo le vendieron droga” y se concretó el abuso. Finalmente, habló de “hipocresía y desvergüenza” y reparó en el punto en el que Farías declaró que le había causado “tristeza” la muerte de Lucía. “Me quedo con la declaración de un policía de 25 años de trayectoria que en este juicio dijo que lo vio asustado pero no nervioso”, concluyó. Tras pasar a un cuarto intermedio, la actividad se reanudará el lunes a las 9 en el Tribunal Oral en lo Criminal N°1. Quedan pendientes los alegatos del particular damnificado, representado por el abogado Gustavo Marceillac, y de la defensora oficial Laura Solari.
