“No pueden darle 18 años a la persona que mató de 44 puñaladas”
Los padres del preceptor que fue asesinado en 2017 mostraron su disconformidad ya que afirmaron que esperaban que el acusado sea condenado a prisión perpetua.
“No pueden darle 18 años a una persona que asesinó de 44 puñaladas a un inocente que se defendió con un paraguas”. Con esas palabras la mamá de Mario Gómez -el preceptor de 51 años asesinado en abril del año pasado en su casa– mostró su disconformidad con la condena que este miércoles aplicó el Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 contra Luciano Almaraz.
Este miércoles los jueces Pablo Viñas, Facundo Gómez Urso y Aldo Carnevale dieron a conocer la sentencia luego del debate llevado a cabo la semana pasada y encontraron a Almaraz responsable del delito de homicidio simple por lo que lo condenaron a la pena de 18 años de prisión. En sus alegatos la fiscalía había pedido que se condenara a prisión perpetua a Almaraz y, de manera subsidiaria, había instalado la figura de homicidio simple. El abogado de la familia de la víctima, Lautaro Resúa, también había pedido la pena de prisión perpetua al considerar que se había tratado de un homicidio agravado por alevosía.
“No se puede asesinar de 44 puñaladas a una persona y salir a pedirnos perdón como nos pidió”, expresó la mamá de la víctima, Mario Gómez, quien se desempeñaba hasta el día de su muerte como preceptor en una escuela. “No fue un accidente, asesinó y le robó 40 mil dólares por más que digan que los dólares no estaban”, acusó la mujer, pese a que ello fue descartado de la investigación.
“Queremos que se haga justicia. No pueden darle 18 años a una persona que asesinó de 44 puñaladas a un inocente que se defendió con un paraguas”, sumó la madre de la víctima y señaló que esperaban una condena de prisión perpetua. “Vamos a apelar con nuestro abogado”, adelantó.
En este sentido, la mujer, sostuvo: “Esperemos que podamos hacer justicia, porque mataron a mi único hijo que trabajó toda la vida y hacía 20 años que vivía en ese edificio, nunca le pasó nada porque nunca tenía nada. Entre los tres -los padres y la víctima- estábamos justando los dólares para comprar el departamento, tenía todo para comprarlo”.
