Miércoles 24 de abril | Mar del Plata
12/03/2015

Pulti, Alveolite e Iglesias, los apuntados por dos acusados

En sus declaraciones ante la Justicia, Brenda Burgos y Jorge Rubilar dan su versión de cómo funcionaba el negocio de las licencias truchas en El Gaucho. Aseguran que “los funcionarios sabían lo que pasaba”.

Pulti, Alveolite e Iglesias, los apuntados por dos acusados
(Foto archivo / QUÉ Digital)

Más allá de la denuncia del radicalismo respecto a la existencia de funcionarios políticos implicados en la causa que investiga la comercialización de licencias de conducir truchas en el Distrito Descentralizado El Gaucho –y de las chicanas y cruces políticos entre las fuerzasen la Justicia constan las declaraciones de dos de los imputados, quienes aseguran que ciertos funcionarios “sabían lo que pasaba” en el lugar. Apuntaron directamente contra Adrián Alveolite, Guillermo Iglesias e incluso contra Gustavo Pulti.

Puntualmente, a principios de mes, Brenda Burgos y Jorge Rubilar se presentaron ante la Fiscalía General y prestaron declaración. Los dos son exempleados de El Gaucho y son investigados, al igual que unas veinte personas más. Ante la posibilidad, tal vez, de acceder a un juicio abreviado, ambos quisieron ampliar sus testimonios y dieron su versión de cómo funcionaba el negocio de las licencias truchas y de cuál era el rol en ese entramado del director de Movilidad Urbana, del secretario de Seguridad y Control y del intendente municipal.

Según consta en la declaración, Brenda Burgos comenzó a trabajar en mayo de 2011 en la dependencia que funcionaba en Independencia y Roca hasta que en septiembre de ese mismo año fueron trasladados al Distrito Descentralizado El Gaucho. La joven dijo que comenzó iniciando trámites y luego fue cambiando de rol.

“En unas vacaciones en las que me quedé sola porque Juan Carlos Belmonte se había ido de vacaciones me comunicaban con Adrián Alveolite que mandaba gente para que realice rápido el trámite. Esto pasó en el año 2012”, relató Burgos, y luego amplió: “Cuando el sistema se caía y no funcionaba la red municipal no podíamos ver si una persona tenía multas o no; en esos supuestos por orden de Alveolite e Iglesias se le indicaba a los iniciadores que continuarán con el proceso normal de trámites bajo su responsabilidad. También venía un hombre de Acción Marplatense de quien no recuerdo el nombre y traía DNI para que se iniciaran los trámites”.

En cuanto al vínculo con los funcionarios, la imputada aseguró que “lo que enviaba Alveolite era para que se acelere el trámite; no se cumplía ningún requisito, no se las examinaba en ningún sector y teórico y práctico se obviaban”. Según sus palabras, “a los que venían por orden de Iglesias y Alveolite se les daba prioridad; los tramites truchos que tengo conocimiento se iniciaron en 2013 pero según me enteré se hacían con anterioridad también”.

Además, la joven remarcó que en una oportunidad “la hermanastra de Alveolite que trabaja en el ACA le inicio al trámite al padre que tiene 86 u 87 años y que está firmado por el doctor Beto Zelaschi, de El Gaucho”. “Es obvio que la revisación no se hizo porque firmó el médico de otra dependencia”, entendió.

En cuanto al intendente, Burgos advirtió que Belmonte “constantemente se jactaba de ser amigo de Pulti”. “’Yo llamo a mi amigo Gustavo’, decía, no obstante Pulti nunca venía al Gaucho”, destacó e incluso aseguró que “dos sobrinas de Pulti” fueron a realizar el registro “y el mismo fue otorgado de forma irregular”.

Jorge Rubilar comenzó a trabajar en el Municipio en 1995 como inspector de tránsito. Pasó por diferentes instancias y dependencias hasta que desembarcó en El Gaucho. Según consta en su declaración, “lo de las licencias irregulares no viene desde ahora sino desde mucho tiempo atrás”.

“La gente venía sola a pedir que le zafáramos los exámenes. Algunos te venían con multas y no se podía zafar así que eso no lo hacía. El medico cobraba entre $200 y $250. Los médicos eran Beto Zelaschi y Federico Mosser. Yo le pagaba a Belmonte o a María Laura Betti”, indicó el hombre, que incluso aseguró que durante una reunión entre los integrantes de la asociación ilícita, el jefe de la banda advirtió: “Si acá se pudre todo yo lo voy a mandar al frente a Iglesias y tengo con qué”.

En cuanto a la situación en el lugar, el exempleado consideró que “era un descontrol, más en el último año, no lo respetaban a Belmonte”. “Cuando él se iba de vacaciones era peor o igual. Belmonte me mostraba los mensajes que le escribía Pulti, mensajes amigables, de amigos. Belmonte le hacia los asados en el comité, era su puntero político y decía que tenía tarjetas de Pulti con nombres de la gente que le mandaba para que se le hicieran registros truchos, sin rendir exámenes. Nos decía que no nos iba a pasar nada porque Pulti lo había puesto a él”, acusó.

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12/03/2015