Separaron a sospechosos de asesinar a un interno en Batán
Algunos de los seis reclusos que pudieron haber estado involucrados en la muerte de Pablo López, por orden de la Justicia de Ejecución Penal, y para evitar otro hecho de violencia en respuesta, fueron llevados a la Unidad Penal 44.
Algunos de los seis internos sospechosos de haber asesinado ayer a la tarde en la Unidad Penal 15 de Batán al recluso Pablo López de al menos dos “facazos” fueron apartados y alojados en la Unidad 44.
Fuentes judiciales explicaron que la Justicia de Instrucción Penal tomó esta medida para “evitar una posible respuesta a este hecho de violencia“. De constatar que el homicidio estuvo en el marco de una pelea entre bandas de presos, los sospechosos podrían ser reubicados en otras unidades carcelarias de la provincia de Buenos Aires.
La fiscal que investiga el caso, María Isabel Sánchez, aún espera por los resultados científicos del análisis de prendas y facas que fueron secuestrados ayer y de la autopsia del cuerpo de López, que podría determinar si el hombre fue atacado por un solo interno o por varios.
El juez de garantías Juan Tapia, al enterarse del asesinato de López escribió en su cuenta de Facebook: “Tienen razón los cráneos que dicen que la cárcel genera inseguridad. Pero inseguridad para los que están adentro, que ingresan para “resocializarse” y salen muertos“.
El mensaje entero del juez Tapia:
“En el mes de julio, en visita a la Unidad Penal 15, estuvimos un largo rato dialogando con un interno de apellido López (el narigón), en el interior de su celda del pabellón 3. Nos contó su dolor por la muerte de su hermano, que se había ahorcado en una celda de Batán hacía unos meses. El mismo lo socorrió ante la ausencia de médicos cuando lo encontraron colgado de una sábana y nos contó que su hermano había muerto en sus brazos. Nos dijo que ya estaba próximo a recuperar su libertad, pero que la tristeza por muerte de su hermano lo iba a acompañar toda su vida. Esa libertad no fue posible. Hoy lo mataron en una pelea en el área de visitas, al permitir el Servicio Penitenciario que se junten internos de máxima seguridad con los de mediana. Tienen razón los cráneos que dicen que la cárcel genera inseguridad. Pero inseguridad para los que están adentro, que ingresan para “resocializarse” y salen muertos”.
