El Concejo facultó a Montenegro para que decrete aumentos del boleto de colectivo
El oficialismo y Acción Marplatense otorgaron al intendente la facultad de fijar sin limitaciones las subas que considere hasta fin de año.
Con los votos del interbloque oficialista y los de Acción Marplatense, el Concejo Deliberante facultó este jueves al intendente Guillermo Montenegro para que a lo largo de este año decrete el aumento del boleto de colectivos que considere pertinente en Mar del Plata, sin limitaciones. A cambio, le pidieron una “vigilancia del efectivo cumplimiento de recorridos, frecuencias y pautas de higiene”, algo que no se cumple hace años y que incluso en el caso de las cuestionadas frecuencias actuales el propio gobierno avala.
A partir de esta decisión, Montenegro podrá disponer de los aumentos que considere en la tarifa del boleto a lo largo del año. El primero podría decretarse incluso en las próximas horas. Inicialmente, cuando el gobierno buscaba que fuera el Concejo el que aprobara la suba, había solicitado que el valor subiera de los actuales $59,90 a $74,38.
En la sesión de este jueves, luego del discurso del concejal oficialista Agustín Neme, tomó la palabra Horacio Taccone, de Acción Marplatense y quien propuso delegar las facultades. El edil pidió que sea la “última vez” que el Concejo vote un incremento del boleto con “discriminación” a los marplatenses, y llamó a los principales jefes políticos locales -Guillermo Montenegro y Fernanda Raverta- a que gestionen la solución para equiparar los subsidios con el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Además, a pesar de impulsar la delegación de facultades a Montenegro, cargó contra el estudio de costos del Ejecutivo: “Está mal”, definió. A su vez, se refirió a la iniciativa para delegar facultades: “Este bloque tiene esta iniciativa con la clara convicción que cualquier precio que se determine del aumento del boleto va a ser la clara consecuencia de la incapacidad del gobierno de turno de realizar las gestiones necesarias para que nos den los subsidios que los marplatenses nos merecemos”.
Desde el Frente de Todos, por su parte, el concejal Vito Amalfitano cargó contra las frecuencias, el servicio que se brinda a diario y la “rapidez” de los funcionarios para responder a las demandas del empresariado. “Que actúe con la misma rapidez para pedirle a los empresarios que el servicio se cumpla como corresponde”, cargó.
Así, finalmente durante la sesión de este jueves el proyecto fue aprobado con los votos positivos tanto por el interbloque oficialista (Vamos Juntos, radicalismo y Coalición Cívica) y Acción Marplatense (con los votos de Taccone y Paula Mantero) y contó con los votos negativos del Frente de Todos y de Crear Juntos.
Ahora deberá ser el gobierno municipal el que resuelva cuándo, cuánto y de qué manera se decretará un aumento en el boleto de colectivos que presenta en la actualidad una tarifa plana de $59,90 pero que para los trayectos más largos llega hasta los $95,05.
El debate en torno a un nuevo aumento del boleto había comenzado a darse hace poco más de un mes, cuando el 21 de febrero el empresario que prácticamente monopoliza el servicio en la ciudad, Juan Inza, realizó una presentación con un estudio de costos en la que solicitó que el boleto plano pase a costar $91,96. No obstante, en el marco de su tratamiento, pocos días después el gobierno presentó su propio estudio de costos, el cual arrojó un precio estimativo de $91,87.
En las comisiones internas, Taccone ya había cuestionado en duros términos ese estudio de costos oficial, afirmó que contenía valores en relación a gastos que deben enfrentar las empresas que no se condicen con la realidad y apuntó contra la deficiencia en las frecuencias que el servicio mantiene ya que el gobierno definió que se mantengan con cierta reducción con respecto a lo que ocurría antes de la pandemia del coronavirus.
De todas maneras, el propio concejal -para no emitir su voto favorable pero sin obstaculizar la intención del gobierno- presentó un nuevo despacho para transferirle la facultad a Montenegro de decretar aumentos del boleto, tal como ocurrió también el año pasado.
La propuesta de Taccone llegó de la mano de un despacho que, también como el año pasado y que finalmente no se cumplieron, plantea ciertos pedidos o puntos a cumplir por el gobierno antes de imponer nuevas subas, entre ellas insistir con las gestiones para que se equipare el aporte de subsidios que reciben las ciudades del interior, entre ellas Mar del Plata con respecto a las del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
También le pide “una verificación documentada y remitida al Concejo Deliberante de la totalidad de los costos inherentes al servicio informado por los concesionarios; la vigilancia del efectivo cumplimiento de recorridos, frecuencias y pautas de higiene; y la información pública y al Concejo Deliberante de todas las gestiones realizadas así como la remisión de toda la documentación atinente al control y veracidad de los costos, frecuencias y demás pautas de calidad en el servicio”.
La discusión en torno al precio del boleto y a la calidad del servicio se produce mientras en la Justicia Federal se encuentra abierta la etapa de resolución final de la causa de los “choferes fantasmas”, nombre que se le dio a la maniobra llevada adelante por Inza y otros empresarios de usar datos de más de un centenar de personas desempleadas para incrementar la nómina de choferes durante la temporada 2016 y recibir mayores subsidios. La fiscalía de juicio busca beneficiar al empresario al desistir de un juicio a cambio de una “probation” por medio de la cual sólo debería cumplir una serie de reglas de conducta y así evitar ser juzgado y condenado.
