Los empresarios del transporte se justifican
Dicen estar “con la soga al cuello” y aseguran que “este tipo de cosas desalientan a seguir invirtiendo”. Ratificaron las suspensiones de trabajadores y pidieron “celeridad” en el tratamiento.
Tras un fuerte cruce, en el recinto del Concejo Deliberante y en los pasillos también, entre los empresarios del transporte y los concejales integrantes de la Comisión de Transporte, el titular de la Cámara de Empresarios del Transporte de Mar del Plata (Cametap), Juan Inza, justificó, una vez más, el pedido de incremento en la tarifa y brindó sus argumentos. Dijo que están “con la soga al cuello” y que “este tipo de cosas desalientan a seguir invirtiendo”. Además, ratificó las suspensiones de trabajadores “porque la plata no alcanza”.
En diálogo con QUÉ, y luego de un fuerte cruce con el edil de Agrupación Atlántica, José Cano, el representante de los empresarios se mostró molesto ante la dilación en el tratamiento y aprobación del pedido. “Han pasado tres meses y no ha habido avances. No podemos esperar más, estamos en una situación complicada”, sostuvo y luego se deslindó de cualquier chicana política: “Hay temas técnicos que se debaten pero debería haberse hecho en otro momento. Hoy lo importante es otra cosa, tenemos puestos de trabajo en juego y la verdad que el debate político no es algo que nos interese”.
Consultado respecto a la decisión de suspender trabajadores en tanto no se resuelva el incremento en el valor del boleto, Inza confirmó que continuará con la medida. “Las suspensiones se van a seguir haciendo y las determinaciones que tome Unión Tranviarios Automotor (UTA) serán de ellos”, advirtió, en relación a la concreción de una medida de fuerza por parte de los choferes.
Finalmente, el titular de la Cametap defendió su postura y recordó que “hay un contrato firmado entre las partes”. “Acá hay usuarios, Municipalidad y empresarios y todos deben responder de la misma manera. Hay que atenerse a la realidad”, precisó, antes de concluir: “Lamentablemente hoy estamos con la soga al cuello, este tipo de cosas nos desalientan a seguir invirtiendo y, de alguna manera, directa o indirectamente, el servicio siempre se ve resentido por este tipo de cosas”.
