“No van a conseguir sacarme del medio”
Tras los incidentes, la concejal radical tomó su lugar en la banca para defender su accionar y defenderse de las acusaciones. Aseguró que sus hijos fueron “amenazados de muerte”
Vilma Baragiola habló. Lo hizo primero desde su banca de concejal y luego ante la prensa, en medio de gritos y agravios de las dos “barras” que presenciaron la sesión especial: la integrada por quienes pedían la destitución y del otro lado del recinto, quienes defendían a la ahora ex presidenta del HCD.
Las palabras de Baragiola oscilaron entre una defensa de su accionar y un discurso político con vistas al 2015. “No van a conseguir sacarme del medio”, dijo y tras señalar que se trató de una “destitución antidemocrática”, remarcó: “Nunca hice nada de lo que mi familia pueda avergonzarse”.
La concejal radical insistió en que el video que se desprendió de la cámara oculta “está editado y compaginado incoherente y maliciosamente”, y destacó que el escándalo desatado fue y es una estrategia del oficialismo para opacarla de cara a las elecciones del próximo año.
“Hace meses me han escogido para limarme, parrillarme y ponerme a fuego lento para ver si podía dejar de ser una competidora para una próxima elección”, expresó desde su banca, entre insultos de la “barra” que apoyó la posición del oficialismo.
Por primera vez desde que se desencadenó el conflicto, Baragiola hizo pública su opinión desde el recinto en torno al pedido de renuncia y al trabajo de la Comisión Investigadora. Dijo en primer lugar que “renunciaría si hubiese cometido un delito”. Negó que esto haya ocurrido y aseguró que quienes integraron la comisión especial “tenían los votos suficientes para haberme destutido pero no lo hicieron, porque prefirieron ponerme a la parrilla durante todos estos meses”.
Durante su descargo, Cristina Coria -que ofició de presidente provisoria del cuerpo ante las renuncias de Héctor Rosso y Carlos Arroyo a sus respectivas vicepresidencias- debió interrumpir en reiteradas oportunidades la sesión especial por los exabruptos tanto de militantes del radicalismo como de quienes apoyaron la posición de Acción Marplatense.
Los insultos y gritos provinieron de ambos bandos en un contexto de respeto totalmente ausente. Incluso el concejal radical Mario Rodríguez se enfrentó a los integrantes de la “barra” y la sesión terminó extendiéndose mucho más de lo previsto.
Cuando Baragiola retomó el uso de la palabra remarcó que la cámara oculta fue “orquestada” por “un sector de la política” y dejó en claro que “quienes dicen que pedimos colaboraciones para campañas políticas están mintiendo”. También aseguró que “la confianza se perdió en forma mutua”, refiriéndose a uno de los argumentos esgrimidos por la Comisión Investigadora en el dictamen que pidió su remoción del cargo.
“Mi vida no es ni pedir una coima ni ser corrupta. Puedo caminar la calle porque la gente sabe que soy una persona que no tengo ese tipo de constumbres, porque todas las instituciones que me han llamado, jamás les he pedido nada ni les pediré nada”, subrayó eufórica.
A su vez, adelantó que desde su bloque iniciará “las querellas judiciales correspondientes” para limpiar su nombre. “Tengo familia y no tienen por qué pasar un mal momento por aquellos que se dedican a pintar paredes contratando delincuentes que tienen frondosos prontuarios”, sostuvo, refiriéndose a las pintadas que meses atrás cubrieron las paredes de la Municipalidad y de distintos sectores de la ciudad con el mensaje “Vilma pide coima”.
Notablemente emocionada, y enojada también, Baragiola confió que sus hijos “están amenazados de muerte” y denunció, una vez más, una operación en su contra, tal y como lo habían hecho sus compañeros de bloque algunas horas atrás.
De cara a lo que se viene, dijo que seguirá “trabajando como todos los días”, aunque nuevamente desde su banca de concejal, aquella que dejó en diciembre de 2013 tras ganar las elecciones para asumir la Presidencia del HCD. La destitución oficializada este jueves le puso fin a su labor al frente del cuerpo legislativo, que duró menos de 10 meses.
