Niñez: avanza el proyecto para reforzar el trabajo de apenas tres operadores de calle
El expediente impulsado ante un dispositivo actual que está “sobredemandado” fue analizado en comisión con la presencia de funcionarios municipales y provinciales.
Con un diagnóstico compartido respecto a la necesidad y urgencia de reforzar la tarea que hoy realizan apenas tres operadores de calle -contratados de manera precaria– para el abordaje y asistencia de niños, niñas y adolescentes que atraviesan situaciones de vulnerabilidad en Mar del Plata, el Concejo Deliberante avanzó esta semana en el tratamiento de un proyecto de ordenanza impulsado por el radicalismo que apunta a crear un “Programa de Operadores Familiares” para potenciar el dispositivo actual que está “sobredemandado” y que se implementa a través de un convenio de cooperación entre el Municipio y la Provincia.
El debate en torno a la intervención que se realiza actualmente en Mar del Plata para la protección y promoción de los derechos de niños, niñas y adolescentes que atraviesan situaciones de vulnerabilidad se generó a partir de un expediente elevado hace un par de meses por el concejal Daniel Núñez (UCR) y esta semana siguió su tratamiento en la comisión de Salud con la presencia del coordinador en Mar del Plata del Servicio Zonal de Promoción y Protección de Derechos dependencia de la Provincia, Facundo Barrionuevo, y del director de Políticas de Niñez, Adolescencia, Juventud y Familia del Municipio, Alejandro Arcamone.
El debate del proyecto parte, a grandes rasgos, de un diagnóstico común tanto de funcionarios municipales como provinciales: la sobredemanda del actual programa que dispone de apenas tres “operadores de calle” para el abordaje de niños, niñas y adolescentes sobre los cuales el Estado ha fracasado en la implementación de otras modalidades y estrategias.
Se trata de trabajadores territoriales que se encuentran bajo una contratación precaria en el marco del programa que se ejecuta desde 2018 a través de un convenio de cooperación entre el Municipio y la Provincia y que complementan para casos particulares y desde el territorio las estrategias desplegadas en los once “centros de protección” que funcionan en Mar del Plata además de dos Equipos de Medidas de Abrigo (EMA) y el Equipo de Atención a la Niñez en Situación de Riesgo (línea 102).
Arcamone remarcó que el abordaje que realizan los operadores resulta fundamental en muchos casos donde han “fracasado” otras estrategias dispuestas por el resto de los dispositivos estatales ya que lo hacen desde una labor territorial, con un perfil empático, bien cercano a los niños, niñas y adolescentes. “Este tipo de programas es fundamental”, remarcó el funcionario municipal y señaló la insuficiencia de que sean tres los operadores actuales en la ciudad.
A su turno, Barrionuevo planteó la necesidad de que el Municipio fortalezca este tipo de dispositivos con la regularización laboral y reconocimiento salarial para las y los trabajadores . “Los servicios locales envían todo el tiempo necesidad de abordajes territoriales y claramente con tres personas en un Municipio como General Pueyrredon es imposible“, señaló.
En ese contexto, destacó la presentación de un proyecto de ordenanza de este tipo que tienda a fortalecer y ampliar el programa ya vigente, aunque marcó algunos reparos en cuanto a la redacción y definiciones conceptuales que se seguirán trabajando.
Asimismo, describió algunas de las diversas realidades que hoy son abordadas desde los equipos especializados que van desde la situación de unos 15 adolescentes que se encuentran en el basural, de un universo de pibes que “habitan o transitan la calle por diversas cuestiones” hasta aquellas situaciones “muy complejas de vulneración de derechos” en los que el abordaje territorial se vuelve la “única estrategia” posible y fundamental.
El proyecto de ordenanza en tratamiento crea un programa municipal de “operadores familiares” que apunta a contar, en una primera etapa, con un equipo especializado de al menos diez integrantes que tengan experiencia con el trabajo en territorio y la comunidad con niños, niñas y adolescentes. Así, propone un trabajo “articulado” y “permanente” con los once Centros Locales de Promoción y Protección de Derechos (Cpden).
