Viernes 29 de marzo | Mar del Plata
20/10/2019

Santiago Bonifatti

Los candidatos y candidatas a intendente hablan sobre qué políticas implementarían en caso de ser gobierno. Transporte público, basural, espacios públicos, situación de calle, género, centros de salud y Puerto, los temas clave.

Santiago Bonifatti
(Fotos: Qué digital)

¿Qué se proyecta hacer con la concesión del servicio de colectivos -que vence en 2021 a partir de una prórroga otorgada recientemente por el gobierno- ante las constantes críticas por el servicio y teniendo en cuenta que la mayoría de los actuales empresarios están procesados en  la Justicia por fraude al Estado?

– Lo que hizo Arroyo es legal porque no hay condena, hay un procesamiento. No es cuestionable desde el índole legal porque no hay sentencia. Después se verá si es ideal consumirte todo el tiempo contractual, no hacer absolutamente nada y llegar a dar una prórroga. Esto es producto de su inacción.

Arroyo mandó un pliego de licitación de transporte público al Concejo Deliberante que era ni más ni menos que un copie y pegue del proyecto del 2005, cuya finalidad en ese año era terminar con la precariedad, pero que no tenía un solo rasgo de modernización. Pero sí tenía una regularización que terminaba con una precariedad de más de 25 años.

En ese sentido lo que todos queríamos era que veniera un pliego que modernice y mejore el sistema. Lo que hizo el Concejo Deliberante fue devolver ese pliego y por ello se llegó a la prórroga.

Lo que queremos es que haya una licitación pública nacional e internacional donde se presenten todos los interesados a competir por tener el transporte público del Partido de General Pueyrredon.

Dentro de ello tenemos pautas como el piso bajo en todas las unidades. No se puede ir de un día para el otro porque tenemos calles con cunetas, que hay que modificar para cumplir con la estructura. Siempre con piso bajo y no con rampas porque está demostrado que no funcionan.

El otro tema es el trasbordo. El modelo que nos gusta es el rosarino, donde el trasbordo te permite con el mismo boleto, durante una hora podés hacer transbordo con otra línea. De noche el tiempo es de dos horas por las frecuencias.

Además hay que modificar los recorridos. Hoy los vecinos mandan a sus hijos a colegios del centro porque el colectivo que se toman en su casa los deja en la escuela para no caminar 15 cuadras por el barrio.

Por último, hay un modelo de línea testigo pública que hay que explorar. Te puede dar análisis para comparar costos, para tener un sistema de emergencia, infraestructura y tener unidades ante diversos problemas. Eso significa no licitar el 100% sino quedarte con una línea para estos temas. Y todos estos temas tienen que estar atravesados por una lógica de sustentabilidad.

Tras la llegada en 2018 del Ceamse al predio de disposición final de residuos, ¿qué tipo de asistencia y qué soluciones prevén para las cientos de personas que siguen viviendo de lo que recuperan en el basural o que incluso comen solo lo que allí juntan?

– Acá no hay ideas novedosas. Estos procesos los vivimos muchas veces. Lo que se decidió en el gobierno de Acción Marplatense del que fui parte fue armar la Cooperativa CURA y una planta de separación para trabajar de una manera digna y ordenada. La basura es un negocio y debe ser atendida de esa manera.

Lo primero es volver a impulsar la cooperativa que hoy tiene 60 cooperativistas, pero que supo tener 200 familias en el lugar. De esa manera tendrán trabajo para salir de esa situación de basural porque muchos terminan allí.

Yo creo que con un buen sistema de becas y con un programa que resuelva el problema de fondo el basural debiera estar cerrado. Ahora, si vos me preguntás ahora no se puede cerrar porque sería desatender la situación de muchas de estas personas. El final de la película es ese, es tener un centro profesional que haga un relleno sanitario de calidad, para que se recuperen los residuos en otra planta.

No estoy de acuerdo con el trabajo que está haciendo el Ceamse porque volvió a formalizar una situación de informalidad. Solo les puso un techo para trabajar pero no atendió nunca la situación social que atraviesa el lugar.

¿Qué medidas proyectan tomar respecto al funcionamiento y la asistencia que debe brindar la actual Dirección de Políticas de Género, teniendo en cuenta el escaso presupuesto con el que cuenta el área actualmente?

– Debo decir que estoy en proceso de deconstrucción y trato de aplicar lo que aprendo en estos tiempos. En principio es dejar de decirle Dirección de la Mujer, tenemos que pasar a hablar de género.

Después hay que jerarquizar. Es una dirección que hoy queda chica. Debería ser como mínimo una subsecretaría dentro del escalafón municipal. Para darte cuenta si al intendente le interesa un área hay ver el escalafón que ocupa y el presupuesto que tiene designado.

Lo primero es jerarquizar y después aumentar el presupuesto. Y aumentar los fondos para trabajar y para brindar ayuda a dispositivos que las ONG brindan, que con ayuda del Estado potenciarían su labor. No hay que reemplazar sino complementar lo que ellos hacen.

Y, además, las decisiones deben ser transversales. Accesibilidad, género y sustentabilidad son criterios que deben atravesar todas las decisiones del Municipio.

¿Qué política se va a implementar respecto a las playas y al recurrente cuestionamiento por la falta de espacios públicos en la costa, a partir de los actuales pliegos vigentes?

– Hay que tener seguridad jurídica y respetar los derechos de los actuales concesionarios sin sobrepasar derechos. Entonces, debemos respetar pero también abrir una discusión sobre qué tipo de modelos de playas queremos en las unidades turísticas puntuales.

Ahí no creo tener una solución concreta. Pero sí creo que los espacios deben ser justos para los espacios públicos y privados. Si el mar no existiera dividís las hectáreas de arena y listo. Pero el mar avanza y pierde la arena pública. La arena para el marplatense es como la tierra negra para los pampeanos. Es nuestro activo más importante. Hay que tener políticas públicas para la defensa y preservación de la arena.

El modelo hay que discutirlo con los marplatenses porque los licenciatarios son marplatenses.

¿Cómo se va a trabajar con la problemática de la gente en situación de calle y cómo se proyecta abordar los casos de quienes prefieren no alojarse o concurrir a los espacios municipales disponibles?

– El contexto económico nacional y provincial no ayuda en nada. Con una desocupación del 13% o crisis que se sostienen. Hay una red de contención cuando te quedás sin laburo, que funciona un tiempo porque uno se contiene con familia o amigos, pero cuando la crisis se extiende como viene sucediendo hace ocho años, tenés un fenómeno de calle creciente.

Hay diferentes tipos de personas en situación de calle. Sobre esa población hay que trabajar con toda la capacidad y calidad técnica. El Municipio no tiene un parador público pensado para eso, ni ubicado en un lugar adecuado. El Estado hoy emparcha con El Campito, la Casa del Deportista, con Cáritas. Pero el dispositivo público no existe.

En el trabajo social está la respuesta para no tener 400 camas sino recuperar gente y bajar ese número que es histórico de entre 150 y 250 personas, que es el número que ha prevalecido en los últimos 12 años.

Actualmente en Mar del Plata hay 32 Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) en los barrios. ¿Cómo se piensa trabajar teniendo en cuenta los constantes reclamos respecto a una atención insuficiente a partir, entre otros factores, de la falta de profesionales? ¿Se proyectan abrir más guardias de 24 horas, además de las cinco que actualmente existen?

– Abrir las salas todo el tiempo no es viable y te diría que es hasta innecesario. Las estadísticas muestran que no es necesario. No hay ningún sistema de la magnitud de Mar del Plata que esté las 24 horas abierto. Pero nos venimos achicando, esa es la realidad.

Eran siete y estaban distribuidas geográficamente y pasamos a cinco. En principio hay que volver a siete. Pero el crecimiento de la ciudad hace que como mínimo se amplíen dos más para dar respuestas. Pero principalmente esos lugares tienen que tener profesionales. Una guardia con un solo médico no soluciona nada.

Los recursos médicos están en estado crítico. Pero en no más de un año vamos a tner la primera camada de médicos públicos formados en General Pueyrredon. Esos médicos deberán especializarse y hacer rotaciones. El Municipio tiene que ser agente de rotaciones para competir con las clínicas privadas. Hay que generar un convenio con la Universidad. Estos chicos que se reciben de la educación pública tienen un vínculo con la salud pública que hay que aprovechar. Esto hay que observarlo y planificarlo. No hay que perderse camadas que van a salir desde 2020.

¿Qué medidas se pueden tomar para darle respuestas a los miles de trabajadores en tierra del Puerto que hoy ven cómo los barcos se van a trabajar a otros lugares y no tienen materia prima para procesar, lo que deriva en una situación de profunda crisis laboral?

– Hay un fenómeno de crisis que nos abarca a todos y hay una crisis del sector y reconversión de la industria pesquera. Los principales afectados son los trabajadores de tierra, fundamentalmente el filetero. Esa reconversión no los incluyó para que pasen a trabajar a otros sectores.

Por otro lado agregarle valor al producto debe ser una política. Si Mar del Plata vendiera algún producto de calidad: si en vez de mandar el congelado, se procesa y envasa para la venta, eso es agregar valor. Hay que fomentar eso. El Estado tiene intervenir.

Pero también creo que Mar del Plata tiene la gran posibilidad para ser el astillero de la Provincia para reparaciones y construcciones. Hay espacio en los muelles y posibilidad de generar convenios con la base militar. Eso potenciaría el trabajo de herreros, mecánicos, carpinteros y demás empleos referidos.

La reconversión implica que hay una buena parte de los trabajadores que el trabajo que hacían no lo van a poder hacer más. Los garantizados hoy están en su casa cobrando un sueldo con todo lo que implica estar en tu casa sin trabajar para la cultura del trabajador.

Es complejo porque se sigue capturando en cifras importantes. El Inidep este año volvió a navegar después de diez años y sabremos qué hay debajo de nuestro mar.

SANTIAGO BONIFATTI (CONSENSO FEDERAL 2030)

Tiene 40 años, nació en Mar del Plata y es abogado recibido en la Universidad Nacional. Fue secretario de Descentralización y Mejora de la Administración en la gestión de Gustavo Pulti. Además, entre 2011 y 2015 se desempeñó como titular del Ente de Vialidad y Alumbrado Público (Emvial). Fue concejal electo en 2007 antes de emigrar al Ejecutivo. En 2015 volvió al Concejo por el Frente Marplatense y en 2018 lanzó su agrupación Sumar, tras romper con Acción Marplatense. En las elecciones primarias consiguió el 4,84% de los votos.

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20/10/2019