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#CasadeFlor: cocina

En esta ocasión, Flor nos abrió las puertas de su casa para mostrarnos cómo le dio vida a una cocina olvidada, en donde jugó con el color, combinó estilos y le puso mucho amor.

Objetivo: Revivir una casa que se encontraba deshabitada desde hacía mucho tiempo.

Problemas: filtraciones en el techo, humedad y falta de cuidado.

Intención en el estilo: mezcla entre un estilo clásico y un moderno colorido. 

Quién: Intervenida por Flor.

El principal desafío fue suplir la falta de luz natural y la tristeza que transmitía la iluminación con tubos fluorescentes.

Soluciones:

– Se utilizó pintura látex interior satinada color blanco. De este modo, ese efecto satinado (sin ser brillante) hace que la luz se refleje y no sea absorbida.

– Se cambiaron los tubos fluorescentes por luz cálida. La luz blanca debe usarse solo en lugares de trabajo; nunca ¡Nunca! hace que un ambiente se sienta acogedor.

TIP: para utilizar pintura satinada la superficie debe estar bien lisa/homogénea.

 

Para optimizar el espacio:

– El estante que hace de alacena, se cambió por uno del mismo largo que la mesada para aprovechar al máximo el espacio de guardado.  Debajo de éste se colocarán dos tubos de led para mejorar la iluminación.

– Se extendió la mesada y se colocó un estante permitiendo ubicar ambos tachos de basura debajo. (Sí, apoyamos el reciclaje)

 

A futuro:

– Comprará una heladera (Y dejará de usurpar la de la casa de su mamá)

– Pondrá pantallas en la nueva iluminación del cielorraso.

Detalles para amar:

– Un vajillero heredado. ¡Que nos llena de envidia! (sana, obvio)

– Un juego de comedor de la abuela.

– Unas imágenes que te transportan al Central Park.

– Unas plantitas. ¡Que dan el verde justo!

Con sus manos:

– Pintó todas las paredes y el techo e hizo varios de los detalles que le dan calidez y hacen sentir confortable tanto a su dueña como a quien vaya a visitarla.