Sábado 20 de abril | Mar del Plata
03/03/2015

Puig o el narrador fantasma

Quién fue, por qué vale la pena leerlo y por dónde empezar con Manuel Puig, renovador de la literatura latinoamericana posterior al boom.

 

QUIÉN

Puig 21932- Gran Hotel gana el Oscar a mejor película. La protagoniza una sueca que nunca ríe, Greta Garbo. Cuenta historias entrecruzadas que se desarrollan en un hotel berlinés. El miércoles 28 de diciembre, en el pueblo bonaerense de General Villegas, nace Juan Manuel Puig, Coco. Hijo de una farmacéutica y un comerciante.

1943- Se estrena Por quién doblan las campanas, con Ingrid Bergman como actriz destacada del reparto. Adaptación cinematográfica de la novela de Hemingway. Año trágico para Coco. Muere su hermano de dos meses y sufre un intento de violación. “Fin del paraíso. Durante tres años dejé de crecer físicamente”, confesará años después.

1956- Michael Anderson dirige (con gran presupuesto) la adaptación de La vuelta al mundo en ochenta días de Julio Verne. Puig recibe una beca y emiga a Italia para estudiar en el Centro Sperimentale de Cinematografía. Se siente agobiado por el neorrealismo doctrinario, y abandona. Recorrerá Europa y comenzará a anidar la idea de escribir historias de su pueblo.

1969- Dustin Hoffman, dueño de una envidiable cabellera, protagoniza Midnight cowboy, relato de dos marginales neoyorquinos. Luego de tres años de reveses editoriales por considerarla impúdica, publican La traición de Rita Hayworth. Ese mismo año ve la luz Boquitas pintadas, su novela más destacada.

1973- El exorcista entorpece la conciliación del sueño a millones de estadounidenses. Su novela The Buenos Aires affaire es censurada. Las amenazas de muerte de la Triple A lo convidan a abandonar el país. México es el destino.

1976- El sueño americano a las piñas para un pobre de origen italiano. Rocky comienza una saga que durará treinta años. El beso de la mujer araña se topa con la dictadura argentina.

1990- El grito mudo de Al Pacino cierra la más floja de El Padrino. En Cuernavaca, lejos de Villegas, de Argentina y de las pantallas de cine, muere Coco de un paro cardíaco.

 

POR QUÉ

Puig 1Se cuenta algo. En las novelas hay un narrador: en primera persona (asiste a los hechos o cuenta los propios), en segunda (imperativo, pocas veces se utiliza) o en tercera persona, en la mayoría de los casos (con alguna variante, como la utilizada por Kafka que suele posarse sobre uno solo de los personajes). En las páginas de Manuel Puig se crea un narrador fantasma, nadie parece contarnos lo que está sucediendo. Entonces los diálogos, las charlas telefónicas, cartas, recortes periodísticos o informes burocráticos se hacen cargo de la narración. El relato gana en verosimilitud y, simultáneamente, en extrañamiento.

La teoría literaria, mucho antes de Puig, se encargó de la polifonía. La dictadura del narrador omnisciente se atomiza en los personajes; se multiplican las voces y el relato se enriquece. El ruso Fiódor Dostoievski es el ejemplo más acabado. Puig toma la posta y explora en ese sentido.

No puede entenderse la poética de Puig sin el cine. La cinta en la pantalla fue su formación intelectual y no los libros. Consideraba la vida en el pueblo de la pampa seca como un ámbito hostil, donde la fuerza se imponía y dictaba las leyes. Necesitaba abstraerse de la opresión en sus múltiples máscaras: la institucional, la machista.  En el cinematógrafo encontraba otra realidad, esa que adoptó como propia. Intentó con los guiones sin resultado, hasta que uno, en el que retrataba su pueblo y su infancia, derivó en su primera novela.

Otro elemento destacado en la estructura novelística de Puig es la incorporación de géneros populares. Según el crítico checo Jan Mukařovský, el arte de molde (que suele ser de alcance masivo) mantiene la norma establecida; son géneros estancos, con estructura predeterminada. Las novelas de Manuel Puig ponen en tensión ese postulado. Incorpora el folletín, el cine y hasta la ciencia ficción, en Pubis angelical. Un escritor de vanguardia que desempolva géneros en desuso o hace dialogar diversas ramas artísticas.

Cuando el boom latinoamericano (fenómeno editorial expandido por los editores para captar el mercado anglosajón) tenía ya sus bronces, Manuel Puig irrumpe con aire y da nuevos bríos a la literatura latinoamericana. Un escritor insoslayable de la segunda mitad del siglo XX.

 POR DÓNDE

Los editores son responsables, en gran medida, de lo que encontramos en los anaqueles de las librerías. Por suerte, todas las novelas de Manuel Puig fueron publicadas en los últimos años y se consiguen a precio accesible.

La traición de Rita Hayworth (1968). Novela autobiográfica. Transcurre en Coronel Vallejos (General Villegas) y el personaje es un niño llamado Toto (Coco). Ante el ambiente hostil, elige el cine como escapatoria. Los diálogos y las cartas vehiculizan la narración.

Boquitas pintadas (1969). La más lograda dentro de sus novelas. Al igual que en la precedente, cuesta encontrar un narrador. También transcurre en el pueblo “ausente de paisaje”. Narra las peripecias de un joven tuberculoso y mujeriego.

03/03/2015