Abuso sexual infantil: Marita Tobio y otro pedido de “justicia y reparación”
La mujer que fue abusada por su padre, su abuelo y su tío cuando era menor y a quien la Justicia le respondió que los hechos prescribieron exige la revisión de la causa.
Al igual que lo hizo el mes pasado con la instalación de numerosos juguetes pero ahora con mil globos, María “Marita” Tobio, la mujer que fue violada por su padre, su abuelo y su tío cuando era menor de edad y a quien la Justicia le respondió cuando pudo realizar la denuncia que los hechos prescribieron, volvió a exponer nuevamente su caso frente a la sede Tribunales en Mar del Plata para exigirle a la Justicia de Garantías que revise el caso bajo la consigna que repite desde febrero, cuando pudo romper el silencio: “La víctima habla cuando puede, no cuando quiere”.
Marita fue violada entre los tres y once años por su padre, un expolicía, y también por su tío y su abuelo. Tras el dolor de años de silencio y amenazas de su padre, el 29 de enero pasado se animó a denunciarlo ante la Justicia.
El caso de Marita Tobio se conoció en febrero pasado luego de que, tras la presentación de la denuncia, decidiera exponer públicamente lo sucedido cuando desde la Fiscalía Nº5 -donde recayó su denuncia- le informaran la imposibilidad de avanzar en el caso por la prescripción de los hechos denunciados.
Pero la respuesta de prescripción de los hechos hizo que se iniciara un nuevo reclamo: la aplicación de la Ley 27.206 sancionada en 2015 y conocida como “De respeto a los tiempos de las víctimas” que establece que el plazo de prescripción se suspenderá mientras la víctima sea menor de edad y hasta que, habiendo cumplido la mayoría de edad, formule la denuncia. Sin embargo, esa ley se aplica con abusos cometidos después de 2015, que es el año en el que entró en vigencia.
“Exigimos al juez de Garantías Saúl Errandonea que se realice el debido control de legalidad, los derechos no son un privilegio”, afirmó este miércoles Marita al encabezar la nueva protesta. Y planteó como ejemplo un caso tramitado en Buenos Aires donde ante la prescripción del delito actualmente se lleva adelante un “juicio por la verdad”. “Exijo el avance de la causa porque mis derechos siguen siendo vulnerados y porque tengo derecho a la verdad”, expuso en diálogo con Qué digital.
Los mil globos expuestos en la puerta de Tribunales buscaron representar la cantidad de casos denunciados y en los que no se llegan a obtener condenadas. “Con esto traté de representar esa situación con toda la gente que me ayudó, porque víctimas hay un montón pero que se animen a hablar es mucho más difícil y más cuando las infancias son vulneradas”, remarcó.
Y reflexionó: “Cuando las víctimas rompemos el silencio, que es algo que nos cuesta muchísimo, queremos ampararnos en la Justicia, empezar a soltar, a sanar de alguna forma porque los traumas que nos ocasionan y el daño nos matan la infancia y nadie hace nada. Pero cuando denunciamos de alguna forma el mismo sistema nos quiere volver a silenciar”.
