Alquileres: “El protocolo retrasa los desalojos pero no los detiene ni cuida al inquilino”
Luego de no prorrogarse el congelamiento, inquilinos cuestionan el alcance real de las medidas anunciadas por el gobierno y reiteran su pedido de más políticas de contención.
El 31 de marzo finalmente se concretó lo que inquilinos e inquilinas de todo el país temían: el congelamiento de alquileres que también implicaba la suspensión de desalojos por la crisis que agudizó la pandemia se terminó y no fue prorrogado. En consecuencia, las y los inquilinos organizados cuestionan el alcance real de las medidas anunciadas por el gobierno como alternativa y reiteran sus pedidos de más políticas de contención.
El “Protocolo Nacional de Alerta Temprana de Desalojos” anunciado por el gobierno, al menos de manera preliminar, no trajo tranquilidad a quienes pagan una renta por el techo en el que viven. El panorama económico, la necesidad de un plan de pago más robusto y la situación de quienes alquilan en la informalidad tiene en vilo a las organizaciones de inquilinos que se formaron en Mar del Plata y en todo el país.
“El protocolo retrasa los desalojos pero no los detiene ni cuida al inquilino“, definió Belén, integrante de Inquilinos Mar del Plata, en diálogo con Qué digital y advirtió: “La preocupación sigue siendo cada vez más grande”.
Relevamientos de las organizaciones sostienen que dentro del amplio universo de personas con dificultades al acceso a la vivienda, alrededor de un 40% mantiene deudas con los locadores, por lo que el fin del congelamiento y la falta de una salida accesible o que se condiga con las deudas acumuladas -que según sus relevamientos en casos llegan a los 300 mil pesos– hace que no haya más que incertidumbre sobre lo que vendrá.
“El protocolo que el gobierno diseñó se basa en información que deja a un montón de gente afuera, porque más de la mitad de la gente alquila informal, sin contrato. O sea que no se estaría amparando al inquilino, más con la crisis económica que hay y con los casos de coronavirus que siguen subiendo”, contextualizó.
Al “protocolo” de la Secretaría de Desarrollo Territorial del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat se suma la posibilidad de pagar las deudas contraídas en hasta 12 cuotas, lo que en muchos casos no deja de representar valores que, sumados a sus pagos cotidianos, son “impagables”.
“Estamos hablando de mucho dinero en muy poco tiempo y de gente que perdió el trabajo o el poder adquisitivo. No sabemos cómo va a ser la situación en los próximos días, y si es que se vienen oleadas de desalojos. Es una locura”, lamentó.
“Pedimos entonces que en lugar de 12 cuotas, sean 24, que haya políticas de desendeudamiento para poder afrontar el descongelamiento, ampliar las tarifas sociales de los servicios públicos para amparar más al inquilino”, enumeró Belén, como parte de los planteos que vienen haciendo a nivel nacional al ministro Jorge Ferraresi y que hasta el momento, tal como vienen sosteniendo los inquilinos organizados, no fueron tratados de manera integral.
